LIMPIA, FIJA Y DA ESPLENDOR
Por JOSE GARCIA SARRIO - Cronista de la Junta Central
Cuando una entidad, sea cual sea su finalidad, no da los frutos para los que fue creada, si realmente se desea su permanencia y efectividad, debe ser estudiada su estructura y funcionamiento, eliminando todo aquello que entorpezca su natural desenvolvimiento.
La Junta Central de Fiestas, desde su creación, viene siendo la encargada de la organización de nuestras Fiestas de Moros y Cristianos y desde el comienzo adolece de ciertos defectos que la han hecho impopular, hasta el punto que muchos que se llaman festeros, en lugar de prestar su colaboración, la combaten y tratan de entorpecer su labor.
Tal vez el principal error de la Junta Central es el ser juez de la actuación de las Comparsas y ejecutor de las sanciones impuestas.
Esta labor hace que la mayoría de los festeros vean en los miembros de la Junta Central a un enemigo que, estatutos en la mano, le coarta su libre albedrío.
Últimamente se nota dentro de la Junta Central un afán de cambio, con el fin de darle una estructura más acorde con los tiempos actuales
Es misión de todos los amantes de la fiesta el dar opiniones tendentes a solucionar los problemas del máximo organismo festero.
Por ello me atrevo a emitir un criterio, que no es mío solo, ya que me ha sido comentado en repetidas ocasiones por personas de mente lúcida y de probado amor a nuestros Moros y Cristianos.
Yo propondría que la futura Junta Central realice una labor que podría quedar concretada en el lema que caracteriza a nuestra Real Academia de la Lengua: LIMPIA, FIJA Y DA ESPLENDOR.
Ateniéndonos a ello, sería misión de la Junta Central limpiar nuestras Fiestas de todo lo anacrónico que a lo largo de los años se le ha ido agregando, desvirtuando su esencia y dándoles un carácter en exceso anárquico.
Debería fijar aquellos actos que son consustanciales con nuestra tradición festera y que poseen la categoría precisa y que Villena merece.
Deberá dar esplendor a nuestras Fiestas. Para ello deben rodearse todos y cada uno de nuestros desfiles y cuantos actos tengan relación con los Moros y Cristianos, de la pompa y boato precisos para que sirvan de lucido marco a la gallardía de nuestros festeros y la belleza de nuestras mujeres.
Conseguir esta meta es labor larga y pesada y sólo posible si todos los que decimos amar a Villena y a sus tradiciones aunamos nuestro esfuerzo en pro de unas Fiestas que sean orgullo, de Villena y estímulo de otros pueblos que tienen a nuestra ciudad como ejemplo.
Extraído de la Revista Villena de 1980
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