BILLETES LOCALES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
Al inicio de la Guerra Civil española en la mitad del país que había quedado bajo el control de las autoridades republicanas, se produjo una rápida escasez de las monedas de curso legal usadas hasta entonces en la mayoría de los intercambios comerciales del día a día. Este fenómeno se debió a que buena parte de la población, empujada por la incertidumbre del periodo, las fue guardando como reserva estratégica, ya que se creía que el material, cobre o plata, de las que la mayoría estaban hechas, tenía más valor en sí mismo que el que reflejaba su índice nominal. De forma paralela el gobierno republicano había ido haciendo acopio de aquellas monedas con intención de sustituirlas por otras nuevas, producidas con metales o aleaciones de inferior valor, fundiendo las antiguas para utilizar el material así obtenido en la fabricación de repuestos bélicos o como ayuda para sufragar otros gastos de guerra.
El resultado de esta carestía llevó a muchos ayuntamientos a lanzar de forma urgente emisiones propias de billetes para tratar de paliar este súbito descenso en el mercado del número de monedas de curso legal, en un fenómeno que consentido a regañadientes desde el gobierno republicano, se prolongó durante buena parte de la guerra, de manera que en muchos pueblos y ciudades de norte a sur de la España controlada por la República, florecieran estas emisiones de papel moneda cuya validez quedaba restringida al ámbito de la población del ayuntamiento emisor. De igual manera sindicatos, partidos políticos y otras asociaciones y entidades, confeccionaron sus propias monedas y vales para su empleo durante el periodo de guerra, que fueron utilizados para pagar salarios, garantizar los intercambios comerciales o sufragar a su vez necesidades particulares del conflicto armado. El resultado: varios miles de diferentes billetes, vales y boletos fueron puestos en circulación durante aquel periodo constituyendo hoy en día un atrayente objeto de deseo para los coleccionistas del sector, que desde hace años se han lanzado a reunir estas singulares piezas de la historia numismática de España.
El primero que publicó un catálogo de billetes locales españoles emitidos durante la Guerra Civil fue el estadounidense Kenneth Graeber, quien formó parte del grupo de voluntarios que integraron las Brigadas Internacionales y que adscrito como conductor de ambulancias a la 35ª División del ejército republicado desde principios de junio de 1937 hasta diciembre de 1938, fue reuniendo cuantos billetes locales pudo conseguir de las distintas poblaciones que recorría. Su obra que vio la luz en 1978 en Estados Unidos través de la International Society Note Bank con el título general de Papel moneda del siglo XX, consta de varios tomos, uno de ellos denominado El papel moneda local emitido durante la Guerra Civil. Este estimable trabajo, que hoy en día se encuentra en buena medida desfasado, sirvió sin embargo de guía y referencia para muchos coleccionistas de estos billetes, ya que fue pionero entre los de su clase, teniendo además el mérito añadido de haber sido confeccionado por un extranjero.
Podemos afirmar, sin caer en la exageración, que en Villena con Fernando Hernández Martínez tenemos a uno de los mayores aficionados y expertos a nivel nacional de papel moneda de la Guerra Civil española. Gracias a su desinteresada aportación traemos a esta página la colección completa con alguno de los ejemplares de las distintas emisiones que vieron la luz en nuestra ciudad durante la Guerra Civil Española. Todos ellos fueron impresos en la imprenta Muñoz, ubicada entonces en la calle Padre Oliver (*1)
VALES EMITIDOS POR FIRESTONE HISPANIA, EN SU SEDE DE BASAURI (VIZCAYA) Y QUE SÓLO ERAN VÁLIDOS PARA LAS TRANSACCIONES QUE SE PUDIERAN PRODUCIR EN EL INTERIOR DE LA EMPRESA, ENTRE ESTA Y SUS EMPLEADOS U OBREROS.
Billetes de la colección personal de... Fernando Hernández Martínez
Información facilitada por... José Sánchez Ferrándiz
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