Hace unos días veíamos como se colocaba una red protectora de manera urgente en la torre de Santiago para evitar la caída de cascotes a la calle. A parte de la seguridad de nuestros conciudadanos nosotros también pensamos en la seguridad de nuestros otros vecinos, los Vencejos que con su algarabía nos alegran los días con sus idas y venidas a la caza de insectos.
Puestos en contacto con la parroquia y con el estudio de arquitectura CARTODALIA ARQUITECTOS encargados de su mantenimiento se mostraron inmediatamente colaborativos a la hora de permitir la entrada y salida de las aves que pudieran precisar de la torre para anidar, practicando unas aberturas para tal fin, agradecemos la sensibilidad que todas las partes han mostrado y constatamos que hay otras maneras de hacer las cosas y proteger la biodiversidad que tenemos. Gracias.
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