27 mar 2025

1997 UNA CIUDAD LLENA DE HISTORIA

Una ciudad llena de historia. 
Por MARÍA DEL PILAR BRIONES SANJUAN
DEDICATORIA
Dedicado al hombre que creó la historia en Villena. Gracias y descanse en paz.
Dedicado también a todas las personas que me han ayudado a hacer este trabajo, a toda mi familia y a una amiga muy especial que aunque nos separemos, siempre estaremos juntas.
¡Gracias a todos!
PROLOGO
Tal vez no he sido muy ingeniosa a la hora de realizar este trabajo, pero considero que la Historia no se puede resumir en dos palabras y que a algunas personas les parece todo lo mismo, aunque yo no opino eso. Para mí la palabra Historia significa Vida Nueva, ya que descubriéndola, ves o sientes cosas muy distintas a las de ahora y aprecias más lo que tienes en estos momentos. Mucha gente de Villena, no conoce lo que es su ciudad, y por eso no la cuidan como deberían. Haciendo este trabajo he descubierto cosas nuevas que no sabía sobre Villena y sobre algunos personajes. Este trabajo, además de ser sobre la historia de esta ciudad, está un poco ambientado en alguien que ha hecho mucho por Villena, y que supongo una vez leído todo el trabajo se descubra quién. Hace muy poco, le perdimos, pero sé y tengo la esperanza de que dónde quiera que esté, está con Villena y su gente. Aunque me hubiera gustado conocerle. Ahora después de hacer este trabajo, lo conozco más de lo que creía y me arrepiento de no haber hablado con él. La vida por muy bonita que crees que es, a veces te juega malas pasadas.
Era una noche de agosto muy, muy calurosa, y mis amigas y yo decidimos cambiar de planes e ir a algún sitio donde no vamos habitualmente. La noche ya se estaba acercando y pensamos por un minuto a donde ir, pero como a mis amigas y a mi nos encanta ver la esplendorosa belleza de Villena y más de noche, no dudamos en irnos al Castillo de la Atalaya. Subimos por las pesadas escaleras y al llegar a arriba decidimos dar una vuelta por la explanada y alrededores y empaparnos de todo lo que el castillo nos podía ofrecer. Durante esos escasos minutos, pasaron por mi imaginación imágenes en las cuales el Castillo de Villena estuvo presente, las injurias del tiempo que ha sufrido estoicamente, las personas que han vivido en él y han sabido ofrecerle los más solícitos cuidados. Como por arte de magia y sin saber exactamente lo que hacíamos nos metimos dentro de esta fortaleza y una vez dentro nos preguntábamos como habíamos llegado hasta allí, después de echarle una mirada, nos sentamos en el suelo para comentar algo sobre nuestras vidas, pero alguien nos interrumpió, al principio tuvimos miedo, pero a medida que ese alguien se iba acercando, éste se iba perdiendo. Ese alguien desprendía amabilidad y confianza aunque cuando dijo ese —¡Hola!— tan insípido nos dejó heladas. Preguntó qué hacíamos allí y le contamos todo, él nos dijo que puestos a contar nos iba a contar algo que alguien le había contado y que para él era la descripción de Villena. Todas estuvimos de acuerdo pero a mí me intrigaba tanto misterio y pensé que de ese modo descubriría algo, y lo cierto es que todo lo que dijo se me quedó clavado en lo más hondo de mí. Comenzó así:
—Villena, madre y cuna de varios artistas, fuente de turismo y placer, vieja ciudad coronada por su antiguo castillo que, a sus pies creció el pueblo villenense. Ilustres familias mandaron en estas tierras, como los Manuel, los Aragón y los Pacheco, en sus calles se respira historia, armonía, ellas han visto pasar la historia de esta ciudad. De la nada surgen dos grandes iglesias, la Iglesia de Santa María que posee relieves renacentistas de una sola nave con bóveda de crucería y su pórtico principal es barroco. La otra es la Iglesia Arciprestal de Santiago, su planta es de tres naves y girola. Su elemento renacentista es la pila bautismal y sus columnas helicoidales hacen más acogedora a esta iglesia. Pero en las afueras de esta ciudad se encuentra el Santuario de las Virtudes que posee no sólo una portentosa belleza, sino también un gran valor para los villeneros, ya que es ahí donde se encuentra nuestra Virgen de las Virtudes, patrona de Villena y madre de ésta. El Santuario posee tres naves cubiertas por bóvedas de crucería, alberga un magnífico camarín decorado con pinturas y un sobrio claustro de ladrillo visto.
Aunque el más viejo villenense, el que ha visto crecer a la ciudad es el Castillo de la Atalaya, singular fortaleza del medievo, declarado muy justamente monumento nacional en 1931. A todo el que transita por los caminos levantinos se le llena la vista con su imagen esbelta y por su airosa torre del Homenaje; dentro de éste destacan las bóvedas almohades de arcos entrecruzados.
Villena, además de estos cuatro grandes monumentos tiene otro que es la Fachada del Asilo, bello ejemplar de transición de barroco al neoclasicismo con curiosos detalles ornamentales que lo singularizan.
Cuando llegó a ese punto, quise intervenir haciéndole una pregunta que a apostar por su cara no le debió de simpatizar mucho, pero mi pregunta inoportuna fue ésta: —¿Es que la Plaza de Santiago y el Palacio Municipal no son monumentos? —
¡Claro que lo son! La Plaza de Santiago constituye el espacio urbano de mayor representatividad en el casco histórico de Villena. Este conjunto arquitectónico, desde el gótico de la Iglesia de Santiago hasta la arquitectura postmoderna de la Casa de Cultura dan el toque adecuado de distinción. ¡Ah!, se me olvidaba, aunque creo que ya sabéis que ésta surge en torno a la iglesia que da su nombre y que en ella se encuentra el Ayuntamiento, la Casa de Cultura y la Casa del Festero. El Palacio Municipal, fue, es y será una gran representación del estilo renacentista en nuestra ciudad, en el interior del edificio destaca el patio de dos pisos con arcos carpaneles sobre columnas toscanas, discos en las enjutas y casetones en los intradós, actualmente es el Ayuntamiento de Villena.
Aclarada mi pregunta le dije que continuara:
—Pero antes de que éstos mayúsculos monumentos surgieran, hubo gente que sin darse cuenta han hecho historia, nos dejaron sus utensilios de vida, sus joyas, sus armas de caza, algunos huesos de cuerpos sin vida, ruinas de sus casas, en fin, todo lo que era suyo, hablo de los puntos donde se ha localizado restos del:
Paleolítico medio como la Cueva del Cochino, que se encuentra en la Sierra del Morrón. Allí se encontraron piezas de pedernal, puntas, raederas, raspaderas, perforadores, buriles, denticulados, lascas folioides, material típico de cazadores musterienses...
Del Paleolítico superior no han aparecido hasta el momento vestigios de las Culturas del paleolítico superior aunque se han detectado instrumentos similares a la cultura "Solutrense" en alguno de nuestros yacimientos.
Del Mesolítico se halla la Cueva Grande situada entre los Picachos de Cabrera y Peña Rubia. El material encontrado consiste en 2.600 piezas de sílex, 9 lascas de cuarcita, varios huesos y algunos aguzados. También se hallan dos cuevas del mesolítico, la Cueva Pequeña de la Huesa Tacaña y el Pinar de Tarruella.
Del Neolítico fue descubierto un espléndido yacimiento, la Casa de Lara donde se encontraron varias cosas, entre ellas, microlitos geométricos, puntas de flecha, cerámicas decoradas. En el Arenal de la Virgen se encontró una vasija reutilizada, rota por un asa y diversas cerámicas cardinales. También hay que destacar la Cueva del Lagrimal y la Macolla.
Del Eneolítico hay catorce lugares en donde se encontraron utensilios, cerámicas y huesos de humanos. Algunos nombres de esos lugares son: La Cueva de las lechuzas, Cueva del Alto 1 y 2, Cueva de las Blancas, etc.
De la Edad del Bronce, el Cabezo Redondo es, sin duda el lugar más a diferenciar de los demás, ya que allí se encontró un poblado, utensilios de caza, huesos de personas, algunos alimentos de su agricultura, cerámicas, ídolos, amuletos y El Tesorillo del Cabezo Redondo. Éste fue encontrado en abril de 1963 y constaba de un lote de joyas de oro compuesto de 35 piezas de oro distribuidas en: 1 diadema, 3 brazaletes, 3 espirales, 13 anillos, 10 botones, 2 cintillas, 1 cuenta de collar, 1 fragmento de martillo ornado con púas y 1 trozo de lingote. Pero los hallazgos de oro y plata que se habían ido realizando hasta entonces no pudieron superar el gran acontecimiento que supuso la aparición el 1 de diciembre de 1963 de El Tesoro de Villena, el tesoro apareció en el tramo denominado "Rambla del Panadero" y se hallaba colocado dentro de una vasija de 32 cm. de altura y 42 de diámetro, de pasta rojiza y gris. Estaba algo resquebrajada pero eso no supuso ningún inconveniente para la buena conservación del Tesoro aunque algunas piezas se desbordaron de la vasija y aparecieron agrupadas alrededor y en la rambla. El inventario de las joyas es este:
Piezas de oro: 28 brazaletes, 1 1 cuencos, 2 frascos y 12 piezas diversas.
Piezas de plata: 2 frascos. Piezas de hierro: 1 brazalete.
Piezas mixtas:1 remate de hierro y oro, 1 botón de ámbar y oro.
De la Época Ibérica hay que destacar el Puntal de Salinas. Allí fueron halladas varias cerámicas ibéricas y varios utensilios más. También hay que nombrar la Leona del Zaricejo, escultura ibérica, así como el poblado de Salvatierra y la Dama de Caudete.
De la Época Romana, la Candela, la Casa del Nazario, la Torre, las Casas de Campo y la Casa del Padre, fueron y son los representantes de esta época por sus hallazgos.
A la Época Medieval se le atribuye el Castillo de Salvatierra, hoy en ruinas y en donde se recogieron cerámicas musulmanas, trozos de hierro, alfileres, vidrios, una moneda de Jaime II, aljibes ibéricos y musulmanes y una Gran Vasija. También se le atribuye el Castillo de la Atalaya, que antes os he comentado.
Cuando paró a descansar todas mis amigas hicieron gestos de cansancio y aburrimiento, menos yo. Me chifla la historia y más si es de Villena, y aún más si me la cuenta alguien que sabe y siente lo que dice. Me gustaba mirarle cuando hablaba y ver como sus palabras resbalaban y salían de forma de prosa por sus labios. Todas mis amigas decidieron marcharse pero yo preferí quedarme allí con él para que me contara más cosas, y continuó así:
—Villena, actualmente tiene muchos privilegios, además de los ya citados, hablo de los museos que se encuentran aquí, y en esos museos también se puede observar la historia de Villena, como el Museo del Festero que en su interior se conserva una recopilación de objetos que guarda una relación con las Fiestas de Moros y Cristianos: trajes en desuso, carteles, programas de fiestas, recuerdos de fiestas anteriores, etc.
Luego está el Museo del Botijo, con más de un millar de ejemplares de botijos de todo el mundo. El Museo Etnográfico "Jerónimo Ferriz". El Museo "Escultor Navarro Santafé" y el Museo Arqueológico José María Soler, en el cual se encuentran-muchas cosas de la historia, que es lo que te he contado antes.
Esta ciudad, además de ser rica en historia también lo es en muchas cosas, como en su gastronomía con el tradicional "Triguico", el gazpacho de Villena y el relleno villenero; o el vino que ha adquirido con el paso de los años el sabor de la ciudad. También es muy conocida turísticamente, por las Fiestas de Moros y Cristianos dedicada a la Morenica y a todos los que saben sentir las fiestas. También es rica en agua y abastece a algunas poblaciones vecinas, aunque mucha gente no se da cuenta de este otro tesoro.
Y ahora, que es lo que reservo para el final, es que hay que destacar la labor de ocho hombres que han sido reconocidos como "villeneros": El Príncipe Don Juan Manuel, que fue protagonista de la vida política de su época y eminente hombre de letras, Enrique de Villena, hijo del Marqués de Villena en 1417, Ambrosio Cotes que destacó en la composición musical, Joaquín María López, jurisconsulto y escritor, Ruperto Chapí Lorente, magnífico compositor que hizo el sainete lírico "La Revoltosa", Antonio Navarro Santafé escultor de magníficas obras como el "Oso y el Madroño" que se encuentra en Madrid, Sebastián García Martínez escritor de varias obras y José María Soler García, investigador y arqueólogo que encontró los Tesoros de Villena. Y bueno eso es todo, si quieres otro día te cuento más detenidamente algo, ahora ya es tarde, si quieres te acompaño a tu casa.
Cuando acabó acepté su invitación de acompañarme a mi casa y, por el camino le pregunté que quien era y si vivía aquí, y el me respondió:
—Digamos que soy el que encontró LOS TESOROS DE LA HISTORIA DE VILLENA.
Extraído de la Revista Villena de 1997

No hay comentarios:

..... CONTINUAR... PASAR PÁGINA Pinchar en... (entradas antiguas)
Esta Web no se hace responsable de las opiniones de sus lectores. Todo el contenido es público. Usted puede copiar y distribuir o comunicar públicamente esta obra siempre y cuando se indique la procedencia del contenido. No puede utilizar esta obra para fines comerciales o generar una nueva a partir de esta..
Web: www.villenacuentame.com
E-Mail:
villenacuentame@gmail.com