HAY pocos paisanos nuestros que ignoren que Don Joaquín M.ª López fué un eminente hombre de Estado y un orador cumbre. Todos saben que desempeñó cargos importantísimos en la Política; que fué elevado a la Presidencia del Consejo varías veces; que militó, en las avanzadas del liberalismo, de un liberalismo sano; que su vida política fué de una honradez acrisolada, ejemplar y que murió sin claudicaciones. Lo que la mayor parte no sabe, es que, en la biblioteca del «Círculo Villenense», hay siete tomos que contienen sus «Discursos Forenses y Parlamentarios» y sus «Lecciones de elocuencia». En uno de esos tomos figura la biografía más completa que se ha escrito del grandilocuente orador, hecha por D. Fermín Caballero, ministro a la sazón y amigo entrañable de D. Joaquín. Sus «Discursos Forenses y Parlamentarios» constituyen una gloria de la elocuencia española y uno de los modelos más dignos de imitación de los tiempos modernos.
¿Cuándo llegará el fausto día en que Villena se decida a perpetuar la memoria de su glorioso hijo, erigiéndole un monumento que sea digno de su nombre?
EL eximio autor de «La Bruja», «Curro Vargas», «La Tempestad» y de otras joyas musicales, cuya enumeración sería prolija, pues su producción es vastísima y de un valor inestimable, no ha menester de biografía, por ser de todos conocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario