A LA MADRE ESPAÑOLA
De pura sangre española,
una mujer dice ser,
de pura sangre española.
Igual que por tierras y mares
y mares del mundo corren
río y barcos veleros,
igual corre en sus venas
el querer de un hijo bueno.
Como corre el aire al mover
el agua, plantas y flores.
Con furor conserva el aroma
de su pelo por corona,
y no quiere deshojarse
como rosa sin regar.
Como se cuida en el huerto,
una maceta con rosal
una rosa de su pecho
no se quede sin regar.
No se pierda y se deshoje
al sol por el arenal.
Como buena madre
ella reza y guía
al pie de su rosal.
Ella sufre noche y día
por un querer sin igual
que su alma resplandece
como capullo en el rosal.
Crece al sol y al aire
un amor sin igual,
ese aroma de su alma
que jamás podré olvidar.
Como buena y pura madre
ella vigila noche y día
todo cuanto puede y más.
Y ella protege al hijo
como la espina del rosal.
De cualquier arrebato
que al viento pueda llevar.
A Esteban Dios conserve
y reserve de lo malo.
Como madre para guiarlo
con su corazón sin igual
por la senda de la vida,
por medio del arenal,
y como padres buenos
todos debemos de igualar.
Vuestro amigo
Blas Esteban Esteban
EL CHICHARRA EN GRAVEDAD
La Renfe espera de los viajeros
esta amabilidad. El pobre chicharra
se encuentra en gravedad.
No tiene solución
no sé cómo acabará.
Los factores han dicho
que no pueden con el mal,
si la Renfe no pone solución.
Su centro es Villena
pero no sé si llegará.
Ha salido de Cieza
con la fruta «cargá».
Es cosa delicada
y andar no anda más. «Na»
Estamos en lunes
y estamos en el ardal
y para el jueves, los albaricoques
¿cómo llegarán?
Tomates, bajocas y demás
coles, espinacas y cerezas
y plátanos y piñas de ultramar.
El chicharra está grave.
No sé cómo le vamos aliviar
en la olla «el pozo» el agua se va acabar.
Habrá que avisar al carche
como doctor regular
y a ver qué dice el chato
y su primo el ardal.
En el rosario hay
una vieja,
a ver si quiere rezar,
aunque no sea su tía.
Que llegamos
a la vereda «Buendía»
y a ver con el sol
sí puede mejorar.
Y con el caldo de la moratilla
que muy bueno está,
aunque con ceporrones
lo tengamos que calentar.
Por comer tomates
cerca del arenal,
un día descarriló
y al saladar no pudo llegar.
Y se llenaron las acequias de vino,
que parecía, llamar.
Hay que ponerle remedio
para llegar al arenal,
y llegó aquí la Morenica
y ya pudo descansar.
A ver si nuestra patrona
y la Renfe lo pueden remediar.
Tiene sus buenos talleres cerrados
y su jardín sin arreglar
y ya ve la Renfe
en qué le podrá ayudar.
Pasamos por el jardín
con sus baladres floridas
aunque agotadas están.
Y saliendo de Villena...
cuesta arriba para Biar
y para darle sustento
ceporrones habrá que cargar.
A ver si le damos solución
con peladillas de Alcoy
(qué buenas que son)
o en Biar con turrón,
o manzanas de Benejama
o éstas que son mejor.
La Renfe espera de la cultura
de los viajeros,
la necesaria cooperación,
para conservar
en perfecto estado los coches.
El que olvidando elementales
deberes de convivencia social
defraude esa confianza
sufrirá la correspondiente sanción.
Blas Esteban Esteban
Extraído de la Revista Villena de 1992
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