Gabinete Psicopedagógico Municipal: 16 años de funcionamiento. Por ANA COLOMA MARTÍNEZ. Gabinete Psicopedagógico Municipal.
El 15 de septiembre el Gabinete Psicopedagógico Municipal de Villena cumplió 16 años de funcionamiento.
Fue en 1981 cuando se gestó el provecto entre el equipo que lo componemos, con el impulso del Concejal de Educación, Salvador Mullor Menor y el apoyo de la Junta Municipal de Enseñanza. Eran los primeros años de los Ayuntamientos democráticos y empezaban a surgir nuevos servicios.
En Villena, el GPM fue el primer servicio diferente a lo que era habitual en un Ayuntamiento, y eso conllevaba la dificultad de saber qué carácter administrativo darle. Por afinidad con los de Elche y Elda se constituyó como Patronato, y así ha continuado desde entonces.
Villena no era un hecho aislado. La falta de recursos en este país y las necesidades de los ciudadanos, fueron reivindicaciones para las nuevas Corporaciones Municipales, corporaciones que surgieron de los partidos políticos que trabajaban con ilusión por mejorar la calidad de vida de las ciudades.
Así, los Ayuntamientos iniciaron un proceso de asunción de responsabilidades, más allá de las estrictas atribuciones que legalmente eran de su competencia.
La creación de los Servicios Psicopedagógicos Municipales pretendía contribuir a mejorar la calidad de la educación, y se hacía desde la visión global del municipio. No se trataba de poner psicólogos en los colegios, sino de crear equipos que incidiesen en la formación del profesorado, en la atención personal de los escolares con dificultades de aprendizaje, y en la formación de los padres desde una perspectiva comunitaria.
Al mismo tiempo, surgía la necesidad de establecer coordinación y de colaborar con los distintos servicios, muchos de ellos de reciente creación, en ocasiones también municipales.
Hubo que diseñar un modelo de actuación porque existían escasos referentes. La experiencia que tuvo lugar en el Ayuntamiento de Turín (Italia) a partir de 1976 fue muy difundida y tuvo influencia en la creación de los Servicios Psicopedagógicos en nuestro país (ver Cuadernos de Pedagogía n.º 176).
Fue Cataluña la Comunidad que más destacó en la creación de estos servicios, y su línea de actuación sirvió de modelo a muchos equipos psicopedagógicos.
En nuestra provincia fueron pioneros los Ayuntamientos de Elche y Elda. El de Villena se creó a continuación de ellos. Tuvimos que trabajar en crear un modelo común. Estaba todo por hacer. Villena sirvió de modelo a otros municipios. Hasta el año 1986, varios profesionales y concejales de municipios del entorno nos solicitaron asesoramiento para crear sus servicios psicopedagógicos municipales.
La coordinación con los equipos de Elche y Elda, y de otros que fueron surgiendo (Alicante, S. Vicente, Monóvar, Calpe, San Juan, Jijona, Aspe, Alcoy, Ibi, CreviIlente...) se consolidó con la constitución de una coordinadora provincial el 31 de octubre de 1986, que se formaba con 17 equipos de otros tantos servicios, algunos de ellos mancomunados.
La Consellería de Educación empezaba a crear los SPEs (Servicios Psicodepagógicos Escolares), y había que definir las funciones de dos tipos de equipos que confluían en la escuela, pero tenían importantes diferencias: la titulación de los profesionales (tenían que haber ejercido como docentes), la institución de origen (Ayuntamiento/Conselleria), la relación laboral, y la población objeto de atención, pues mientras los SPEs se centraban en el alumno y el profesor, los Gabinetes Municipales se dirigían también a los padres y a la comunidad.
Con el tiempo, algunos Ayuntamientos transformaron estos servicios, la mayoría de las veces incorporando los profesionales a los Departamentos de Servicios Sociales.
Villena, como otros muchos, mantiene el GPM con los mismos objetivos que se creó. Es, probablemente, el GPM más antiguo de la provincia y, afortunadamente, está formado por el mismo equipo desde sus inicios, continuidad que incide favorablemente en la calidad del servicio.
A lo largo de 16 años de funcionamiento se han producido algunas modificaciones, motivadas fundamentalmente por el aumento de la demanda y los requerimientos de una Escuela que ha incorporado como parte de su actividad la atención psicopedagógica.
Pero siempre se han mantenido los planteamientos originales: atención a edades tempranas, atención a los alumnos con necesidades educativas especiales, orientación-formación a los padres, atención psicológica a los alumnos, orientación al profesorado y coordinación-colaboración con los servicios que inciden en la población infantil.
Si bien la atención a la escuela es similar en toda la Comunidad porque Consellería tiene determinada la intervención psicopedagógica, es distinto el enfoque el que se tiene desde los servicios psicopedagógicos municipal y escolar.
La actuación municipal es más amplia y aborda las problemáticas desde la globalidad: no sólo se centra la atención en el problema de aprendizaje escolar, sino que se atienden los problemas emocionales, conductales, de relaciones, etc., incidiendo directamente en el niño o la niña y en su familia. Se participa además en Campañas educativas dirigidas a la población escolar, y se desarrollan programas formativos a través de la radio y de cursos de escuela de padres.
Este abordaje más amplio nos lleva a considerar el servicio municipal como el idóneo, aunque las nuevas demandas de la escuela hacen necesaria la ampliación de los equipos que componen estos servicios.
Ilustración de Sarri. En 1983 se realizó una campaña, con otros gabinetes de la provincia, para estimular el desarrollo del lenguaje.
Pero como la atención psicopedagógica no se encuentra entre las atribuciones obligatorias de un Ayuntamiento, ese crecimiento a veces no se da.
Con los años llegará a hacerse imprescindible la dedicación de un psicopedagogo por cada centro escolar de tamaño medio (18-20 unidades).
Estos profesionales o bien dependerán directamente de Consellería como el personal docente, o bien Consellería tendrá que subvencionar en mayor medida a los Ayuntamientos para que éstos puedan asumir ese incremento de personal.
De un modo o de otro, lo incuestionable es la necesidad de aumentar el número de psicopedagogos que atienden la Escuela —no es fácil mantener el mismo servicio y a la vez dar respuesta a los requerimientos de la LOGSE— y de contar en los municipios con servicios que desarrollen funciones de salud mental y comunitaria que contribuyan a lograr el bienestar de los ciudadanos.
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