Asociación de Nuestra Señora de las Virtudes
Nuevamente me asomo a las páginas de nuestra querida revista «VILLENA» con el ánimo y la satisfacción que me produce los logros conseguidos en poco más de un año que llevo como Presidente de la Asociación de Nuestra Señora de las Virtudes.
Pienso que la nueva savia que se inyectó a nuestra Asociación con la creación de una Junta Directiva joven, se nota en los frutos hasta ahora recogidos; a su vez, la reorganización de la Junta de Reconstrucción ha proporcionado al Santuario importantes mejoras, que si no son las que la misma desea, sí son una prueba de su querer hacer por tan querido lugar.
Nuevamente me asomo a las páginas de nuestra querida revista «VILLENA» con el ánimo y la satisfacción que me produce los logros conseguidos en poco más de un año que llevo como Presidente de la Asociación de Nuestra Señora de las Virtudes.
Pienso que la nueva savia que se inyectó a nuestra Asociación con la creación de una Junta Directiva joven, se nota en los frutos hasta ahora recogidos; a su vez, la reorganización de la Junta de Reconstrucción ha proporcionado al Santuario importantes mejoras, que si no son las que la misma desea, sí son una prueba de su querer hacer por tan querido lugar.
Mucho se ha hecho, pero es mucho más lo que queda por hacer, y en este punto, quiero concienciar a todos los villeneros que la solución de los problemas no está solamente en buscar la ayuda de organismos oficiales, que con su inevitable burocracia retrasan los trabajos con el consiguiente peligro que ello supone. Cada villenense debe hacer suyos los problemas que tiene el Santuario y ayudar en la medida de sus posibilidades. Una vez más, insisto en la necesidad de hacerse socio de la «Junta de la Virgen» como medio más sencillo de ayudar a la misma. En el pasado año, el número de socios se vio bastante incrementado, pero a todas luces es insuficiente, por no decir ridículo, el número total de los mismos para una población de la categoría die Villena.
Tomemos conciencia de una vez que el Santuario es de todos los villenenses y que lo que allí se haga redunda en beneficio de todos. Díganlo si no las espléndidas cocinas del parador, que cada vez son más utilizadas por todos los villenenses y que, en mi opinión, aún deberían de utilizarse más, pues se hicieron con un ánimo de servicio, a la vez de dar más vida al Santuario.
Quiero también llamar la atención a nuestras Comparsas para que piensen en ese acto tan espléndido de la Ofrenda. El Santuario necesita pequeñas cosas que podrían componer la Ofrenda de las mismas a nuestra Virgen. De hecho ya existen algunas Comparsas que, como se deben hacer estas cosas, anónimamente y en contacto con la Junta de la Virgen, todos los años realizan su Ofrenda para arreglo y ornato del Santuario; pero sin olvidar esa Ofrenda que a nuestra Morenica tanto agrada, las flores, esas que engalanan y embalsaman su estancia entre nosotros durante las 'Fiestas.
Para terminar, quiero transmitir el deseo de la Junta que presido y el mío propio, de que las próximas Fiestas sean para todos de felicidad y paz, bajo el amparo 'protector de nuestra Morenica.
Villena, julio de 1980.
Antonio Hernández Hernández
Presidente de la Asociación Nuestra Señora de las Virtudes
Extraído de la Revista Villena de 1980
Tomemos conciencia de una vez que el Santuario es de todos los villenenses y que lo que allí se haga redunda en beneficio de todos. Díganlo si no las espléndidas cocinas del parador, que cada vez son más utilizadas por todos los villenenses y que, en mi opinión, aún deberían de utilizarse más, pues se hicieron con un ánimo de servicio, a la vez de dar más vida al Santuario.
Quiero también llamar la atención a nuestras Comparsas para que piensen en ese acto tan espléndido de la Ofrenda. El Santuario necesita pequeñas cosas que podrían componer la Ofrenda de las mismas a nuestra Virgen. De hecho ya existen algunas Comparsas que, como se deben hacer estas cosas, anónimamente y en contacto con la Junta de la Virgen, todos los años realizan su Ofrenda para arreglo y ornato del Santuario; pero sin olvidar esa Ofrenda que a nuestra Morenica tanto agrada, las flores, esas que engalanan y embalsaman su estancia entre nosotros durante las 'Fiestas.
Para terminar, quiero transmitir el deseo de la Junta que presido y el mío propio, de que las próximas Fiestas sean para todos de felicidad y paz, bajo el amparo 'protector de nuestra Morenica.
Villena, julio de 1980.
Antonio Hernández Hernández
Presidente de la Asociación Nuestra Señora de las Virtudes
Extraído de la Revista Villena de 1980
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