ORDEN DEL PORTÓN. RECUPERANDO TRADICIONES
Como un gran número de villeneros y festeros conocen, la COMPARSA DE ANDALUCES se fundó en el año 1923, y uno de los actos más significativos que siempre la ha caracterizado ha sido el «ACTO DEL CONTRABANDO» y a su historia y texto original vamos a referirnos en el presente artículo.
Un gran villenero, escritor y poeta, compuso al año siguiente de la fundación de esta comparsa, un texto para dicho acto, quien con su gracia tan peculiar, supo expresar todo o casi todo de lo que se podía decir referente al Contrabando, nos referimos a JOSE MENOR HERNANDEZ, más conocido por «EL AGUAOR».
Transcurrieron los años y el texto se perdió y dejó de llevarse a cabo, hasta que un día un inquieto contrabandista y miembro de esta Orden, comentó tal desaparición con Regino Ugeda (hijo) en la casica del Peñón, quien le indicó que dicho tema lo comentaría con su padre, que fue uno de los fundadores de dicha comparsa. Se realizaron las oportunas gestiones, fructificaron y gracias a Dios, ya han transcurrido dos años consecutivos en los que el Contrabando se sigue efectuando con su Embajada original, colaborando muy activamente la Comparsa de Marinos Corsarios.
Esta inquietud nos ha animado a ofrecer a continuación el texto original, que pensamos será del agrado de todas aquellas personas amantes de las curiosidades de nuestra Fiesta.
Nuestro profundo agradecimiento a nuestro compañero, JOSE GOMEZ HERNANDEZ, que fue quien tuvo la idea de que publicáramos este pequeño, pero creemos que sabroso trabajo.
ACTO DEL CONTRABANDO
CENTINELA I - ¡Alto! ¿Quién vive?
CONTRABANDISTA - ¡España!
CENTINELA I - ¿Qué gente?
CONTRABANDISTA - Gente de paz que a este pueblo llega de tierras lejanas. Venimos ya quebrantados tras noche larga y pesada y queremos descansar algún tiempo en la Posada.
Traemos en nuestro alijo mercancías muy variadas, que seguro agradarían a la gente de esta plaza.
Para jóvenes bonitas llevamos medias caladas, falditas de palmo y medio y maquillaje de marca.
Y si no fuera bastante, me permito aconsejarlas, que si quieren un buen mozo lo escojan de mi Comparsa.
Para las viejas tenemos dentaduras muy baratas, pelucas y tintes finos, rosarios, si son beatas.
Para las suegras tenemos cuerdas de cáñamo largas, para si quieren ahorcarse y librarnos de esta plaga.
Y para ti centinela, si nos das libre la entrada, tenemos buenos regalos y dineros a mansalva.
CENTINELA I - Buenas razones me dais. La buena intención os salva, procurando no hacer ruido, tenéis en Villena la entrada.
CONTRABANDISTA - Compañeros, ¡Viva España! Tenemos ya el paso franco. Los mulos sin hacer ruido ya se salva el contrabando.
(Se ponen en marcha hasta que a los pocos metros sale el segundo centinela).
CENTINELA II - ¡Alto! ¿Quién vive?
CONTRABANDISTA - ¡España!
CENTINELA II - ¿Qué gente?
CONTRABANDISTA - Somos los Contrabandistas, que llegamos a esta ciudad con trabajos y fatigas por pura necesidad.
De valientes y esforzados, en todo el orbe nos tratan, el paso franco queremos, a las buenas, o a las malas.
CENTINELA II - Retroceder sin demora. En Villena no hay entrada, si intentáis un paso más, saldrá del fusil la bala.
CONTRABANDISTA - ¡Oh! Centinela valiente, qué bien sabes la ordenanza, si tú supieras quién soy, temblarías a mis plantas.
Diego Corrientes y nosotros, somos algo parecidos: Valientes somos de raza, y nunca somos vencidos.
Si no conocéis los hechos de nuestro buen camarada, os explicaré la historia en tres o cuatro palabras.
Diego escribió un papel, y poniéndolo en la plaza con valentía gallarda, decía con letras largas:
«Yo soy el que ha pregonao que a nadie nunca ha temío, y que por mí han ofrecío dos mil doscientos ducaos.
Por mi gusto me he entregao, nadie a prenderme ha llegao to el mundo me ha respetao, y a to el mundo hise cara. Y nadie a mí me entregara, si no me entregara yo.
Ya lo sabes centinela, ése era el camarada. Si temes a mi furor, abandona esa guarida.»
CENTINELA II - Qué equivocados estáis. Habéis caído en las redes: Cercados estáis de guardias y atados vendréis al fuerte.
CONTRABANDISTA - Antes perdemos la vida, que dejarnos maniatar. Perderemos los alijos y la sangre correrá.
Los trabucos prevenidos. ¡Compañeros, al combate! Abrir todos los cajones y tirarlos por las calles. ¡Caballería a la carga! ¡Fuego graneado! ¡A ellos! ¡A ellos!
(Se hace un simulacro de lucha y al no poder pasar ni disparando, se arroja el contrabando a la multitud).
Extraído de la Revista Villena de 1983
Esta inquietud nos ha animado a ofrecer a continuación el texto original, que pensamos será del agrado de todas aquellas personas amantes de las curiosidades de nuestra Fiesta.
Nuestro profundo agradecimiento a nuestro compañero, JOSE GOMEZ HERNANDEZ, que fue quien tuvo la idea de que publicáramos este pequeño, pero creemos que sabroso trabajo.
ACTO DEL CONTRABANDO
CENTINELA I - ¡Alto! ¿Quién vive?
CONTRABANDISTA - ¡España!
CENTINELA I - ¿Qué gente?
CONTRABANDISTA - Gente de paz que a este pueblo llega de tierras lejanas. Venimos ya quebrantados tras noche larga y pesada y queremos descansar algún tiempo en la Posada.
Traemos en nuestro alijo mercancías muy variadas, que seguro agradarían a la gente de esta plaza.
Para jóvenes bonitas llevamos medias caladas, falditas de palmo y medio y maquillaje de marca.
Y si no fuera bastante, me permito aconsejarlas, que si quieren un buen mozo lo escojan de mi Comparsa.
Para las viejas tenemos dentaduras muy baratas, pelucas y tintes finos, rosarios, si son beatas.
Para las suegras tenemos cuerdas de cáñamo largas, para si quieren ahorcarse y librarnos de esta plaga.
Y para ti centinela, si nos das libre la entrada, tenemos buenos regalos y dineros a mansalva.
CENTINELA I - Buenas razones me dais. La buena intención os salva, procurando no hacer ruido, tenéis en Villena la entrada.
CONTRABANDISTA - Compañeros, ¡Viva España! Tenemos ya el paso franco. Los mulos sin hacer ruido ya se salva el contrabando.
(Se ponen en marcha hasta que a los pocos metros sale el segundo centinela).
CENTINELA II - ¡Alto! ¿Quién vive?
CONTRABANDISTA - ¡España!
CENTINELA II - ¿Qué gente?
CONTRABANDISTA - Somos los Contrabandistas, que llegamos a esta ciudad con trabajos y fatigas por pura necesidad.
De valientes y esforzados, en todo el orbe nos tratan, el paso franco queremos, a las buenas, o a las malas.
CENTINELA II - Retroceder sin demora. En Villena no hay entrada, si intentáis un paso más, saldrá del fusil la bala.
CONTRABANDISTA - ¡Oh! Centinela valiente, qué bien sabes la ordenanza, si tú supieras quién soy, temblarías a mis plantas.
Diego Corrientes y nosotros, somos algo parecidos: Valientes somos de raza, y nunca somos vencidos.
Si no conocéis los hechos de nuestro buen camarada, os explicaré la historia en tres o cuatro palabras.
Diego escribió un papel, y poniéndolo en la plaza con valentía gallarda, decía con letras largas:
«Yo soy el que ha pregonao que a nadie nunca ha temío, y que por mí han ofrecío dos mil doscientos ducaos.
Por mi gusto me he entregao, nadie a prenderme ha llegao to el mundo me ha respetao, y a to el mundo hise cara. Y nadie a mí me entregara, si no me entregara yo.
Ya lo sabes centinela, ése era el camarada. Si temes a mi furor, abandona esa guarida.»
CENTINELA II - Qué equivocados estáis. Habéis caído en las redes: Cercados estáis de guardias y atados vendréis al fuerte.
CONTRABANDISTA - Antes perdemos la vida, que dejarnos maniatar. Perderemos los alijos y la sangre correrá.
Los trabucos prevenidos. ¡Compañeros, al combate! Abrir todos los cajones y tirarlos por las calles. ¡Caballería a la carga! ¡Fuego graneado! ¡A ellos! ¡A ellos!
(Se hace un simulacro de lucha y al no poder pasar ni disparando, se arroja el contrabando a la multitud).
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