A un ángel con forma de mujer
SONETO
Me acaricia tu voz de terciopelo, tu
piel de seda blanca me enternece y
tu plácida imagen me parece un
sueño de ternura en mi desvelo.
Tu rostro angelical, rubio tu pelo,
juiciosa la razón, el alma sueña y, al
alba de mi amor, tu voz me enseña a
ver en tu candor la luz del cielo.
Espera un poco más, no alces el vuelo.
Paloma de la paz, quédate aquí; no
me dejes del olvido el desconsuelo.
Mirándome otra vez, dime que sí.
¿Qué más puedo alcanzar...? Si, eres el
cielo y estoy como en el cielo junto a ti.
Extraído de la Revista Villena de 1993
No hay comentarios:
Publicar un comentario