El caso de Antonio Pérez Torreblanca
Apenas contaba medio año de vida la España de la nueva república y Villena ya contaba con villenenses ocupando cargos de gran envergadura en el gobierno de la nación. Tanto es así que el 28 de octubre de 1931 Pedro Requena aprovecha la sesión del Ayuntamiento de aquel día para solicitar formalmente nombrar como Hijo Predilecto de Villena a Antonio Pérez Torreblanca, Director General de Agricultura desde abril de ese año, como testimonio de agradecimiento por su continua dedicación a la ciudad que le vio nacer(1).
A simple vista, Antonio Pérez Torreblanca es una persona normal. Natural de Villena, se había titulado bachiller en Valencia en 1915(2) y se forma como abogado, carrera en la que destacará de manera notabilísima.
Ya desde su juventud forma parte de los seguidores de Antonio Maura y dentro de esta corriente progresista, se ocupará en participar políticamente primero en Villena y luego en Alicante(4) donde fija principalmente su residencia.
Es uno de los que organizan el partido maurista para Villena, partido al que pertenecerá como vocal desde su constitución(3) junto a Rafael López Santonja y Luciano López Ferrer, entre otros. Posteriormente se enroca primero en los socialistas federales de Pi y Margal y de ahí a las filas Radical Socialista propugnada por Marcelino Domingo.
1 López Hurtado, César. Memoria del poder municiapl en Villena. Ayuntamientos de la ciudad durante los siglos XIV al XXI. Ed. M.I. Ayuntamiento de Villena, 2017. p. 482.
2 Las Provincias 11 de julio de 1916, pág. 2.
3 Ciudadanía, 5 de mayo de1916, pág 3
También lo encontramos como columnista en revistas como Letras Levantinas participando junto a firmas como Oscar Esplá o Gabriel Miró. Hasta aquí, nada que llamase con efervescencia nuestra atención.
Al poco de seguir su carrera en Alicante, ya empezamos a descubrir cómo la prensa del momento lo califica de notable jurisconsulto. Brilla en su carrera dentro de la abogacía y en su perfil político como gran orador que es alabado tanto por la prensa por sus mensajes y alocuciones, como por las personas que acuden a sus actos con cuyos aplausos y ovaciones interrumpen habitualmente su discurso.
Tras su paso a ocupar asiento en el Consejo del Canal de la Huerta de Alicante , su participación municipal en el consistorio alicantino se hace más visible y se presenta a concejal en las elecciones de 1931 por el distrito 2º San Francisco de Alicante. Ganará los votos suficientes y el 17 abril de ese año queda incluido en el nuevo equipo municipal de esa ciudad.
Con esta baza y por su experiencia en la organización de sindicatos agrarios y en afrontar problemas de carácter social agrario en la provincia de Alicante, el propio Alcalá Zamora lo nombra Director General de Agricultura.
Ocurre el mismo 23 de abril. Ese día se reunía el Consejo de Ministros del Gobierno provisional, presidido por Niceto Alcalá Zamora, para coger las riendas del Estado una vez era evidente la caída de Alfonso XIII. En dicha reunión el Consejo de Ministros provisional realizaba una serie de cambios entre los que incluía aprobar las bases sobre la reforma del Consejo de Estado, ordenar al ejército que firmase un juramento de adhesión a la república y obedecer sus leyes, se decidía la cesión del palacio del Alcázar al Ayuntamiento de Sevilla, el palacio de Pedralbes al de Barcelona, y el de la Almudaina y el castillo de Bellver a Palma de Mallorca, y además, se firmaba el cese y la necesaria renovación de cargos dentro del gobierno ocupados hasta ese momento por miembros designados por el gobierno saliente. Entre los nombramientos, Antonio Pérez Torreblanca es designado Director General de Agricultura(5). Así pues, a las 11:30 de la mañana del 24 de abril tomaba posesión de su nuevo cargo en Madrid(6) .
Su figura goza de tremenda simpatía dentro del nuevo gobierno republicano y será uno de los acompañantes del propio Niceto Alcalá Zamora en el día de toma de su cargo como Presidente de la República en su calidad de Diputado a Cortes Constituyentes por Alicante.
4 Diario de Alicante 2 de diciembre de 1929, pág. 1.
5 El Bien Público, 23 de abril de 1931, pág 3.
6 La Libertad, 25 de abril de 1931, pág 5.
Como villenense, un año antes del advenimiento de la segunda República, participará activamente en el homenaje a Chapí que tendrá lugar en Alicante. El acto se celebra el martes 25 de marzo de 1930 a las 12 del mediodía con el descubrimiento de un busto erigido al insigne músico en la plaza del lado izquierdo del Teatro Principal. Asisten representaciones de todas las entidades de la ciudad, comisiones de diversos pueblos y, por supuesto, de los ayuntamientos de Villena, de Alicante y de la Diputación Provincial. El alcalde de Alicante, Florentino de Elizaicín era el encargado de realizar la ofrenda al insigne músico y “Antonio Pérez Torreblanca, como paisano de Chapí, tendrá el honroso cargo de ser la voz de la ciudad de Villena”(7), discurso que terminó siendo interrumpido varias veces por los aplausos de los oyentes y contó con una prolongada ovación final.
No obstante, mientras su carrera profesional y política crecía como la espuma, a nivel familiar, Antonio Pérez Torreblanca tendrá que hacer frente a diversas calamidades.
En octubre de 1925 contrae matrimonio con “la bella y joven” Rafaela Guardiola Costa(8). Un par de años después, el 31 de agosto de 1927 nace su primer hijo, Antoñito que muere un par de días después(9) . El padre de Antonio Pérez, Antonio, también enferma ese otoño y termina muriendo el 21 de noviembre del mismo año(10). Por entonces la familia tenía su casa en la calle San Idelfonso, 2 de la capital alicantina.
Un año después, en septiembre de 1928, vuelve a tener descendencia. El matrimonio trae al mundo a una hermosa niña, Encarnita, que también muere tras larga enfermedad a los 22 meses. Era enterrada el 27 de noviembre de 1930 a las cuatro de la tarde(11). Todo parecía indicar que su gran éxito político y judicial tenía un alto coste sobre su faceta familiar. La muerte de su segunda hija afectará a la salud de Antonio Pérez Torreblanca que pasará un tiempo indispuesto.
La pérdida de Encarnita llegó cuando Rafaela estaba de nuevo en cinta. Da a luz el 5 de enero de 1931 a un niño(12), el tercero del matrimonio, y la familia a modo de dejar atrás ese nefasto pasado, traslada su residencia a la avenida Doctor Gadea, 3. El traslado no evitará que el tercer hijo de Antonio y Rafaela caiga también enfermo.
El 5 abril 1932 dimite de su cargo como Director General de Agricultura con carácter irrevocable(13) y casualidad o no, afortunadamente su tercer hijo se recupera favorablemente de la enfermedad.
7 El Luchador, 24 de marzo de 1930 pág 1
8 El Luchador 23 de octubre de 1925, pág 2.
9 El Luchador 2 de septiembre de 1927, pág 2.
10 Diario de Alicante, 22 de noviembre de 1927, pág. 6.
11 El Luchador,-27 de noviembre de 1930, pág. 2.
12 El luchador, 31 de enero 1931, pág. 2.
13 La Libertad, 6 de abril 1932, pág. 3.
No obstante, mantendrá su escaño como Diputado a Cortes por Alicante y su interés y preocupación por la agricultura alicantina y en especial de su pueblo natal, ya que estará, por ejemplo, presente en la Asamblea que se celebre en el teatro Chapí de Villena el 16 de julio de 1933 con representantes del resto de provincias afectadas por el mildeu, como Albacete y Murcia. Antonio Pérez Torreblanca presidirá la mesa junto al entonces alcalde de Villena, José Cañizares Domene. Allí Antonio dio lectura de una carta que había recibido del propio ministro de Agricultura, y amigo personal, Marcelino Domingo, con quien había intercedido directamente para abordar posibles soluciones a los productores de los viñedos afectados(14).
Tras las elecciones de 1933 no recupera el cargo de Diputado pero se mantiene activo políticamente a nivel local en Alicante, donde también seguirá ejerciendo su carrera judicial como abogado.
La familia de Antonio y Rafaela crece con una hermosa niña(15), la cuarta, el 6 de junio de 1936 pero al mes siguiente comenzaba la Guerra Civil y como la vida de tantos, todo se fue al traste.
Una vez producido el levantamiento la República vio necesario crear comités con los que gestionar el reclutamiento al ejército de voluntarios y darles formación. Antonio Pérez Torreblanca es nombrado Comisario civil de la circunscripción o base del Ejército de Murcia(16) y tan sólo una semana después, el 2 de agosto, el Presidente del Consejo de Ministros, José Giral Pereira, lo nombra personalmente y mediante decreto consejero permanente de Estado(17).
El 1 de diciembre de 1938 ofrecerá una última conferencia en Madrid sobre El tema “Aportación al estudio de la política agraria de Izquierda Republicana”(18).
Sabemos de forma casual que Antonio Pérez Torreblanca termina exiliado. En 1960 un reportaje especial que la agencia de noticias FIEL realizaba para Diario de Burgos sobre españoles por África, más concretamente en el capítulo III y en un artículo titulado “un país donde la mujer lleva la voz cantante”, el reportero visitaba el Congo desde su capital Brazzaville. Allí hablaba con españoles afincados allá como un tal García, transportista, un comerciante de apellido Luque, 5 monjas entre las que estaba la Madre de las novicias de las de San José de Cluny, que se apellida Navarrete, un tal Luis López, redactor y traductor y dos exiliados: Antonio Pérez Torreblanca y un tal Fontecha, apostillando que “los dos se han largado con viento fresco”(19).
14 El Luchador, 17 de julio de 1933, pág. 1.
15 El Luchador, 6 de junio de 1936, pág. 3.
16 El Día, 21 de agosto de 1936, pág. 1.
17 La Libertad, 26 de agosto de 1936, pág. 4.
18 La Libertad, 30 de noviembre de 1938, pág. 2.
19 Diario de Burgos, 29 de octubre de 1960, pág. 3.
Enviado a Villena Cuéntame por Carlos Sirera Soler. Incluido en un libro que autopublicó hace unos meses, Tempus Fugit II – Soler Pastor, por la editorial Bubok., 2022. p. 125 y siguientes.
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