Sigue la aventura cicloturista estival de la Familia Bodegueta. Este año por el interior de la provincia de Valencia, por ecosistemas y paisajes del Alto Turia.
Del 2 al 6 de agosto de este 2021, 13 miembros de la familia Bodegueta han realizado una nueva ruta cicloturista veraniega. Como está siendo tradicional, este proyecto es una apuesta familiar y de Villena en Bici como soporte, para disfrutar de unas vacaciones diferentes. Nuestro hábitat de planificación, son prioritariamente espacios de especial belleza natural de la España vaciada. Nuestro estilo, la apuesta por el ejercicio físico y la salud en tiempos sedentarios y de pantallas. Nuestra filosofía, el compromiso por el medio ambiente, la sencillez, la supervivencia y la improvisación. Casi una semana de convivencia entre personas de diferentes generaciones, desde los 12 años hasta cerca de 60. Una apuesta por el grupo y la ayuda mutua como medio de soporte para la concreción de rutas, interpretación del terreno, localización de espacios de refresco y descanso, para conseguir avituallamiento y para apoyar a los más rezagados. Una bicicleta, unas alforjas con lo imprescindible y un escaso puñado de euros, son suficientes para la aventura, la diversión y para una experiencia singular.
Este año la ruta circular ha rondado los 250 km, una media de unos 50 Km diarios. Desde Requena, población de la Meseta de Requena-Utiel en la parte interior occidental de la provincia de Valencia, próxima a Albacete. Zona de gran valor enológico, con más de 1.500 bodegas y una extensión de viñedos próxima a los 1.800 Km2. Desde estos paisajes de viñedos, nos sumergimos en la zona del Alto Turia. Una zona enormemente bella y de gran valor ecológico. Comprende el curso alto del río Turia y territorios adyacentes. Pertenecen desde 2019 a la Red Mundial de Reservas de la Biosfera. Hemos transitado por bonitos pueblos como Benagéber, Chelva, Titaguas, Tuéjar, Chulilla, Sot de Chera y Chera entre otros. En la mayoría de los casos transitando por pistas forestales y carreteras secundarias. Nos hemos refrescado en los pantanos de Benagéber o embalses de La Loriguilla y el Buseo. Ríos como el Turia, Tuejar, Sot etc. Rutas tan singulares como la garganta de los Calderones. Hemos improvisado nuestras pernoctaciones, en modo vivac (sin tiendas de campaña, a la luz de las estrellas), en lugares tan diversos como frontones de pueblos, laderas de un río, junto a una antigua piscifactoria de truchas o en la antigua casa de un forestal. Sobre la marcha. Un momento éste, para agradecer la hospitalidad de los/las lugareños/as de esas zonas para hacer esto posible, y en particular la generosidad de la Alcaldesa de “Calles” y el Alcalde de “Chera”, poniendo a nuestra disposición instalaciones municipales para baño y ducha, dormir etc.
250 km de esfuerzo y muchos metros de desnivel acumulado, pero de nuevo regresamos con unas alforjas cargadas de experiencias inolvidables para el resto del año. Convivencia, turismo sostenible, admiración y respeto por unos parajes tan frágiles como hermosos. Unos días de acercamiento al mundo rural y a esas zonas recónditas del interior de Valencia, que ensanchan la mente y refrescan nuestro espíritu. Qué aprendizaje tan relevante para nuestros hijos que nos acompañan en este viaje. Veremos que otros destinos nos depara el próximo año.
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