La Maravillosa Orquesta del Alcohol conquista Rabolagartija.
La propuesta folk de la banda burgalesa y el rap de La Mala Rodríguez disparan la temperatura del festival.
Tras la brutal jornada de arranque de Rabolagartija 2023, con la memorable actuación de La Pegatina, que dejó al público sin aliento, el festival volvía a abrir sus puertas a las 5 de la tarde del viernes para afrontar su segundo día.
Durante el mismo volvió a ponerse de manifiesto la apuesta por la diversidad y el eclecticismo del evento, con un cartel muy variado que tuvo el honor de abrir el compositor y poeta murciano Muerdo, que daba paso a la actuación de una propuesta muy esperada, la de La Plazuela, que con su fusión de flamenco, rock y electrónica se ha convertido en una de las bandas sorpresa de 2023.
El corte flamenco del evento se mantenía con las actuaciones de Raule y El Canijo de Jerez, que volvió a hacer las delicias del público con su simpatía y su combo de flamenco, rock y rumba, todo bien garrapatero, como no podía ser de otro modo, mediando entre ambos la propuesta de rock urbano de Los de Marras, siempre bien recibida por el respetable.
Mientras tanto, las actuaciones se sucedían en el Caparrilla Stage, el tercer escenario del festival, donde podíamos disfrutar de los shows de Mez-K, Boom Boom Fighters, Rodrigo Mercado, Mario Díaz, J Abecia, Skunk Funk y Awakate.
Hip-hop, folk, reggae, rock y rap
A las 22.20 horas, con la puntualidad acostumbrada, comenzaba un concierto muy esperado por muchos de los asistentes, el de La Mala Rodríguez, un icono del hip-hop nacional, que sigue arrastrando masas merced a su rap aflamencado y empoderado, porque a La Mala no hay quien le tosa.
Y sin solución de continuidad llegaba el turno del cabeza de cartel de la jornada, La Maravillosa Orquesta del Alcohol, que con sus influencias folk, blues, rock & roll y punk son capaces de llegar –y emocionar– a un público muy amplio y diverso, porque cuando se actúa y se vive con honestidad es más fácil atravesar corazas y llegar a donde se quiere, tal y como consigue siempre La MODA.
Tras la apisonadora burgalesa, las pulsaciones bajaron un poco con Green Valley y su reggae dancehall, pero solo era un pequeño paréntesis para tomar aliento antes de la traca final: el rap de barrio y con conciencia de clase de Ill Pekeño & Ergo Pro, el rock combativo y plurilingüe de Mafalda y el hip-hop moderno e inclasificable de Space Surimi para cerrar la jornada, una propuesta absolutamente gamberra que puso al público a bailar con desenfreno hasta la hora de cierre del recinto.
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