Asociación Parapsicológica Villenense
¿QUE ESTUDIA LA PARAPSICOLÓGIA?
Un año más la revista Villena solicita nuestra colaboración en este importante anuario que resume la actividad social, económica y festiva de este gran pueblo durante los 365 días pasados.
La Asociación Parapsicológica Villenense es ya lo suficientemente conocida en nuestra ciudad como para no necesitar presentación, no obstante, para aquellos lectores que deseen mayor información al respecto, les remitimos gustosamente al número del año pasado en el que se hizo una exhaustiva presentación de las actividades que durante los 7 años de vida ha venido desarrollando esta agrupación villenense.
Hoy el tema es distinto. Una vez nos encontramos ante la palabra Parapsicología vienen a la mente de todos, numerosas connotaciones de diversa índole, este hecho genera hipótesis a priori, acerca de lo que creemos que significa esta palabra. Por ello el objeto de este artículo es sintetizar a groso modo, de forma muy concretizada algunos de los aspectos que estudia y desarrolla la Parapsicología, con el único fin de acercar un poco más a todos los ciudadanos de Villena este apasionante mundo de la Parapsicología que ha sido capaz de levantar inquietudes y despertar la curiosidad de grandes hombres de la historia y de relevantes científicos de nuestro mundo contemporáneo.
Hasta hace escasos años existía una cierta reticencia a la hora de afrontar el conocimiento de lo paranormal. Todavía hoy suele existir algo de prevención cuando oímos hablar de los fenómenos parapsicológicos, psíquicos o paranormales. Afortunadamente la mente aperturista impera en nuestra época y se comienza a prestar más atención a ese tipo de fenómenos que eran considerados tabú hace algún tiempo.
El miedo a lo desconocido, los preconceptos e ideas falseadas en torno a estos fenómenos, han influido enormemente en el descrédito e incomprensión de los mismos. Igualmente, los numerosos fraudes, noticias sensacionalistas, cine, etc., han desvirtuado un poco la verdadera imagen y por consiguiente la realidad de este tipo de fenómenos.
Conviene pues, abordar su estudio partiendo de los conocimientos e investigaciones que hasta nuestros días han realizado numerosos científicos y personajes de renombre.
La existencia de facultades paranormales viene siendo demostrada por los laboratorios de Parapsicología de todos los países, confirmando que existe en los seres humanos un potencial energético que llega a rebasar las limitaciones físicas o materiales.
Los fenómenos que actualmente más inquietud e interés despiertan en los científicos e investigadores, son aquellos que tienen relación directa con la supervivencia después de la muerte corporal.
La inmortalidad del alma es una creencia innata en el hombre desde todas las épocas, de hecho, las corrientes ideológicas de índole espiritual mantienen la idea de un alma o espíritu que sobrevive a la muerte. En este sentido, las experiencias científicas nos ofrecen luz acerca de este aspecto.
Se admite el desprendimiento de una energía en el mismo momento de la muerte, a la cual denominan paquete energético, siendo que estas partículas se hallan cohesionadas y parecen tener conciencia cuando se manifiestan en el plano físico, en el cual pueden actuar.
A este respecto, los estudiosos que han profundizado en este aspecto son muy diversos. J.W. Kensinton y J. Bedford denominan a este paquete energético como Psinergia, catalogado como principio energético consciente y perdurable. D.L. Lawden manifiesta que se trata de partículas elementales dotadas de siquismo, que pueden manifestarse sobre el mundo físico de diferentes formas, e incluso pueden provocar apariciones.
Recientemente las investigaciones de la Dra. Elisabeth Kubler-Ross, causaron impacto en la opinión pública, al presentar su trabajo acerca de muchos casos de personas clínicamente muertas, las cuales después de revivir relataban sus experiencias. La misma doctora expresa: «El paciente continúa consciente del entorno a pesar de haber sido declarado clínicamente muerto».
Paralelamente a esta investigación, el Dr. Raymond A. Moody, en sus libros «Vida después de la vida», y «Reflexiones sobre vida después de la vida», recopila más de 200 casos de relatos de personas que regresaron a la vida una vez los médicos las dieron por fallecidas, en los cuales encuentra una gran relación y similitud y nos señala varias de las fases por las que atraviesan los pacientes: oyen la noticia del médico anunciando que han muerto; sienten sensaciones de alivio, sosiego y paz interior; atraviesan un túnel oscuro, simultáneamente se ven fuera del cuerpo observando a este en la cama; comienzan a ver personas conocidas, familiares o amigos ya fallecidos además de espíritus luminosos; ante su mente se agolpan todos los acontecimientos de su vida, de sus acciones positivas y negativas; se percatan de que les llaman de nuevo a la vida y se resisten a incorporarse de nuevo de sus cuerpos; muchos de los que regresan manifiestan que lo que han vivido cambia por completo sus conceptos en torno a la vida y en ellos aparece la idea de adecuar su existencia a fin de sacarle un mayor provecho.
Ante esta vastedad de estudios en torno al tema de la supervivencia transcendente, parecen confirmarnos que su existencia es un hecho y tal como decía Charles Richet (Premio Nobel de Medicina en 1913, al que se debe el término «Metapsíquica» sinónimo de parapsicología) en su carta testimonio a Bozzano: «la muerte es la puerta de otra vida». Y no sólo han sido personajes de ciencias los que tras sus investigaciones han emitido sus juicios en torno al tema, sino curiosamente mucho antes, filósofos y pensadores nos dejaron entrever estos conceptos, sin contar con esas demostraciones que hoy por hoy se realizan. Así el gran filósofo alemán Inmanuel Kant (1724-1804), aseveraba: «En el porvenir, no sé cómo ni cuándo, se demostrará que el alma humana permanece, aún durante esta vida, en indisoluble relación con todas las entidades del mundo espiritual y que influye en ellas y de ellas recibe impresiones».
Otro de los temas apasionantes que la investigación parapsicológica viene estudiando desde los inicios de esta última como ciencia, es el de la Reencarnación.
La Palingenesia o ley de las vidas sucesivas, como se denomina a la reencarnación, no es otra cosa que la posibilidad que posee el ser humano de volver a la vida en un nuevo cuerpo después de haber fallecido con anterioridad. Para ello es preciso que la personalidad humana permanezca integralmente viva después de la muerte, tal y como hemos visto en los fenómenos de supervivencia después de la vida. Es entonces, cuando el psiquismo humano (la parte inmortal de nuestro ser), que sobrevive al trance final de una vida física, puede volver a nacer, tomando un nuevo cuerpo al ser engendrado este en otro lugar, en otra familia o en otra sociedad.
La historia nos indica que la reencarnación fue y sigue siendo creencia religiosa en el Oriente, especulación filosófica en Pitágoras, Platón, Orígenes, Giordano Bruno o Benjamín Franklin; actualmente y confirmando el estudio de los clásicos Delenne y De Rochas, se convierte en una actualísima concepción científica, capaz de brindar una explicación racional, natural y armónica acerca del origen y destino del hombre y de su comportamiento psicológico.
Grandes genios de la investigación parapsicológica como el Dr. Ian Stevenson (médico y catedrático de Neurología y siquiatría en la Universidad de Virginia), Hamendra Nat Barnejee o Hernani Guimaraes Andrade, han puesto de manifiesto mediante sus pesquisas y experimentos científicos la realidad de la reencarnación a través de miles de casos estudiados. Muchos de ellos siendo considerados en su resolución final como casos de reencarnación comprobada.
Hoy día son millones de personas los que piensan que la reencarnación es la gran respuesta a los interrogantes del ser humano en su origen, evolución y destino. Y es preciso explicar también, que el concepto filosófico de la reencarnación es tan atrayente y lógico que dista años luz de ser aquella pueril concepción que tienen algunos que piensan que se puede reencarnar en animales de cualquier tipo. Es siempre el hombre, con su personalidad psíquica, su ser inmortal íntegro y el acervo de experiencias acumulado durante múltiples vidas el que sigue teniendo más cuerpos humanos que le posibilitan desarrollar cada vez más sus cualidades físicas, mentales y morales.
Y para terminar con esta síntesis, reproducimos a continuación algunas opiniones vertidas al respecto de la Reencarnación, por algunos de los muchos hombres inmortales que la defendieron y creyeron en ella.
A este respecto Goethe decía: «El alma del hombre al agua se asemeja; del cielo llega, al cielo sube; y otra vez baja a la tierra en eterno devenir».
El epitafio de Benjamín Franklin dice así: «El cuerpo de B. Franklin, impresor, parecido a la cubierta de un libro viejo y despojado de su título y de su dorado, descansa aquí, pasto de los gusanos; pero, no se perderá su obra, pues reaparecerá en una nueva y mejor edición revisada y corregida por el autor».
ASOCIACIÓN PARAPSICOLÓGICA VILLENENSE
Extraído de la Revista Villena de 1986
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