BRAZO EN ALTO…
Os saludo, villenenses, aprovechando la ocasión que se me brinda desde «Villena Azul» cuando os disponéis a lanzar rotundo mentís a aquellos pintorescos gobernantes de la efímera república, que si hemos de reconocerles algún gesto osado, fué aquel en que acordaron por unanimidad que España oficialmente dejaba de ser católica.
Desde entonces se ramificaron por doquier los tentáculos de un materialismo marxista y brutal en forma de monstruo, con el cerebro en un Gobierno que vuelve la espalda a la Historia del pueblo más glorioso del mundo y con la rabera en un palacio donde un presidente recibe del monstruo el justo premio a su despecho: la patada.
Conmemoración del Glorioso 18 de Julio en este año de la Victoria. La 2ª Bandera de Costilla en su brillante desfile.
Surgen por toda España espíritus mediocres de seres serviles y aduladores, que han de razonar sus actos en la intimidad de sus hogares negando el principio geométrico de que la línea recta es la menor distancia entre dos puntos.
Villena, por desgracia, no pudo quedar libre de iconoclastas y ateístas y sus escasos alumnos, los más aventajados como más ignorantes, cometieron la villanía de incendiar su imagen, nuestra Señora de las Virtudes, creyendo que incendiando y fusilando imágenes se destruye la fe de Cristo.
¡Ignorantes! Un pueblo que pierde la Fe, pierde su existencia. España fué grande cuando sus descubridores y capitanes se postraban ante Dios e impetraban su ayuda. España dejaba de ser España, cuando sus aviadores sin la ayuda de Él, por acuerdo del ateneísta que organiza la empresa, van a dar con sus cuerpos, quizás sin merecerlo las víctimas, a los campos perdidos de Méjico. ¡Gran simbolismo!
Y España vuelve a ser España cuando su invicto Caudillo, nuestro Generalísimo Franco, implora ante Dios, y su Ejército le sigue con la misma fe de aquellos que recorrían las tierras sin dejar de ver el sol y como entonces decir que España es Una, Grande y Libre.
SALUDO A FRANCO ¡ARRIBA ESPAÑA!
Villena, por desgracia, no pudo quedar libre de iconoclastas y ateístas y sus escasos alumnos, los más aventajados como más ignorantes, cometieron la villanía de incendiar su imagen, nuestra Señora de las Virtudes, creyendo que incendiando y fusilando imágenes se destruye la fe de Cristo.
¡Ignorantes! Un pueblo que pierde la Fe, pierde su existencia. España fué grande cuando sus descubridores y capitanes se postraban ante Dios e impetraban su ayuda. España dejaba de ser España, cuando sus aviadores sin la ayuda de Él, por acuerdo del ateneísta que organiza la empresa, van a dar con sus cuerpos, quizás sin merecerlo las víctimas, a los campos perdidos de Méjico. ¡Gran simbolismo!
Y España vuelve a ser España cuando su invicto Caudillo, nuestro Generalísimo Franco, implora ante Dios, y su Ejército le sigue con la misma fe de aquellos que recorrían las tierras sin dejar de ver el sol y como entonces decir que España es Una, Grande y Libre.
SALUDO A FRANCO ¡ARRIBA ESPAÑA!
Extraído de la Revista Villena Azul de 1939
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