ACTIVIDADES DE PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS DESARROLLADAS POR LOS SERVICIOS MUNICIPALES DE TOXICOMANÍAS Y GABINETE PSICOPEDAGÓGICO
1. INTRODUCCIÓN
Anteriormente cuando se ha hablado de prevención de las drogas, muchas veces se ha entendido ésta como la realización de una charla con los chicos jóvenes, sobre todo, en la que se les instruía sobre los peligros y males de las drogas, ilegales, generalmente.
Hemos intentado realizar una transición entre este esquema, todavía muy arraigado en el entendimiento de padres y profesores, y una forma de comprender la prevención de forma activa, considerando que la mejor manera de comenzar a trabajar el tema no es dirigiéndonos directamente a la población de más riesgo, haciendo de la ocasión un hecho extraordinario en que «unos señores desconocidos nos hablan sobre un tema importante...».
Así, hemos entendido que la mejor forma de crear unas condiciones óptimas de prevención es la de que se conciencie a los educadores directos de los niños y jóvenes, padres y profesores.
Hemos intentado incidir en la importancia de las drogas legales frente a las ilegales, intentando desmitificar estas últimas.
Hemos realizado, por último, un tímido intento por incluir a los padres dentro del programa de prevención, algo que a nivel teórico se escribe, pero que llevar a la práctica es difícil —como hemos comprobado—.
Aunque los objetivos y la metodología planteados son limitados y conscientes de los errores que hemos cometido, creemos que esta experiencia puede servir como introductoria para otras más extensas y profundas que se puedan realizar en el futuro.
OBJETIVOS GENERALES
1 .—Informar sobre las drogas y su problemática a los distintos colectivos objeto de la campaña de prevención: padres, profesores, comunidad en general.
2.—Fomentar el cambio de actitudes, así como los comportamientos saludables de los adultos de cara a servir como modelos a niños y jóvenes.
3.—Modificar el clima social acerca del tema de las drogas fomentando una postura saludable frente a ellas.
4.—Crear las bases para futuras acciones de prevención que tengan como agentes de intervención a padres y profesores.
DESCRIPCIÓN DE ACTIVIDADES
Las actividades a realizar dentro de la campaña preventiva venían articuladas alrededor de lo que consideramos tres agentes fundamentales de educación y socialización en el niño y adolescente: los padres, la escuela y los medios de comunicación.
De esta forma pretendemos incidir en la responsabilidad que como promotores y ejemplos de salud tienen estas tres fuentes de influencia.
3.1. Seminario de formación con el profesorado de los colegios de E.G.B.
En este sentido se organizó un seminario, al que se asistía de forma voluntaria, acudiendo una cantidad variable de profesores del claustro. La media de asistencia al seminario se sitúa en torno al 45% aproximadamente.
La actividad se estructuró en 4 sesiones de dos horas de duración en la que se combinaban la exposición de contenidos con medios audiovisuales: transparencias, diapositivas, vídeo. Anteriormente se rellenaba un cuestionario de conocimientos y actitudes previas.
En la segunda parte de la sesión se proponía un coloquio donde surgió la oportunidad de contrastar la información y actividades propuestas con la práctica diaria del profesorado, viendo en este caso matices, dificultades o formas distintas de enfocar problemas surgidos en el aula.
Se entregó a cada profesor un dossier que completaba el contenido del curso, entre el que estaba el cuaderno informativo realizado por nosotros.
Nuestra intervención incidió fundamentalmente en algún punto como:
Comprensión de los factores que pueden llevar al consumo y abuso de drogas.
Importancia del aprendizaje vicario.
Incidencia, sobre todo, en los peligros de las drogas «legales» frente a las ilegales.
Importancia de la prevención inespecífica entendida como la adquisición de habilidades y estrategias humanas capaces de afrontar el consumo de drogas (la incitación al consumo).
Importancia del análisis de publicidad como forma de adquirir conciencia crítica frente al de la presión publicitaria.
Además, en la última sesión se rellenaba un cuestionario de evaluación en el que pretendíamos conocer cuáles eran los errores a subsanar en un futuro. Ofreciéndoles a todos los grupos la posibilidad de continuar de algún modo el Seminario (profundizando en los temas desarrollados, planificando acciones preventivas en el aula, etc.) si lo consideraban necesario.
3.2. Trabajo con padres
El trabajo con padres lo canalizamos a través del contacto con las APAS de los distintos colegios y del Instituto de Bachillerato. En este caso las posibilidades de intervención son más limitadas ya que la asistencia de los padres a los actos organizados por el Centro son reducidos (el mayor porcentaje de participación que obtuvimos se situaba alrededor del 25% en un colegio) y además trabajamos con una población cuyo nivel de formación era muy heterogéneo, por lo que debíamos utilizar unos contenidos muy asequibles.
Se diseñó una intervención referida, fundamentalmente, a la información contenida en el cuaderno orientativo «Familia, Educación y Drogas», ampliada un tanto de cara a los aspectos familiares. El método utilizado era el de una exposición de contenidos apoyada con diapositivas.
Al principio de las sesiones, se rellenaban los cuestionarios en los que intentábamos conocer cuál era el nivel de información de los padres en cuanto a las drogas. También intentábamos conocer cuáles eran las actividades posibles ante un supuesto consumo de drogas por parte de sus hijos, así como el conocimiento que en recursos se tenía.
En una segunda parte se planteaba un coloquio en el que se estudiaban todas aquellas cuestiones que interesaban.
Por último, se hacía entrega del cuadernillo divulgativo «Familia, Educación y Drogas» a los padres. Al igual que en los seminarios para profesores pretendíamos resaltar algunos aspectos:
1. La importancia para los padres de estar suficientemente informados.
La incidencia de las drogas legales frente a las ilegales.
El valor que como modelo en cuanto a actitudes y comportamientos tienen los padres para los hijos.
Recalcar la importancia que tienen el fomento de la comunicación, la tolerancia y las actividades de ocio y tiempo libre dentro de la familia.
3.3. Trabajo con medios de información
En este área de trabajo las posibilidades de intervención se centraron en la realización de programas de radio de cara al público en general y en la publicación de un cuaderno orientativo y de una serie de artículos en la prensa local.
En el primer caso el cuaderno pretende situarse en la perspectiva de intentar ofrecer una información precisa y suficiente a las necesidades de padres y profesores, o en todo caso, servir de base para intentar comprender un poco mejor el fenómeno de la droga.
Pero además de la información, nuestro objetivo intenta ser más ambicioso al plantear el cuestionamiento de nuestras actitudes ante el consumo de drogas. Debemos tener en cuenta, que padres y profesores somos modelos muy importantes para los niños, no tanto por lo que decimos, como por lo que hacemos.
Es por esto que el cuaderno incide de forma especial en las drogas que muchos no consideran como tales, las llamadas drogas legales como el tabaco, el alcohol, etc., que son las que, por otra parte, constituyen el mayor problema de salud individual y social.
Hemos intentado, por último, situarnos siempre desde una óptica preventiva. Primero por el mismo carácter informativo del cuaderno, y segundo por el trabajo en una serie de actitudes y actividades saludables en relación a las drogas.
Además, se realizaron una serie de cuatro programas de radio en horas de máxima audiencia en los que se trataron diversos temas relacionados con el consumo y la prevención de drogas.
EVALUACIÓN.
4.1. Evaluación de las actividades con profesores
En general en los criterios que el profesorado tiene sobre la droga se denota bastante convencionalismo. Los resultados del Cuestionario de Evaluación de los 60 profesores que realizaron el Seminario fue el siguiente:
Un 78% de los profesores está de acuerdo con la distinción entre drogas duras y drogas blandas y un 73% no legalizaría el consumo de drogas.
—Asimismo una abrumadora mayoría, el 85% piensa que hay drogas de las que se puede hacer un uso correcto.
Todo ello confirma la necesidad de aclarar conceptos tan importantes como qué es una droga, porqué una sustancia puede ser considerada droga, o qué diferencia hay entre droga y fármaco.
—Está claro además que como es habitual en nuestra sociedad se identifica peligrosidad de una droga con su legalidad/ilegalidad, así en la clasificación que presenta el profesorado el alcohol se encontraría en la 5.a posición, Hachis en 3.ª mientras que según la OMS el alcohol debería estar el 2.° y el Hachis el 5.°.
Además, un 35% piensa que las bebidas alcohólicas alimentan y un 32% niega que una persona que bebe un litro de vino al día sea alcohólica y un 13% lo duda.
—Por otro lado, se pone de manifiesto la concienciación que socialmente se está adquiriendo sobre el problema del tabaco, ya que un 63% afirma que un fumador habitual sí es un drogadicto.
—Cabe resaltar que la gran mayoría, un 93% considera que merece la pena trabajar estos temas en el aula.
—Por último, cabe señalar que la principal motivación para realizar el Seminario ha sido la de lograr mayor información sobre el tema, y que un importante grupo de profesores, el 47% busca dicha información para ayudarle en su labor formativa.
El Cuestionario de evaluación fue cumplimentado por 42 de los 60 profesores que hicieron el curso. Los datos más importantes son:
Un 89% consideró adecuado el nivel de los temas tratados.
Un 79% calificó de suficientemente claros y apropiados para las necesidades del profesorado los contenidos de las distintas sesiones.
4.2.—Evaluación de las actividades con padres.
Los resultados del cuestionario que creemos interesante destacar son los que a continuación detallamos:
La mayoría de los padres (el 94%) entiende que el alcohol y el tabaco son drogas, lo cual supone un gran avance con respecto a actitudes mantenidas hace unos años en torno a estas sustancias. No obstante, como luego comprobaremos existe una diferencia en cuanto a la peligrosidad de éstas.
—El 97% de los padres cree entender que en Villena existen problemas con las drogas, aunque no se especifica.
En cuanto a la visión que tenían los padres referente a la capacidad de autonomía de sus hijos los datos apuntan a que la mayoría cree que aún necesitan consejo y la protección de ellos (lo cual es hasta cierto punto lógico, dado que al ser la mayoría niños de EGB, los padres tienen una visión todavía de niños pequeños); no obstante es interesante constatar cómo un gran número de respuestas marcaban la opción anterior —Aún necesita mi consejo y protección—, junto a la que expresa que necesitan un dialogo razonado de igual a igual. En este sentido apoya esta última idea los porcentajes de los resultados obtenidos en la pregunta 4, en la que atendiendo al caso de que algún hijo consumiese droga, se preguntaba cuál sería la reacción de los padres. En este caso el 38,6% de las personas trataría de dialogar manteniendo la calma. Esto señala a nuestro entender que los padres apuntan cada vez más y ven la necesidad de dialogar de forma no autoritaria con sus hijos.
En cuanto al conocimiento de recursos para el tratamiento de toxicómanos, el 67,8% de las personas dicen no conocer ninguno. El 24,7% conocía algún recurso, siendo estos últimos generalmente granjas o centros especializados. Lo cual indica que aunque la gente entiende —según las respuestas a la pregunta anterior— que en caso de problema deben acudir a un especialista, sin embargo en este caso, un amplio porcentaje desconoce dónde debería acudir, denotando una escasa información al respecto.
—A la pregunta de si su hijo necesita recibir información sobre este tema, la mayoría (91,1%) opina que es necesaria, sólo un pequeño porcentaje cree que su hijo no necesita información (5,4%). De ahí la importancia que tiene la escuela como elemento formativo-informativo para incidir en este tema.
Por último con el ítem referido a la ordenación de las sustancias nombradas (Tabaco, hachis, alcohol, heroína, según su peligrosidad), pretendíamos conocer cuál es la percepción que se tiene respecto a estas sustancias (2 legales, 2 ilegales). Los datos confirman que la ordenación realizada coincide en un gran porcentaje (57,14%) con el siguiente tipo:
La) Heroína 2.a) Hachis 3.a) Alcohol 4.a) Tabaco.
Ordenación que hace coincidir la peligrosidad de la sustancia con el hecho de su legalidad /ilegalidad. Así aunque en el primer ítem hemos visto que la mayoría de las personas en-tiende que el alcohol y el tabaco son drogas, éstas son consideradas como menos peligrosas. Hecho constatado ya en la evaluación de los profesores.
Nosotros consideramos que cualquier droga puede ser peligrosa dependiendo de las circunstancias de su uso, no obstante, atendiendo los criterios de la OMS, un 9,1% de las personas habría realizado una ordenación correcta de las sustancias: 1.° Heroína, 2.° Alcohol, 3.° Hachis, 4.° Tabaco.
La mayoría de las actividades descritas se han realizado y/o iniciado durante el curso 88/ 89. Durante el curso 89/90 se ha continuado la elaboración de materiales, videos didácticos, para la ampliación de la formación a padres y profesores.
Miguel Sanchiz.
Psicólogo Gabinete Psicopedagógico
Francisco José Medrano.
Psicólogo Servicio de Toxicomanías
Extraído de la Revista Villena de 1990
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