EL PUEBLO CONTRA... EL PUEBLO Por BENJAMÍN GÓMEZ SORIANO
Intento humildemente colaborar con la edición de la Revista Villena, en su número extraordinario de septiembre, nunca lo he hecho y carezco de la experiencia necesaria para realizar un artículo aceptable, por lo que pido anticipadas disculpas ante los fallos que en el mismo puedan detectar.
No obstante, aun reconociendo esta falta de experiencia, no he querido desaprovechar esta edición para tratar un asunto que atañe a muchos villenenses, así como a la cultura y tradición de este pueblo.
Como muchos de ustedes se imaginan, me estoy refiriendo al abandono del edificio que durante 68 años ha sido utilizado como Sede Social del Círculo Agrícola Mercantil. No puedo evitar, como socio de la citada entidad cultural de Arte y Deportes, que en mis años adolescentes encontré en el citado edificio mis más elementales necesidades de cultura y ocio, encontrarme totalmente sorprendido por la falta de cariño que dos sectores de la población han demostrado hacia el mantenimiento de nuestras raíces y cultura.
Uno de estos sectores ha estado compuesto por esos nuevos socios de la citada entidad, que solamente han venido a la misma al tener unas instalaciones donde sacarle un buen provecho a la cuota pagada, que jamás han colaborado con el mantenimiento de unas raíces, tradición y cultura, y que han preferido regalar estas «raíces» por veinticinco millones de pesetas, en lugar de haber colaborado mediante una derrama al pago de las deudas que generaron aquellas instalaciones de las que hoy se están beneficiando. Muchos socios han quedado apartados por esta inaceptable decisión, bajo mi punto de vista, y ellos sí colaboraron en la construcción de la Ciudad Deportiva, algunos ni tan siquiera han llegado a pisarla, hoy en agradecimiento a su desinterés y colaboración, os hemos arrojado a la calle.
El otro sector ha sido la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Villena, y como Concejal del mismo, no puedo por menos que verme involucrado en una «compra» que considero totalmente injusta, pero que ante el ofrecimiento realizado por la actual Junta Directiva de Círculo Agrícola Mercantil, como Concejal del Ayuntamiento no podía rechazar; o sea, recuperar la ocupación total del edificio por esos miserables millones que no han llegado a pagar el valor de las obras de consolidación del edificio realizadas por la Sociedad años atrás.
Como socio de la Entidad y Concejal del Ayuntamiento, creo que solamente podía hacer una cosa: no asistir al acto de entrega del edificio al Ayuntamiento de Villena, que se realizó el pasado día 30 de junio, por desacuerdo con ambas partes y en señal de protesta por esa falta de consideración al no saber respetar nuestras raíces, tradición y cultura, que es tanto como respetar la historia de un pueblo.
Socio n. ° 1.240 del Círculo Agrícola Mercantil y Concejal del Ayuntamiento de Villena.
Extraído de la Revista Villena de 1991
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