CUANDO PERDI TU AMOR
Simulé que era fuerte, partidaria de
agarrar a la vida por los cuernos;
mientras, me debatía en mis avernos,
convulsa, destruida, solitaria.
Por tratar de ocultarte mi precaria
necesidad de sentimientos tiernos,
arropaba mis gélidos inviernos,
con sonrisas de dicha imaginaria.
De soberbia aquel páramo abonado,
al amor sentenció, y desahuciado,
para morir amor bajó a la tumba.
No halló sonrisas, sólo encadenada
por mil sollozos, una carcajada le
acompaña en esta catacumba.
Estefanía Menor
NO ESCARBAR...
No escarbar en la entraña de quien
supo, mitigar la tristeza con un gozo,
y envolvió a la tristeza en un rebozo,
con cuanto gozo en el rebozo cupo.
Voy trepando, y en un gozo me aúpo
para evadirme de este oscuro pozo,
y rebozar con gozo este sollozo,
que por mis ojos, desde el alma escupo.
No escarbar en la entraña, porque os digo,
que está a ras de rebozo la tristeza.
El gozo es quebradizo, y es testigo,
de cuánto cuesta abandonar el pozo,
pues cuantas veces saco la cabeza,
otras tantas me hundo y me destrozo.
Estefanía Menor
VIEJO RECUERDO
Hoy se ha muerto el recuerdo; ya
venía desahuciándole a tiempo la
fatiga. Al potro que cabalgo, no fustiga
ya, el látigo que la memoria hería.
Sorprende, al descubrirse tan vacía,
que olvidar el recuerdo no mitiga la
fatiga, que ya era fiel amiga, y
volver a recordar preferiría.
Hoy ando sin recuerdo, y es tan vivo
el dolor, como entonces. No aconsejo
cultivar el dolor, tenerle activo; mas,
un rescoldo de dolor añejo, a corazón
que amó le da motivo, para sentirse
un poco menos viejo.
Extraído de la Revista Villena de 1995
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