1939 EN ESTAS FIESTAS

EN ESTAS FIESTAS. por Pedro Hernández Hurtado
VIVEN nuestras Autoridades la preocupación por la brillante realización de las Fiestas a nuestra Patrona, y en estas horas en que tantas tosas de tan gran importancia hay por hacer, alguien diría que debieran ir todos los desvelos hacía ellas.
Alguien recordaría la reciente tragedia vivida, la epopeya pasada, los dolores sufridos, la memoria de los que cayeron.
Otros las casas vacías, las familias enlutadas, los seres perdidos.
Yo, que también tengo en mi carne la cruel mordedura de la muerte, que mis ropas son de luto y en mi casa hay un sitio para siempre ya vacío, doy mi voz animadora a esos buenos villenenses que mantienen el afán de unas Fiestas triunfales.

Porque estas Fiestas, fiestas de exaltación y honor a nuestra amada Patrona, de fe y de cariño a nuestra Morenica, son en este año glorioso de la Victoria fiestas de reparación y desagravio por el criminal ultraje inferido a esta Madre amorosa que nos ha salvado, a esta Virgencica buena que en las trágicas horas de la persecución, venía con su cara risueña a nuestra celda, al escondite, a la trinchera, a darnos con su sonrisa lenitivo a nuestro dolor, esperanza a nuestro ánimo y resignación a nuestra pena.
Fiestas de desagravio, de gracias y de amor a esta Virgen bendita que tanto nos ha protegido.
Y por eso tenemos que alegrarla, mostrarle nuestro entusiasmo por la vida que nos ha dado y acatamiento a los altos destinos de su Hijo Divino.
Ocultemos estos días en la calle nuestra pena; llevemos a la calle solamente la alegría y aunque sea mayor que nunca el dolor de nuestra herida, miremos a la Patria, la más dolorosa, la más sangrante, la más herida de todos y veremos como ella, de igual manera, por encima de sus dolores, dá la cara riente al sol que amanece y sólo dice alegres canciones de victoria.
Y en nuestro pueblo, nuestras Fiestas son victoria. Que Victoria dicen las comparsas, Victoria las colgaduras, Victoria la iluminación, Victoria los festejos, Victoria la Virgen en su camino triunfal por su pueblo.
Cantemos pues estos días alegría y ofrendémosla a la Virgen de las Virtudes, al Caudillo, a su espada invicta, por Ella protegida que, terminando con la guerra, nos devuelve en la paz las tradiciones queridas, la fe del espíritu, al par que señala optimismo en las almas y horizontes abiertos para altivos caminos de Imperio.
Entusiasmo en las Fiestas. 1926. Esplendor y fe.

Extraído de la Revista Villena de 1939