10 AÑOS DE SEMANAS DE CINE. Por ANTONIO V. MARTÍNEZ
El 22 de agosto de 1982, se puso en marcha una actividad denominada simplemente «Semana de Cine de Villena», En el momento de salir a la calle este artículo, se estará celebrando la 10.ª edición, Ha sido prácticamente una década en la que las formas de exhibición comercial en nuestra ciudad han variado sensiblemente.
Pero hagamos un poco de historia, todo empezó a raíz de un grupo de aficionados al cine, que en septiembre de 1981 nos juntamos para formar en Villena una asociación destinada al fomento de la afición y organización de actividades relacionadas con el amado Séptimo Arte. Así nació el Cine-Club VILLENA. Se pretendía entonces completar el panorama cinematográfico de la ciudad, con películas que no tenían acceso a los circuitos comerciales habituales. Y eso que Villena contaba con cuatro salas comerciales.
A los cinco meses de funcionamiento de cine-club y con gran éxito, se produjo el primer acontecimiento realmente significativo, el cierre definitivo del Cine Imperial, local donde habitualmente se realizaban las proyecciones del cine-club. Ya unos meses antes, dicho local acometió una importante reforma, dejando la planta baja a otro negocio y siguiendo con el cine sólo en lo que antes era el anfiteatro.
E cine-club pretendía programar sesiones de cine desde septiembre hasta junio y descansar en verano, al igual que el curso escolar. No obstante, paro no pasar tres meses «en blanco», se nos ocurrió a idea de concentrar la actividad veraniega en una so a semana de agosto, víspera de nuestras fiestas de moros y cristianos, y como actividad cultural en torno a ellas. Nació así lo que pretendía ser una selección de las mejores películas estrenadas a lo largo de la temporada, presentadas a modo de festival, en unas fechas claves y a precios reducidos. A ello contribuyó el poder contar con la sala del Cine Imperial, a pesar de permanecer cerrada para su actividad comercial.
El éxito de dicha iniciativa no pudo ser mayor, vendiéndose el aforo completo del local en una de las sesiones, tres días antes de iniciarse la semana.
Pero el año siguiente, se pretendió elevar más si cabía el nivel de tal acontecimiento, por lo que unido al hecho de que definitivamente no se podía utilizar más el Cine Imperial, se buscó la colaboración de la empresa más fuerte, la del Cine Cervantes. En años sucesivos, se utilizó el Teatro Chapí, primero como empresa particular, y en 1986 tras su cierre definitivo como local municipal.
A lo largo de esos años, se había producido el cierre además del Cine Avenida, con lo que la actividad comercial quedaba reducida a una única sala que es la que permanece en la actualidad.
Resulta curioso, que en una época denominada de crisis para el sector, tuviera tanto auge la Semana, convirtiéndose poco a poco, casi en la única forma de exhibición cinematográfica en Villena. Incluso las habituales sesiones del cine-club, iban perdiendo fuerzo e interés paulatinamente.
La solución definitiva vino en 1987, año de celebración de la Sexta Semana, al finalizar las obras de construcción de la nueva Casa de la Cultura. Por fin, se disponía de un local en condiciones idóneas para proyectar. A pesar de no haberse inaugurado oficialmente, ese mismo año se celebró en la Casa. Incluso el cine-club tuvo un nuevo resurgir en años posteriores.
Hoy en día, sin embargo, se ha producido un nuevo retroceso, al no existir ya ni el cine-club como tal, ni tan siquiera una actividad regular de cine a lo largo de todo el año.
La Semana de Cine celebra su 10° aniversario como actividad plenamente consolidada y que cada año va a más. Pero es una isla, un oasis en un paisaje desolador. Y eso no está bien.
Quizás deberíamos plantearnos el por qué en agosto se acude masivamente a ver cine y no el resto del año. En cualquier caso, es el Ayuntamiento el que debería promocionar una actividad regular a lo largo del año, que tuviera su colofón o broche de oro en agosto con la Semana.
En cualquier caso, esperamos que tal circunstancia se produzca pronto y el próximo año en estas mismas páginas, celebremos no sólo un año más de Semana de Cine, sino también podamos hacer balance de todo un curso.
De momento, ahí queda para la historia, cómo en diez años, Vi lena ha visto nacer, crecer y consolidarse definitivamente, una actividad destacada, que convierte a nuestro pueblo durante diez días en centro cultural, y foco de atención de los aficionados al cine de toda la comarca. La Semana de Cine de Villena ya es mayor de edad, seguramente no desaparecerá, pero se encuentra sola y necesita compañía, lucharemos por dársela lo más pronto posible.
Extraído de la Revista Villena de 1991
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