Vida Agrícola. por José García Navarro
REANUDANDO el homenaje más fervoroso que Villena tributaba todos los años en sus fiestas de Septiembre, a su Excelsa Patrona la Santísima Virgen de las Virtudes, interrumpido durante tres años por la dominación de hombres sin Dios y sin respeto a las gloriosas tradiciones legadas por nuestros antepasados, siento satisfacción infinita al cooperar con este modesto artículo, en la Revista de Fiestas «Villena Azul».
Se me indica el tema y la limitación del trabajo por tratarse de una Revista con los fines indicados, limitándome solo a reflejar a grandes rasgos las características más importantes del agro villenense.
La Agricultura de nuestro pueblo, siempre se desenvolvió en un ambiente de prosperidad, por estar dotado como pocos, de riquezas naturales, que le permiten tener una gran zona de riego. En cambio las tierras de secano, dada la pertinaz sequía, sufren una verdadera tragedia, aumentada por el abandono de los rojos durante su dominación, ya que el ochenta por ciento de las fincas colectivizadas, ni las han podado en sus tres años.
La zona de riego tiene fácil solución, creando un Sindicato o entidad agrícola, de la cual dependiesen todos los motores de elevación de aguas, y cuyas modalidades no caben en el marco de este artículo.
La gran zona de secano, no es de fácil solución por la pertinaz sequía que tanto sufre Villena y que abarca desde parte de la provincia de Valencia, a Alicante, Murcia y Almería y dentro de esta circunstancia, sólo cabe que el agricultor, tenga los medios de cultivo y crédito que necesite para su desenvolvimiento, que le proporcionan los Sindicatos Agrícolas y las Cooperativas para la transformación de sus productos.
La situación sucintamente expuesta es el reflejo de la agricultura villenense, hasta hoy; ahora bien, para cumplimentar las orientaciones sociales, como buenos católicos, emanadas de las Encíclicas de los Pontífices y muy especialmente, en la tan repetida del Inmortal Papa León XIII, en su «Rerum Novarum», que son los fines de nuestra sindicación católica y de acuerdo con los veintiséis puntos iniciales de nuestro Estado Nacional Sindicalista, se necesita conceder al obrero todas las mejoras que se indican y que se están disponiendo cada día por nuestro Invicto Caudillo, Generalísimo Franco y transformar el mayor número de obreros en patronos agrícolas y todo ello culminando con la constitución de grandes Cooperativas de Producción y de Consumo, que eliminen el intermediario y revaloricen los productos agrícolas lo suficiente para hacer frente a todas las necesidades y no resulte la explotación ruinosa, halagando al obrero nuevo patrono y a los que ya lo eran y de esta manera hacer que todos en sana convivencia juntemos nuestro afán y contribuyamos a realizar lo antes posible, la España Imperial que nuestro salvador ha forjado.
Extraído de la Revista Villena de 1939. Fiestas
La Agricultura de nuestro pueblo, siempre se desenvolvió en un ambiente de prosperidad, por estar dotado como pocos, de riquezas naturales, que le permiten tener una gran zona de riego. En cambio las tierras de secano, dada la pertinaz sequía, sufren una verdadera tragedia, aumentada por el abandono de los rojos durante su dominación, ya que el ochenta por ciento de las fincas colectivizadas, ni las han podado en sus tres años.
La zona de riego tiene fácil solución, creando un Sindicato o entidad agrícola, de la cual dependiesen todos los motores de elevación de aguas, y cuyas modalidades no caben en el marco de este artículo.
La gran zona de secano, no es de fácil solución por la pertinaz sequía que tanto sufre Villena y que abarca desde parte de la provincia de Valencia, a Alicante, Murcia y Almería y dentro de esta circunstancia, sólo cabe que el agricultor, tenga los medios de cultivo y crédito que necesite para su desenvolvimiento, que le proporcionan los Sindicatos Agrícolas y las Cooperativas para la transformación de sus productos.
La situación sucintamente expuesta es el reflejo de la agricultura villenense, hasta hoy; ahora bien, para cumplimentar las orientaciones sociales, como buenos católicos, emanadas de las Encíclicas de los Pontífices y muy especialmente, en la tan repetida del Inmortal Papa León XIII, en su «Rerum Novarum», que son los fines de nuestra sindicación católica y de acuerdo con los veintiséis puntos iniciales de nuestro Estado Nacional Sindicalista, se necesita conceder al obrero todas las mejoras que se indican y que se están disponiendo cada día por nuestro Invicto Caudillo, Generalísimo Franco y transformar el mayor número de obreros en patronos agrícolas y todo ello culminando con la constitución de grandes Cooperativas de Producción y de Consumo, que eliminen el intermediario y revaloricen los productos agrícolas lo suficiente para hacer frente a todas las necesidades y no resulte la explotación ruinosa, halagando al obrero nuevo patrono y a los que ya lo eran y de esta manera hacer que todos en sana convivencia juntemos nuestro afán y contribuyamos a realizar lo antes posible, la España Imperial que nuestro salvador ha forjado.
Extraído de la Revista Villena de 1939. Fiestas
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