Crónica gentileza de El Periódico de Villena.
Ferri evoca su pasado y proyecta su futuro para celebrar por todo lo alto su 50 aniversario. La empresa homenajea a sus trabajadores presentes y pasados con una cena y una fiesta a la que asisten 300 personas.
La Cábila de los Moros Nuevos, vestida con sus mejores galas, acogió durante la noche del viernes uno de los actos centrales de la celebración del 50 aniversario de Ferri: una cena a la que asistieron cerca de 300 comensales, los 120 trabajadores que hay en plantilla actualmente e infinidad de antiguos trabajadores de la casa.
Daba igual si se trataba de un empleado jubilado tras 40 años de dedicación a Ferri o de un chaval que, a mediados de los 90, trabajó durante un verano en la empresa. Todos aquellos que en algún momento de su vida han formado parte de la gran familia Ferri estaban invitados al evento.
Así, el acto se convirtió, sobre todo, en un emocionante reencuentro de compañeros y excompañeros que hacía años que no se veían, de personas que ya no viven en Villena pero, aun así, no quisieron perderse el homenaje que la empresa hacía a toda su gente. Pero también, cómo no, el evento sirvió para reconocer una familia que, a base de trabajo, esfuerzo y tesón, ha sido capaz de levantar de la nada una de las mayores empresas de la historia de nuestra ciudad.
La familia Ferri al completo, encabezada por sus dos patriarcas, Paco y Pepe, dio la bienvenida al recinto a cada uno de los asistentes, que tras el paso por el photocall pudieron disfrutar de un refrigerio antes de dar paso a una estupenda cena –ambientada con una proyección de fotografías que recuperaba la memoria de ese medio siglo de vida de la empresa–, tras la que, durante los discursos, pudimos vivir varios momentos emotivos, como el recuerdo a todos aquellos compañeros fallecidos durante estos años.
Pasado, presente y futuro de una empresa modélica
Pepe Ferri, ya retirado, fue el encargado de recordar el pasado, la historia de cómo dos hermanos, uno de ellos con dificultades para caminar y encontrar trabajo, decidieron emprender un negocio por su cuenta, abriendo sus puertas el 2 de enero de 1974. Dos años después ya fue necesario contratar nuevo personal, y a cada nuevo empleado aumentaba el número de clientes, lo que hacía necesario contratar a más empleados… y también obligaba a ir de mudanza en mudanza, en busca de locales más grandes y escuchando siempre, de voces desconfiadas, aquello de “este espacio va a ser demasiado grande para un lugar como Villena…”.
Por su parte, Paco Ferri centró su discurso en el futuro y en los nuevos retos que afrontará la empresa, como la integración de la inteligencia artificial, la adaptación a los nuevos usos y costumbres de la sociedad o el relevo generacional, que supondrá “una oportunidad para los jóvenes, porque nuevos tiempos siempre es sinónimo de nuevas oportunidades”, decía, a la vez que advertía a la nueva generación de la importancia de, por mucho que se mire hacia delante, “respetar siempre los grandes valores de la empresa, que son los que nos hacen mantenernos en pie”.
Agradeciendo la implicación de los trabajadores pasados y presentes, así como de la familia, Paco Ferri pedía perdón por los errores cometidos a lo largo de estos años –“en ningún caso debidos a la mala fe, sino a la necesidad de poner siempre lo colectivo por delante de lo individual”, decía– y aseguraba, entre aplausos, que la familia Ferri “seguirá siempre apostando por el futuro”.
50 años de adaptación al cambio
También tomaron la palabra Sofía y María Isabel Ferri, que en nombre de los hijos e hijas agradecieron el esfuerzo, el trabajo y los valores transmitidos por sus padres y destacaron lo difícil que es para una empresa llegar a cumplir 50 años (en España solo lo logra un 5% de las firmas). Un reto que no consigue el más listo ni el más guapo, sino solo aquel que consigue adaptarse a los cambios, “porque los cambios son lo único constante en la vida”, apuntaban.
Recordando que la labor de Ferri va mucho más allá de lo empresarial, pues tiene un importante peso social en la comunidad gracias al empleo generado, a sus patrocinios y a su apoyo a todo tipo de eventos, asociaciones y buenas causas, finalizaban dando las gracias a todo el equipo humano, presente y pasado, y les invitaban a disfrutar del homenaje organizado por la empresa, que concluyó con una fiesta amenizada por un DJ hasta altas horas de la noche.
Enhorabuena por estos magníficos 50 años, Ferri. ¡Y que cumplas muchos más!
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