EL RABAL
Hoy te quiero recordar, con tu embrujo y leyenda
símbolo de vieja prenda, como el eco de mi cantar
con notas que aún resuenan, por las calles de El Rabal.
Son tus casas un tesoro, de blancura celestial
que Villena aún conserva, con su fuerte palpitar.
En Santa María repica, de su torre una campana
forjando con su sonido, un paso de encrucijada.
Personas que se quisieron, para verdes y maduras
Que amaron a sus hijos, sin pasión y con ternura.
Fueron tiempos duros, que tuvieron que pasar
Con la ilusión de un mañana, y las coplas del cantar.
Pedrera de embrujo gitano, de palmas con alegría
de expresión y sentimiento, que en el cante se ponía
dejando caer la gracia, al bailar por bulerías.
Rabal de hombres flamencos, y mujeres bien plantás
Que en su vivir cotidiano, se tenían que administrar
con lo poco que les daba, por entonces un jornal.
Al despuntar la mañana, la moza se levantaba
y cogiendo los pozales, a la fuente se acercaba
para llenar bien la orza, y el cántaro de la casa.
El Rabal siempre será, el guardián de Atalaya
arropando al castillo, y también a su muralla.
La Pedrera te dirán, porque de piedra fuiste
aunque no puedan volver, las personas que tú diste.
Haber sido de El Rabal, es un orgullo que nace
y al paso de los años, ni muere ni se deshace.
Autor... José Maciá Sánchez. “MASIANO”
Fotos archivo VC
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