A través de España. Lo que he visto en este viaje
El Casino-Teatro de Chapí, en Villena, cuna del ilustre músico.
Vino, mujeres y alegría.
Villena es un pueblo precioso, alegre, bien cuidado, sumamente hospitalario y muy gentil.
En el viejo señorío se habla con un acento delicioso, entre almeriense, murciano y alicantino, que presta un atractivo más a sus encantadoras mujeres. Porque Villena, además de su castillo famoso, de su magnífico Casino-teatro de Chapí, de sus perfumados jardines, de sus soberbios templos y de sus hijos ilustres, tiene unas mujeres maravillosamente hermosas, de las que es reina esta monísima Merceditas Tarruella, cuya belleza rubia pueden admirar nuestros lectores.
Patria de Joaquín María López y de Ruperto Chapí, Villena es un pueblo que rinde pleitesía a la cultura y al deporte, y para ello cuenta con el magnífico campo de fútbol del Rubial, fundado en 1931 por D. Diego Pardo y donde el Villena F. C. se entrena y lucha.
La Sociedad Cooperativa de Casas Baratas, que preside D. José Valiente Valiente; el Círculo Villenense, fundado hace treinta y cinco años; la iglesia parroquial de Santiago, cuyas columnas salomónico-helicoidales sólo pueden competir con las de la Lonja de Valencia y una parroquia catalana; el templo de Santa María, etcétera, etc., son joyas que Villena conserva con orgullo y con amor.
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