2024 ALFREDO Y MARTA UN AÑO POR EL MUNDO

“No visitamos tanto las ciudades porque un país se conoce desde la esencia de sus pueblos”. Alfredo y Marta, conocidos como Universal Nómada, llevan un año dando la vuelta al mundo subidos en sus bicicletas.

Por… Helena Lázaro.   www.periodicopueblos.com

Sábado, 13 de enero de 2024

¿Cuántas personas se plantean en algún momento de su vida dejarlo todo e ir a ver el mundo pero nunca se atreven a dar el paso? No es el caso de Marta Serrano, natural de Sacedón (Guadalajara, 1.566 habitantes) y su pareja, Alfredo Hernández, natural de Villena (Alicante) pero empadronado en Sacedón desde hace años, y que el 7 de enero de 2023 emprendieron un viaje con fecha de salida pero sin fecha de regreso para dar la vuelta al mundo pedaleando en sus bicicletas.

Con el nombre de ‘Universal Nómada’ han recorrido ya 12 países y cuentan su experiencia en redes sociales para dar consejos a potenciales futuros viajeros: ‘universal’ simboliza la diversidad de lugares que hemos explorado y exploraremos, sin restricciones geográficas, culturales o temporales. Mientras que ‘nómada’ expresa nuestro movimiento constante, sin un lugar fijo y la adaptabilidad a diferentes entornos”, explica Marta a Periódico Pueblos.

Para contextualizar, Serrano afirma que “esta aventura surge de las ganas de viajar y conocer otras culturas. Nosotros siempre hemos viajado en vacaciones, pero, al final, un mes se te queda corto y nos planteamos si podríamos irnos una temporada fuera”. La llegada del Covid aceleró sus planes: “ahí nos dimos cuenta que el momento es ahora. No hay que dejar las cosas para después porque puede ser que ‘el después’ no llegue y decidimos dejarlo todo para emprender un viaje de larga temporada”.

Mudarse de un piso de alquiler a una furgoneta camper.

Para lograrlo, Marta y Alfredo abandonaron el piso de alquiler donde vivían para mudarse, durante dos años, a su furgoneta camper que ellos mismos se crearon; vendieron todos sus muebles, sus coches, sus antiguas bicis –que no les servían para su viaje- y otras pertenencias con el objetivo de ahorrar dinero. Durante ese tiempo, continuaron en sus trabajos, ella es protésica dental y él mecánico de aviones ejecutivos.

Así fue como al día siguiente de Reyes del año pasado, dejaron definitivamente su camper para montarse en sus bicis y no bajar de ellas “hasta que nos cansemos de este estilo de vida y demos la vuelta a España, donde retomaremos nuestras profesiones que son nuestra pasión”, señala Hernández, que matiza que “el objetivo es ver el mundo con nuestros propios ojos, salir de nuestra zona de confort y crecer como personas”.

No necesitaron una preparación física previa: “siempre hemos hecho deporte, yo he hecho bici, pero Alfredo no, aunque no nos lo planteamos porque el viaje va día a día, si hoy hemos hecho 50 kilómetros, mañana podemos hacer 10 o incluso descansar si queremos. Hacemos lo que nos pide el cuerpo, vamos sobre la marcha”, cuenta Marta, que añade que “imagino que si planteas un viaje con una duración determinada y sí o sí tienes que hacer una media de 90 kilómetros al día, por ejemplo, necesitas estar preparado físicamente”.

Un viaje tranquilo, sin prisa.

Esa es una de las claves de su aventura, el día a día: “salimos desde Sacedón con idea de llegar a China pasando por Asia central. Luego también nos gustaría ir a Australia, África e incluso Sudamérica”. Marta argumenta que no pueden ir con una ruta marcada porque “igual un paisanos nos dice, desviaros por aquí que es una zona preciosa, entonces ya te cambian los planes”. Pero asegura que intentan ir por zonas de montaña, visitando lugares más pequeños "y no tanto las ciudades porque un país se conoce desde la esencia de sus pueblos. Sí hemos visitado también ciudades, claro, Budapest o Estambul son muy bonitas y pasábamos por ellas, pero no porque pensáramos ir especialmente a esos sitios, eso no es Hungría o Turquía, esa no es su esencia, eso es para otro tipo de viaje”.

En sus vídeos de las redes sociales dan consejos sobre dónde montar la tienda de campaña para dormir, cómo lavar la ropa, dónde comprar, qué hacer ante imprevisto como una tormenta eléctrica o si te encuentras con un animal salvaje... “nosotros hemos ido aprendiendo a base de prueba-error, por eso intentamos ayudar a la gente que quiera viajar de esta manera para que le sea más fácil y no tropiece donde hemos tropezado ya nosotros”, señala Alfredo.

Un año y 12 países después, la pareja tiene mil anécdotas que contar: “cada día tener muchas cosas que contar, cuando estás en tu trabajo, al final los días se basan en lo mismo, te vas al trabajo, comes, sigues, vuelves a casa o quizás vas al gimnasio y te preparas la comida para el día siguiente. Aquí nos pasan cosas maravillosas cada día”.

Por ejemplo, en Francia, un día de mucho frío en el que empezó a nevar, una chica les había visto comprar en el supermercado y después los vio refugiarse de la nevada en una caseta: “nos preguntó si teníamos sitios para dormir, le dijimos que no y nos ofreció su casa. Nos hizo la cena y, después, ella se fue a trabajar. Nos dejó allí, a unos completos desconocidos. Son cosas que te rompen los esquemas, no lo olvidaremos nunca, la recordamos con mucho cariño y, de hecho, seguimos en contacto con ella. Es una persona maravillosa”.

También en Rumanía tuvieron suerte: “en los pueblos pequeños por lo que pasamos cuando llegamos no podíamos sacar dinero y tampoco pagar con la tarjeta en los supermercados. El primer día hicimos varios kilómetros buscando tiendas. Al final del día estábamos cansados y hambrientos y no podíamos comprar”. Un ángel se cruzó en su camino: “entonces un chico nos vio, soltó su bici y nos dijo que no nos podía dejar sin comer, que él había estado en España y le habían tratado muy bien y que esa era su manera de agradecerlo. Son cosas que te tocan la cabeza, esa bondad y esa hospitalidad que no sabemos cómo agradecer”.  En definitiva, miles de historias que contar: “algunos ratos malos, otros buenos de risas, hay de todo”.

Dicen que los viajes se disfrutan tres veces: cuando los planeas, cuando los vives y cuando los recuerdas. Marta y Alfredo se encuentran en el paso dos, pero anteriormente han tenido otras experiencias muy enriquecedoras: “estuvimos un mes de mochileros en Vietnam, con la camper hicimos un viaje desde España hasta Croacia” y Marta también recorrido 900 kilómetros desde Sacedón hasta Santiago de Compostela subida en su bici: “pero no llevaba tanto peso como ahora. En aquel viaje llevaba nueve kilos y ahora llevamos algo más de 60 cada uno”.

Actualmente se encuentran en Turquía y su plan es llegar a Irán dentro de un mes, pero... ¿quién sabe a dónde les llevarán sus pedales?