EL BAR OLIVA...
TRES GENERACIONES AL SERVICIO DEL PUEBLO
Visitado por miles de clientes a lo largo de su existencia, conservaba en su interior, a pesar de todas sus reformas, ese aroma popular que lo hace nuestro por su profundo villenerismo.
Fue referente de distintas generaciones que conocieron sus cambios y reformas a nivel familiar y estructural, siendo la cariátide del Barrio de San José y de generaciones de villeneros que de una u otra forma formaron parte de su entorno.
En la barra María y Rafael en la barra
y J. Doménech, el dueño y el “Moli” como clientes.
Estamos hablando del bar situado en el rincón de la Plaza de Biar, antes bar del “Tío Cuevas” comprado a este por Juan José Oliva y pasando a llamarse desde entonces “Bar Oliva”. Con el tiempo pasó a manos de su tío José Domenech Esteve, quien junto a su hija María hizo de él cuna de verso y copla, de envite y reto, de buen yantar y amena charla que dan valor de fuero a los hechos y dichos que nacieron de la mano de un pueblo que sabe hacer eternas sus raíces.
Por el pasaron artistas y poetas que libaron con deleite sus caldos y dieron certificado de calidad a todas y cada una de sus viandas y tanto en las frías mañanas del invierno como en las calurosas noches estivales supo abrir sus brazos al cliente y hacerle pasar momentos inolvidables.
El paso de los años transformó, por completo, el recinto inicial con ampliaciones necesarias para la mejor atención del cliente, siendo este el momento en que Rafael Bañón Milán “El Gorrión” esposo de María, pasa junto a ésta a ocupar la gerencia del mismo. Se habilita frente a la cocina una sala para mejor atención y para salón de meriendas.
Posteriormente se realiza la apertura de la terraza en la parte alta del local con vistas impresionantes, desde la Sierra de San Cristóbal al castillo de La Atalaya, pudiendo al propio tiempo visualizar el tráfico rodado de la autovía Alicante-Madrid. Paisaje impresionante que el objetivo de muchos aficionados en etapas distintas han captado.
LA TERRAZA DEL "OLIVA"
El Bar Oliva fue testigo silencioso de cientos de reuniones que dieron a luz asociaciones y comparsas, de cuadrillas de amigos en alegre armonía y casi sala de estar de vecinos de siempre que a diario lo visitaban
El Sarri el pirata.
De esta semilla inicial del Bar Oliva nació un nuevo embrión, Pepe el hijo de María y Rafael, quiere volar por sí solo y abre un nuevo establecimiento en una de las, entonces, zonas industriales de Villena, en su calle de Hernández Villegas número 86, que pasó a llamarse Oliva II, dando servicio a amigos y conocidos de aquel contorno.
EL OLIVA 2
Tras siete años a cargo del Oliva II y por haber cambiado la estructura de la zona José Bañón Domenech, traspasa este negocio que mantiene el mismo nombre a pesar de haber cambiado de dueño.
Esperamos que transcurrido el tiempo la pluma de algún inquieto villenense continué narrando esta historia, pues no nos cabe la mínima duda que seguirá siendo entrañable.
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