El viernes amaneció raro, con calima y previsiones de lluvia y reventón térmico, pero al final la noche se quedó en la mejor en cuanto temperatura de la semana.
El Rabal de nuevo reunió a unas quinientas personas en las dos explanadas del Castillo, buena música y gran ambiente alrededor de una cena entre amigos.
En lo negativo, los comentarios en general de lo seco que está toda la vegetación en los alrededores del Castillo, pinos secos y escases de plantas, y todavía no ha llegado el calor calor…
Por otra parte al subir al castillo por la rotonda de Pedro Marco, vemos que siguen las cuevas valladas desde hace meses y cada vez en peor estado, es una pena que el patrimonio y la historia de Villena no se cuide, esas cuevas son un recuerdo para muchos villeneros y un reclamo para el turismo, pero necesitan un mantenimiento después del derrumbe hace ya muchos meses.
Dicho todo esto, realmente una gran noche en la ya tradicional cena a la luz de Castillo.
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