Intro del Especial Navidad de Portada.info por José Sánchez Ferrándiz, en esta ocasión MariVi e Inma han dedicado el especial al antes y al después, consiguiendo reunir un buen número de fotografías de peñas y personas en un determinado año del pasado y una instantánea en la actualidad, el resultado ha gustado mucho a los lectores y no se desestima volver a realizar en otra ocasión.
El niño mira a la cámara y sonríe. Es 18 de abril de 1965 y es domingo, Domingo de Pascua a más señas. La foto se tomó en una calle, entonces sin asfaltar, que hoy recibe el nombre de la Virgen del Carmen, aunque entonces aún se llamaba Luis Rico Boyer. Asentada en pleno Barrio de la Morenica, entre bloques de humildes edificios de protección oficial y similar tipología, aquella calle se trazó a principios de la década de los sesenta del siglo pasado en plena expansión de la ciudad. En ella y en unos locales cercanos, a las espaldas de lo que hoy es el bar el Gordo, se instalaría provisionalmente durante un tiempo, la Parroquia de la Paz, cuyo primer sacerdote, natural de Salinas, era un hombre bondadoso y bueno llamado Jaime Brotons. Detrás del niño de la imagen, hay un terreno agrícola que se extiende hasta los pies de una montaña de suave pendiente, en el que parecen dibujarse vides y donde hoy se levanta el cuartel de la guardia civil que conocemos, que comenzaría a construirse unos años después. 
El tiempo pasa inexorable y con él, todo va cambiando, a veces de forma lenta y paulatina, casi imperceptible, aunque en otras ocasiones, lo hace de manera abrupta, incluso traumática, por lo que una imagen, congelada tras el disparo de un dispositivo fotográfico, es un tesoro para la memoria, que al observarla nos habla siempre desde un momento preciso del pasado, a través de las personas, lugares y situaciones que fueron captadas entonces.
Santi, a través de Villena Cuéntame, recopila, clasifica y expone de manera ejemplar y altruista, fotografías de un ayer más o menos distante en el tiempo, con un fondo documental alojado en su web, de miles de imágenes, cuyo número crece día a día y que nos cuentan historias, imprescindibles en la tarea de preservar la memoria colectiva de toda una ciudad y sus habitantes, quienes a pesar de los retos y dificultades que afrontan, se afanan por seguir avanzando hacia el futuro, tratando de no olvidar en el camino, el largo y duro trayecto que nos ha conducido hasta la Villena de hoy.
JOSÉ SÁNCHEZ FERRÁNDIZ.
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