Una Carretera
Abierto el agujero que devoró la raíz de un pueblo
los hombres empiezan a construir la carretera
su superficie es grisácea y escavada
entre dos franjas de montaña que antaño
sostuvieron un camino enarbolado por tres Cruces.
Como carretera es una obra maestra
la cruzarán presurosos hombres con prisa
y coches que unirán ciudades y fomentarán riquezas.
A través de sus márgenes y por encima
de las pocas piedras olvidadas, no pasará nada
ni el rumor de los rezos del Viacrucis
ni las voces de los niños entretejidas de montaña y pinos
ni el recuerdo de los hombres que allí grabaron su infancia.
Sólo pasará el viento el ruido de algún coche
y la tristeza de un pueblo que no supo guardar sus entrañas.
Mª Dolores Gras
Foto: Benigno López Hurtado (A.F.V.)Extraído de la Revista Villena de 1980
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