30 may 2024

2024 INTERVENCION DE LA MONJA TRINITARIA CON MOTIVO DE LA ENTREGA DE LA MEDALLA DE ORO

Palabras de SOR ANA TERESA MADATHIPARAMBAN del monasterio que ha tenido su momento emotivo en el que se ha emocionado y ha conseguido la máxima atención de todos los asistentes en la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad de Villena al Convento de las Hermanas Trinitarias en nombre de todas las monjas...  
Dignísimas autoridades civiles y eclesiásticas. 
Sr. Fulgencio José Cerdán, Alcalde de Villena, a quien le manifestamos nuestros más sinceros agradecimientos, por haber aceptado nuestra petición, de trasladar este acto, del teatro Chapí a nuestra Iglesia. 
Maite Gandía, instructora de Expedientes, Representantes de los diferentes partidos políticos.   
Rvdos: Don Reyes Rodríguez, Don Rodrigo del Rosario López,  Don Ciro Durán, Padres Salesianos, Hijas de la caridad y Hermanitas de los ancianos desamparados.   
Junta Mayor, Junta de la Virgen y amigos todos.
Agradecemos a Joaquín Sánchez, José Amorós y Luis Abellán, hermano mayor de la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Amor en su prendimiento y María Santísima de la Esperanza, por habéis iniciado y promovido este acontecimiento.
En nombre de todas las hermanas que han ofrecido su vida y lo seguimos haciendo a Dios en esta Santa Casa de la Santísima Trinidad, damos las gracias a todos los ciudadanos de Villena, porque nos habéis apoyado con vuestras firmas y cariño para recibir este noble reconocimiento como es la medalla de oro de esta gran Ciudad.
Como sabéis, somos una comunidad de vida contemplativa, desde el nacimiento de nuestro Monasterio el 22 de mayo de 1524, a ejemplo de nuestras fundadoras: Doña Leonor Esteban, su hija Juana Martínez y Doña Luisa Mergelina, aquí siempre se ha vivido el Carisma de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos. Porque así lo quiso Dios revelándose en una santa visión. 
Somos Monjas de clausura, nunca nos hemos dedicado a los trabajos de enseñanza, medicina, a la vida pastoral activa y obras sociales. Por ello, para nosotras la entrega de esta medalla significa, que habéis sentido que nuestra vida oculta en Cristo en fidelidad, y con la gracia de Dios, a lo largo de estos 500 años nuestra casa de la Trinidad se ha hecho todo para todos, una cátedra, donde se enseña la mejor asignatura, “la del amor”, un hospital donde los enfermos de alma y cuerpo encuentran oxígeno de esperanza y acompañamiento en su dolor, una clausura que se abre en oración para que los prisioneros de los males de este mundo, recuperen su libertad y dignidad de hijos de Dios.  
Nuestro Monasterio es un patrimonio del cielo, custodiado por monjas valientes y enamoradas de un Dios Redentor que nos da la gracia de afrontar las dificultades de los tiempos que nos ha tocado vivir: hambre, peste, discriminación, persecución, cárcel, desamortizaciones, la república, exclaustración y la guerra civil. Por ello las admiramos y les damos las gracias a todas nuestras hermanas que nos antecedieron, por ellas estamos hoy aquí, son para nosotras mártires de amor, en especial la comunidad de los años 1935 a 1939, el odio no pudo con ellas, las arrancaron del suelo donde habían sido plantadas, y quemaron su viña, pero su tierra fértil renació y volvió a dar fruto.
Todas las monjas que han vivido y vivimos en este Monasterio, durante estos cinco siglos han sido y somos importantes, pero quiero destacar a las que creemos que han sido los instrumentos claves para resaltar y dar continuidad a nuestra historia, una es Madre Concepción Galbis Milán, que ante el peligro inminente de la guerra civil busco refugio para su comunidad en el Asilo de las hermanitas de los ancianos Desamparados y en casas de familiares,  junto con otra Monja y su hermana Josefa Galbis Milán que era Postulante, sufrieron muchísimo porque las sacaron de su casa y estuvieron encarceladas dos días. Cuando termino la guerra Madre Concepción volvió a reunir a la comunidad, formada por grandes y santas monjas que sobrevivieron la gran tribulación y mantuvieron su fe firme, no mancharon sus vestiduras blancas al perdonar a sus opresores, les quitaron todo, pero no su amor y esperanza. 
Pasados unos años, fue necesario comenzar la construcción de un nuevo Monasterio y quien lo llevo a su término fue la Madre Desamparados Machuca Trigo quien confío grandemente en la providencia de Dios y en la ayuda de muchos villeneros, para lograr lo que hoy estáis viendo.
Otra vez os doy las gracias a todos y os pido que os unáis en nuestro agradecimiento a Dios Trinidad por estos 500 años, para que junto con nuestra Madre del Buen Remedio podamos decir: “El Poderoso ha hecho obras grandes en mí, su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.
Gracias amigos.  

No hay comentarios:

..... CONTINUAR... PASAR PÁGINA Pinchar en... (entradas antiguas)
Esta Web no se hace responsable de las opiniones de sus lectores. Todo el contenido es público. Usted puede copiar y distribuir o comunicar públicamente esta obra siempre y cuando se indique la procedencia del contenido. No puede utilizar esta obra para fines comerciales o generar una nueva a partir de esta..
Web: www.villenacuentame.com
E-Mail:
villenacuentame@gmail.com