En el número 4 correspondiente al presente año 2024, aparece publicado en la Revista de estudios y divulgación histórica de Caudete llamada Capdenania Tierra de Fronteras, un artículo con el título Sobre el descubrimiento de la Dama de Caudete, firmado por J. J. Gavilán R., que dado su interés, rigurosa documentación que maneja y el hecho de que dicha escultura se encuentra entre los fondos del Museo Arqueológico de Villena, reproducimos a continuación, tras obtener la oportuna autorización de los responsables de aquella revista.
Sobre el descubrimiento de la Dama de Caudete
J. J. Gavilán R.
1. Introducción
Si hay una escultura de la antigüedad por la cual Caudete (Albacete) es conocido en el mundo de la arqueología, esta es sin duda su “Dama de Caudete”, que, junto con la “La Cierva”, son los objetos más representativos de aquel pueblo prerromano llamado por los antiguos escritores griegos íbero. La Dama de Caudete en la actualidad se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico de Villena, habiéndose convertido en todo un referente del mundo ibero al ser la única escultura con forma humana hallada en el Alto Vinalopó.
Los iberos formaban una sociedad eminentemente agrícola y sedentaria. Los lugares que elegían para la construcción de sus poblados eran generalmente colinas, al ser lugares más fácilmente defendibles.
La calidad de la tierra, los recursos naturales y el relieve geográfico que presenta Caudete, facilitaban los asentamientos en esta zona de pueblos de la antigüedad.
Sobre la presencia en el entorno de Caudete de civilizaciones antiguas encontramos numerosas referencias:
— D. Joseph Montesinos Pérez Martínez de Orumbella (1745-1828) en su Compendio histórico oriolano nos narra cómo “en el mes de octubre de 1757, cavando Francisco Aledo, jornalero de esta villa de Caudete hacia levante, como a medio cuarto de legua de la población, halló piedras, y vestigios de edificio antiguo, con visos nada equívocos que en el antiguo hubo allí algún templo, o a lo menos cementerio de algunas familias nobles de la muy antigua población”.(1)
D. Joaquín Roa y Erostarbe en 1894 nos narra cómo en la finca de la Alcoraya se descubren en 1879 “unos sepulcros de piedra labrada, de grandes dimensiones... y dos ánforas antiquísimas”.(2)
(1) MONTESINOS PÉREZ Y MARTÍNEZ DE ORUMBELLA, José. Compendio histórico-geográfico oriolano, (1791-1816). Libro IX, capítulo 6, fol. 807. A lo largo de los siguientes folios manuscritos, Orumbella continúa la narración de las distintas evidencias de la antigüedad halladas en Caudete.
(2) ROA Y EROSTARBE, Joaquín. Crónica de la Provincia de Albacete. Tomo II, Albacete, Imprenta y Encuadernación de la Viuda de J. Collado, 1894, pág. 175.
Sobre el término alcoraya hay diversas interpretaciones. Según Antonio Constán-Nava, de la universidad Valencia, significa “la calzada menor”, diminutivo de al- qari´a (3), y según Robert Pocklington procede claramente del árabe al-Qurayya “pequeña alquería” (aldea rural de pocas casas).(4) Los trabajos arqueológicos de exploración o sondeo de superficie efectuados en algunas zonas de Caudete (Capuchinos, La Rambla Honda, Puntal de los Anteojos, La Toconera, la Loma de la Perdiz, Cueva Santa, Los Santos, Bogarra) han puesto de manifiesto la presencia de civilizaciones de la antigüedad en su término municipal. El ejemplo más estudiado de estos asentamientos y sobre el cual se han realizado trabajos arqueológicos lo encontramos en El Real, paraje en las proximidades del Castillo de Caudete, y que a pesar de las agresiones urbanísticas que ha sufrido este yacimiento a lo largo de los años, ha dejado demostrada la presencia de un gran asentamiento ibero-romano en esta zona. (5)
A la gran cantidad de evidencias físicas de todo tipo encontradas a lo largo del tiempo en el entorno de Caudete añadimos esta moneda romana de bronce, hallada por José Sánchez García mientras efectuaba tareas agrícolas en el camino del Balsazo, a la altura de la planta fotovoltaica más próxima a este camino.
Se trata de un as de bronce, cuya cronología se delimita entre el 169 y el 158 a.C. La descripción de esta moneda que hacen M. Dobson y F. Morales se puede decir que coincide prácticamente en sus medidas con la encontrada en Caudete: “As romano. Bronce. Ø: 31 mm; 27,68 grs. Anverso: Cabeza laureada de Jano; encima I. Reverso: Proa de nave, a la derecha; delante, I; encima, la loba amamantando los gemelos. Cronología. 169–158 a.C.”.(6) La medición de nuestra moneda da: entre 32 y 33 milímetros de diámetro, 5 milímetros de grosor y con un peso aproximado de 32 gramos. Esta representación se empezó a extender en el Imperio Romano después de la victoria de Roma sobre Cartago, simbolizando el poder de Roma. Debido a la degradación del bronce que presenta esta moneda, solo podemos observar las dos primeras letras del nombre de la que fuera la capital del Imperio Romano: “Ro” (Roma).
2. Dama de Caudete
La Dama de Caudete fue localizada en la Rambla del Paraíso (también conocida como Rambla de Parpalla, Rambla de Ballesteros o Rambla de Valverde). Esta rambla se localiza geográficamente al oeste-noroeste de Caudete, en las proximidades del asentamiento ibero-romano de El Real.
Es una escultura de 68 cm de altura, datada en siglo IV a. C., tallada sobre piedra caliza blanca. Reproduce una imagen femenina sentada. A pesar de la erosión que presenta, podemos observar detalles muy interesantes: en la cabeza lleva un aderezo con forma de peineta sujeta por una diadema; esta queda oculta en la parte posterior por una alzada cubrenuca, cubierta por una mantilla, la cual en su parte posterior está oculta por un manto que, descendiendo por los hombros, oculta manos y pies, siendo posible apreciar los pliegues que dan forma a este manto. A pesar de que la mayor parte del cabello está cubierto, podemos observar parte de los rizos de su peinado en ambos lados de su rostro.
Sobre su pecho lleva tres collares, uno de ellos formado por varios adornos, y los otros dos, de mayor tamaño, con forma de cordón. El hecho de que la parte posterior de la Dama de Caudete esté acabada de una manera tosca nos está indicando que esta escultura estaría diseñada para ser contemplada solo de frente.
Sobre el vaciado de la parte posterior que presenta la Dama de Caudete, cuyas medidas son de once centímetros de longitud, cuatro de anchura, cinco de profundidad y con una capacidad de 220 cm cúbicos, encontramos dos hipótesis: una nos indica que “la reducida capacidad de esta cavidad y el estado limpio que presenta sugiere que fuera realizada para desempeñar la función de depósito de alguna ofrenda o contenedor de alguna reliquia”,(7) y otra nos dice que “puede tratarse de una variante cuyo uso sería cinerario”,(8) dedicado a contener los restos después de una cremación. Para otro investigador, la Dama de Caudete estaría “relacionada posiblemente con un pequeño santuario o con una necrópolis”.(9)
La escultura se encontró dividida en dos fragmentos, cabeza y busto, cada uno con su particular historia.
(3) CONSTÁN-NAVA, Antonio. “Huellas lingüísticas de época andalusí en la geografía de Villena, Caudete y Yecla”, p. 106, en LÓPEZ SERRANO, A., G. SEGURA HERRERO y J. F. GARCÍA SÁEZ (eds.) La frontera que une. La formación de la frontera entre Castilla y Aragón en el Sharq Al-Ándalus. Origen del estado de los Manuel. Real Academia Alfonso X el Sabio y Fundación Cajamurcia, Murcia, 2022.
(4) POCKLINGTON, Robert. “Toponimia ibérica, latina y árabe de la provincia de Albacete”, Al-Basit, 55, diciembre 2010, pág. 148.
(5) “Últimas intervenciones en el patrimonio arqueológico local: El Real y El Castillo de Caudete”. Conferencia realizada el 24 de enero del 2023 por Gabriel Segura Herrero y Daniel Azorín Juan. Estos arqueólogos ponen de manifiesto que estaríamos ante el mismo yacimiento estudiado en 1992 por M.ª Luz Pérez. La Tribuna de Albacete, 6 de febrero de 2023. https://www.latribunadeal-bacete.es/Noticia/Z28E9CBA7-9485-8F4E-0833010326B489D7/202301/Las-excavaciones-en-Caudete-deparan-numerosos-ha-llazgos.
(6) DOBSON, Mike y Fernando MORALES: “Monedas inéditas de los campamentos romanos republicanos de Numancia y Renieblas: consideraciones cronológicas”, p. 215. En Archivo Español de Arqueología, 2008, 81, pp. 215-216, donde citan a M. H. CRAWFORD: Roman Republican Coinage. Cambridge, 1974, p. 235, fig. XXX, 1.
2a. Descubrimiento de la cabeza de la Dama de Caudete
La cabeza de la Dama de Caudete, de unos 24 cm de longitud y con un peso aproximado de 8 kilos, apareció en 1945 junto a la Casica del Tío Alberto, propiedad de la familia materna de Alberto Benito Ángel, descubridor de esta parte de la escultura. Esta casica se localiza a la derecha del camino que nos lleva al cementerio, y a unos 130 metros del puente de San Miguel, construido sobre la Rambla del Paraíso.
El rostro, muy erosionado, presenta una mutilación producida por la herramienta (legón o azadón) que empleó Alberto durante los trabajos agrícolas que darían lugar al descubrimiento de la cabeza de la Dama de Caudete, consistentes en hacer un hoyo para la posterior plantación de un árbol, en un desnivel del terreno próximo a la casica. El joven Alberto (en ese momento estaba pendiente de cumplir su servicio militar) apenas contaba 18 años y no fue consciente de la importancia del hallazgo hasta que, pasados unos días, observó que aquella piedra estaba tallada, y la colocó y conservó de forma decorativa dentro de la Casica del Tío Alberto.
(7) RAMOS FERNÁNDEZ, Rafael. “Sobre el vaciado dorsal de la Dama de Elche: otra observación”. Lucentum. XXVII (2008), p. 65. Las medidas que aporta Ramos Fernández sobre el vaciado dorsal que presenta la Dama de Caudete son las oficiales que aparecen recogidas por el Museo Arqueológico Municipal de Villena en la ficha de información sobre la Dama de Caudete, que aparece en su página Web: http://www.museovillena.com/noticia.asp?idnoticia=141059.
(8) SOLER GARCÍA, José María. Guía de los yacimientos y del museo de Villena. Generalitat Valenciana, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, año 1989, p. 89.
(9) SIMÓN GARCÍA, José Luis. “Elementos arqueológicos de la cultura ibérica en Almansa”, en II Congreso de Historia de Albacete. I. Arqueología y Prehistoria, Albacete, 2002, p. 147.
(10) JARDÍ, Enric. NONELL. Biblioteca de Arte Hispánico. Barcelona, 1968, p. 58. La definición con la que aparece la cabeza de la dama de Caudete es: “Cabeza de piedra de Caudete (Albacete)”; esto es debido a que en el año de edición del libro todavía no había constancia del busto.
En 1957 su primo Miguel Molina Ángel, de profesión ferroviario, entró en contacto con el doctor honoris causa por la Universidad de Alicante en 1985 D. José María Soler. Este mostró desde el primer momento mucho interés por esta escultura, llegando incluso a realizar visitas de exploración al entorno donde fue encontrada la cabeza de la Dama. Al final, después de mucho insistir, consiguió que Alberto le cediese aquella escultura para su estudio, pero con la condición de que esta, una vez concluidos estos estudios, le sería devuelta, hecho que nunca se produjo. Ante sus reclamaciones, se le respondía que ese objeto no podía estar en su casa, sino en un museo. Para evitar posibles incordios, Alberto nunca quiso ir a visitar su descubrimiento en el Museo de Villena. Una vez que la viuda fue a visitar el Museo con un grupo de amigas, estaba allí D. José María, al que dijo que la cabeza de la Dama la había descubierto su marido, a lo que D. José María respondió que no había sido él, sino un ferroviario de La Encina (se refería al primo de su marido, Miguel Molina Ángel, quien acompañaba a D. José María en sus expediciones por Caudete). Mucho sintió la viuda estas palabras.
Este relato está basado en el testimonio dado por Fina Solera Rodríguez, viuda de Alberto Benito Ángel, una veintena de años más joven que él, la cual ahora tiene 76, y es una persona ágil y despierta. Mucho difiere esta realidad de la versión que da D. José María en 1961 sobre la adquisición por el museo de tan valioso objeto arqueológico: “Al atardecer del día 3 de septiembre de 1957, cuarenta y ocho horas antes de la fecha fijada en principio para la inauguración oficial del Museo, don Miguel Molina Ángel, antiguo amigo residente en La Encina y pariente cercano del propietario de la cabeza, nos hizo entrega de ella en el propio Museo y en presencia del Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Villena, don Alfonso Arenas García, a quien tanto debe la Arqueología de esta ciudad”.(11)
En 1981 relataba así D. José María la supuesta entrega: “No concedió Benito excesiva importancia al hallazgo, que anduvo rodando por la casa y sufriendo nuevos deterioros hasta que un pariente cercano, Miguel Molina Ángel, atisbó su posible valor arqueológico y, el día 3 de septiembre de 1957, pocos días antes de la inauguración del Museo, nos hizo entrega de ella con ejemplar desprendimiento”.(12)
(11) SOLER GARCÍA, José María. “Cabeza escultórica del Museo Arqueológico de Villena”, Archivo Español de Arqueología, vol. XXXIV, núms. 103 y 104, Madrid, 1961, p. 165. Este mismo escrito volvió a publicarlo D. José María en Villena: Prehistoria - Historia - Monumentos. Madrid, 1976, pp. 63-66.
(12) SOLER GARCÍA, José María. “La Dama de Caudete”. Historia de Villena. Desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII. Fundación José María Soler, Ayuntamiento de Villena, 1981, p. 23.
En 1993, en una guía del Museo de Villena, ya ni siquiera nombra D. José María al descubridor de la cabeza, solamente a su primo: ““El 3 de septiembre de 1957, pocos días antes de la inauguración del Museo, Miguel Molina Ángel hizo entrega de la pieza, que anduvo rodando por la casa y sufriendo nuevos deterioros”.(13)
2b. Descubrimiento del busto de la Dama de Caudete
El busto de la Dama de Caudete fue descubierto en octubre de 1961, a unos 150 metros rambla abajo del puente de San Miguel, por Dolores Muñoz Ribera, la cual se encontraba acompañada en ese momento de su hijo Constantino. En su Historia de Villena. Desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII, de 1981, D. José María consigna en la página 24 como descubridor del busto a su marido Alfaro Pla Martínez, y en la Guía de los yacimientos y del Museo de Villena, de 1993, página 89, no cita ningún nombre: “El Ayuntamiento de Villena adquirió la pieza por compra a su dueño el 22 de diciembre de 1972”.
En el Camino del Cementerio de Caudete nos encontramos con la Rambla del Paraíso, y para cruzarla lo hacemos por el puente de San Miguel; pero antes de cruzar este puente veremos junto al camino, a nuestra derecha, el Molino San Miguel. A finales de la década de 1950 los propietarios de este molino eran José Muñoz Golf y Salvadora Ribera Reig. Su hija Dolores Muñoz Ribera, casada con Alfaro Pla Martínez, en torno a 1960 recibiría la propiedad de este molino como herencia de sus padres, y al poco tiempo se procedería a su venta, reservándose Dolores el derecho al disfrute de los terrenos que se encuentran junto a la rambla y próximos al molino.
A mediados de octubre de 1961 Dolores, buscando adecentar el entorno de aquellos terrenos, mandó labrar el margen derecho del interior de la Rambla del Paraíso (más abajo del puente de San Miguel); su intención era la de plantar unos árboles (álamos o chopos). Cabe destacar que, debido a las dificultades que presenta el terreno, estos trabajos se tuvieron que realizar con vacas, que tiraban de un arado-vertedera con el cual se desfondaba el terreno. Este trabajo se tuvo que llevar a cabo con estos animales porque en estos años había poca maquinaria agrícola disponible en Caudete que pudiera hacer esa labor en el lecho de una rambla.
Mientras se labraba la tierra, Dolores, junto con su hijo Constantino, iban apartando las piedras que el arado iba sacando a la superficie, con el objeto de dejar el suelo libre de piedras para plantar los árboles. Según Constantino, esta acción dejó la huella del arado en la parte posterior de la escultura, con forma de un amplio surco diagonal (figura 5). En estos menesteres se encontraban Dolores y su hijo cuando una de las piedras que removió el arado llamó la atención de Dolores; a primera vista le pareció que la piedra estaba tallada, pero apenas pudo apreciar ningún detalle relevante debido a la gran cantidad de tierra adherida en aquel bloque de piedra caliza, por lo que decidió lavarla con el agua proveniente de un pequeño arroyo que cursaba por la rambla. Por aquellos años, junto a este margen de la rambla discurría un hilo de agua procedente de un pequeño manantial, que estaba a medio camino entre el puente del cementerio y los Tres Puentes de la carretera de Yecla.(14) Y, efectivamente, pudo confirmar aquella su primera impresión: se trataba de una piedra tallada. Acababa de descubrir lo que sería el busto de la Dama de Caudete.
Sin ser consciente de la importancia de aquel descubrimiento, y ante la imposibilidad de poder recoger la escultura debido a su peso, Dolores decide en ese momento dejarla en el mismo lugar donde la encontró hasta que posteriormente hallara la forma de poder recogerla, por lo que decide cubrirla con algo de vegetación y de tierra, y allí se quedó lo que sería el busto de la Dama de Caudete.
(13) SOLER GARCÍA, José María. Guía de los yacimientos y del Museo de Villena. Conselleria de Cultura, Educació i Ciéncia, Valencia, 1993, p. 89.
Pasaron los años, y en enero de 1970 la familia Pla Muñoz se traslada a su nueva casa situada en el fondo de un callejón sin salida, en la actual calle Concha Espina de Caudete. Dolores no se había olvidado de aquella vieja piedra, y le pide a su hijo Constantino ir a recogerla, pensando que quedaría bien como decoración en la nueva casa, y a por ella se fueron en el nuevo coche de Constantino, un SEAT 850. Habían pasado casi nueve años, pero aquella vieja piedra tallada seguía en el mismo sitio en el que la habían dejado. Constantino, con la ayuda de un amigo, logra sacar de la rambla el busto de la Dama de Caudete. Para esta labor se sirvieron de un capacho. Llevándolo en él, emprendieron el camino de vuelta al coche por una pequeña senda que iba por la margen izquierda de la rambla hacia la Balsica Puente, donde estaba aparcado el coche.
Recordemos que los cauces de las ramblas en estos años eran espacios de ocio para muchos caudetanos; por este motivo debemos reseñar que durante los nueve años que el busto de la Dama de Caudete estuvo en la rambla una vez descubierto, es muy probable que este fuera visto por otras personas, como le ocurrió a Juan Bañón Gil, que redactó una declaración jurada (figura 8) atribuyéndose el descubrimiento en agosto de 1967; en esa declaración dice: “asomaba una esquina de piedra tallada de unos doce o quince centímetros”.
Alfaro Pla Martínez era sastre de profesión, y debido a este motivo pasaban por la casa familiar numerosas personas. Esto permitiría que D. Jerónimo Hernández Santiago, cura de la pedanía villenera de La Encina, se fijara en la escultura, la cual estaba expuesta de forma decorativa en la nueva casa (figura 7). Este transmitiría la noticia a Don José María, y este, habiéndose informado de la importancia del hallazgo y su complementariedad con la cabeza de la Dama, urgiría a las autoridades villeneras a su compra. Estas, a lo largo de 1972, efectuaron varias visitas para ver la escultura, mostrando siempre un gran interés por ella; pero pese a su insistencia, siempre se encontraron con la oposición de la familia, que se negaba a desprenderse de la escultura. Pero tanta fue la insistencia que al final consiguieron su objetivo: llevarse a Villena el busto de la Dama de Caudete, pero solamente tras efectuar una oferta económica que la familia Pla Muñoz no pudo rechazar: 50.000 pesetas, que la familia se lo tomó como si le hubiera tocado la lotería. La intervención de D. Jerónimo Hernández Santiago también está confirmada por la familia en este proceso del busto, como asimismo la tuvo en el de la cabeza, como confiesa D. José María en su ya citado artículo de 1961 en el Archivo Español de Arqueología.
(14) En el pleno celebrado el 1 de septiembre de 1954 se pide ayuda al Instituto Nacional de Colonización para que emprenda las obras necesarias en la zona conocida la Rambla de Parpalla (actual Rambla del Paraíso) con el fin de aumentar la cantidad de tierras de cultivo disponibles y mejorar la captación de agua del manantial artesanal que allí existe.
La familia Pla Muñoz conserva el recibo del pago que se realizó por parte del ayuntamiento de Villena, firmado por su alcalde Pascasio Arenas López, a Alfaro Pla Martínez. En este recibo llama la atención el concepto reseñado: “una escultura ibérica hallada en el término municipal de Villena”.
Relato basado en el testimonio recogido de Constantino y Carlos, hijos de Dolores Muñoz Ribera y Alfaro Pla Martínez.
3. Zona donde se encontró la Dama de Caudete
Si hacemos una localización aérea del entorno donde se encontró la Dama de Caudete y dejamos indicados los lugares donde se encontraron la cabeza, cuadro rojo, y el busto, cuadro verde (figura 10), vemos que en sus proximidades se encuentra la Cañada de la Virgen (figura 11). Esta cañada es muy probable que, debido a su proximidad, tuviera continuidad hacia el camino de Montealegre, sobre todo al observar cómo transcurre en paralelo a la Rambla del Paraíso, que aportaría el agua imprescindible para la vida.
Siguiendo el trazado de este camino, llegamos a la carretera nacional CM-3209, y a la altura del kilómetro 54´400, ya en el término municipal de Montealegre, se encuentra el Cerro de los Santos (figura 12), considerado como uno de los yacimientos iberos más importantes de este país. En este yacimiento se encontró La Gran Dama Oferente del Cerro de los Santos de Montealegre del Castillo (Albacete). ¿Tendría algún tipo de relación con la Dama de Caudete?
Lo que sí podemos afirmar con toda certeza, es la importancia adquirida por Caudete en el periodo ibero por razón de su localización geográfica, al ser cruzado su término municipal por las antiguas vías de comunicación como eran el Camino de Aníbal o la Vía Heraclea,(15) que conectaban la zona del Levante con el interior de la Península Ibérica y que servirían de base para el desarrollo económico y social de los distintos asentamientos iberos de los cuales hay constancia en la zona.
En 1991 se organizó una exposición de arqueología caudetana en la cual la Dama Ibérica de Caudete volvió a Caudete. Esto fue posible gracias al entusiasmo de un grupo de caudetanos, entre los que destacamos a la arqueóloga M.ª Luz Pérez Amorós y al grupo arqueológico “La Cierva”. También contó con la colaboración del M. I. Ayuntamiento.(16) De esto hace ya más de 32 años. La Dama de Caudete no debería estar tanto tiempo sin volver por su casa.
Muestro mi agradecimiento tanto a Fina Solera como a Constantino y a Carlos por la colaboración prestada para dar a conocer este episodio de la historia de Caudete.
(15) PÉREZ AMORÓS, Luz. “El descubrimiento de la Dama de Caudete y su contexto arqueológico”. Revista de Moros y Cristianos. Caudete, 2023, pp. 402-405.
(16) PÉREZ AMORÓS, María Luz. “Comentarios sobre la Exposición de Arqueología Caudetana realizada en septiembre de 1991”. Revista de Moros y Cristianos. Caudete, 1992, sin paginar.
CAPDETANIA
Con el neologismo de Capdetania nos referimos a este rincón de la Deitania que comprendía a los Caudetes, y que también englobaba una porción no pequeña de terreno (La Encina y gran parte del valle de los Alhorines), formado a partir de Capdet, nombre que, junto con el de Caudete, se usaba cuando pertenecía al Reino de Valencia y también se usaba el valenciano. Por otro lado, Capdetania, considerado aisladamente, quiere referirse a todo lo relacionado con Caudete.
Y como Caudete ha pertenecido a tres Diócesis (Cartagena, Orihuela y Albacete), también ha formado parte, por su posición fronteriza, de tres Reinos: los de Castilla, Valencia y Murcia, lo que incluso la ha llevado a ser “isla” (“isla de Valencia” en tierras de Castilla). Por eso podemos decir, por antonomasia, que ha sido a lo largo de su historia “tierra de fronteras”.
Revista desarrollada por la Asociación Cultural Amigos de la Historia Caudetana
Presidente:
Antonio Conejero Rodríguez
Directora:
Natalia Cuenca Conejero
Equipo editorial:
Vicenta Clemente Micó
Francisco Díaz Clemente
Pedro Jorge Mollá
Francisco Gaspar Marco Sastre
Miguel Requena Marco
Diseño, maquetación e impresión:
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Enero de 2024
Diseño y maquetación portada:
Marina Fernández Gil
Fotos de Portada y Contraportada: Hipariones. Autor: Rudolf Farkas
Editado por la Asociación Cultural Amigos de la Historia Caudetana
en Caudete (Albacete)
Contacto: capdetaniarevista@gmail.com
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1.ª edición: 250 ejemplares
Depósito Legal: AB 513-2021
ISSN: 2792-7210
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