24 jul 2023

1987 ACERCA DEL TRAJE DE MORO REALISTA

ACERCA DEL TRAJE DE MORO REALISTA
El interés que nos conduce a elaborar este artículo sobre el traje oficial de la comparsa de Moros Realista, se enmarca dentro de la necesidad de señalar como se desarrolla la historia de nuestra agrupación, siendo el traje el único elemento que se observará en el presente trabajo.
Primeramente hay que dejar claro que el traje se debe incluir dentro de un gran apartado de la Fiesta, en el amplio marco que constituye uno de los contenido de ella misma: el de la estética. Donde se incluye todo aquello que puede ser objeto de una apreciación poética, es decir, en este caso «lo que hay de arte en la Fiesta».
Creo que es obvio señalar que la Fiesta de Moros y Cristianos, como forma de expresión que es, constituye un medio de representación artística, y por ello el traje traduce un lenguaje cuyo destino es la finalidad expresiva tanto del diseñador, modista, bordadora... como del usuario, del mismo que lo saca a la calle en base a unos fundamentos culturales entre los que se encuentran los estéticos.
Para estudiar el traje de moro realista habrá que acudir a su origen, (1) a la decisión de formar una nueva comparsa con la necesidad de importar un atuendo y hacer la presentación el día 9 de septiembre de 1928 en el acto de «La entrega».(2)
La incorporación de la nueva comparsa, del nuevo traje en las Fiestas de Villena se recibió con frialdad, sin atender a las calidades e innovaciones que introducía este nuevo diseño. La explicación la encontramos en la inercia o apego a una atención exclusiva hacia las comparsas ya plenamente consolidadas, como se demuestra en el momento de la aparición de otras agrupaciones que sufrieron la misma acogida.
El arma que acompañaba al traje era la misma lanza alcoyana que pronto se sustituyó por la espingarda, mediando un periodo en que se llegó a conjugar las dos al desfilarse con dos festeros por delante de la escuadra con la mencionada lanza. De esta manera no se tardaría mucho en arrancar hacia una evolución propia del traje que abandonaría la utilización de la pesadez de unas telas propias de una climatología de invierno por el raso. Así la camisa de lanilla pasó a raso, el forro de la capucha que se utilizaba en Alcoy como toca por el tul o las medias que se confeccionaban en liso pasaron al calado.
En cuanto al chaleco, de unos cordones de seda y de unas pequeñas medias lunas con que se adornaban se pasó al protagonismo del bordado entre los años 1949 y 1951, surgiendo la idea de la Directiva y aprobándose por una Junta General. Aunque encontramos el precedente en los primeros años de existencia de la comparsa, cuando el propio cabo ya planteaba formas de diferenciación con respecto a la escuadra desde el mismo momento en que aparecen algunos bordados en el chaleco de éste, abandonando también el uso de la camisa de flecos mientras que la escuadra la mantenía con un chaleco exento del bordado. Así el cabo llegaba a lo que más tarde se confirmaría claramente como la autoafirmación del individuo frente a la escuadra y al público, refiriéndome a la interpretación particular del diseño de la capa y del turbante.
En cuanto al dibujo de los bordados no se establece una uniformidad como ocurre en otras comparsas donde se puede llegar a un agotamiento formal, sólo eludido por la reinterpretación del mencionado dibujo o por la distinta destreza de la bordadora que puede ofrecer distintas texturas a un mismo modelo.
En la libertad del diseño de los motivos de los chalecos se ha representado escenas, elementos vegetales y geométricos, guardando una simetría en los delanteros de la prenda para concentrar más la atención en el patrón de la espalda sin que haya por lo general una conexión entre ambas partes.
Y si se habla de seguir un rigorismo histórico en el tratamiento del diseño del traje, refiriéndome a la nueva significación que introducen algunos diseñadores de escuadras especiales en la valoración de la vestimenta, en este caso se puede demostrar que la Fiesta de Moros y Cristianos ofrece muchos y ricos anacronismos. De esta manera, si quisiéramos aplicar los criterios estéticos del arte musulmán que se aparta de lo figurativo,(3) es decir, de la representación en su caso de la figura humana iríamos desencaminados. Por ello, hay que atender la lectura de todo lo que nos sugiera el traje de moro teniendo en cuenta el contexto y la significación de la Fiesta.
No voy a insistir en las modificaciones de detalles excepto en el caso de la faja que seguirá siempre el mismo esquema aunque enriqueciéndose en color para constituirse se hoy como una de las prendas definidoras de nuestra indumentaria.
En otro apartado habrá que significar que la mejor comprobación de las calidades del traje es a través de la idea de conjunto. En principio con el individuo aislado, componiendo su atuendo con todos los elementos descritos, y más tarde formando la escuadra de donde podremos sacar interpretaciones más sabrosas ya que será la formación de la cual obtendremos una idea de conjunto en donde las franjas horizontales irán conformando y disponiendo las tonalidades de los distintos colores. Conjugándose desde la palidez de un frío azul a la respuesta contraria de la bicromía de la faja, el rojo de la camisa... Todo ello componiendo una mancha pictórica que se plasmará no como algo estático sino en movimiento a través de la coreografía que facilita la marcha mora, en donde se sujeta la razón de ser del traje de moro realista y de la voluntad del mismo festero. No olvidemos que en las dianas el traje se ha transformado para su adaptación al pasodoble y al momento mismo del acto.
Así el contenido del que se rodea nuestro traje llega a sus últimas manifestaciones por una parte en el desfile de capitanes y alféreces del día 9 y en las mencionadas dianas. Y me explico: teniendo en cuenta la importancia de la marcha mora para la puesta en escena del traje, en 1978 como año del cincuentenario de la fundación de nuestra comparsa ésta decidió sustituir el fez por el turbante y seguir llevando los metales en este desfile del día 9 para consolidar un acto que había nacido para nuestra comparsa con el pasodoble y que con la anulación de los arcabuceros prometió una oferta totalmente distinta a la que hasta hace pocos años se ofrecía al espectador.
En cuanto a las dianas, desde 1986 de acuerdo con nuestros estatutos de asociación, estos reglamentan un uso del traje que no era tan nuevo para la realidad del desfile, ya que si la «oficialidad» del acto exigía capa, espingarda y fez, existía una manera de asistir totalmente desinhibida y sin sujetarse a reglamentación alguna, es decir «de mantero». Por ello, manteniendo el tradicional uso del traje en las dianas se da libertad para desfilar sin espindarga y capa, intentando unir dos sabores de la Fiesta: el gusto de lo que nos viene dado desde los orígenes, que en definitiva otorga una identidad sedimentada a nuestra comparsa, y el sabor de unas nuevas realidades, de unas nuevas exigencias que unan de igual manera al festero con el pasodoble. Así esperamos que las dos posibilidades de la diana se manifiesten equilibradamente, sin que una desplace a la otra, pero en última instancia siempre estará la voluntad del festero con toda su experiencia y su deseo de vivir la Fiesta.
Por último manifestar mi agradecimiento a D. Eugenio Navarro, D. Pedro Santa y a D. Alberto Sánchez por aportar datos que sin sus memorias hubieran sido imposibles rescatarlos para elaborar lo que ha intentado ser un acercamiento a la lectura que nos ofrece el traje de moro realista. Y testimoniar el agradecimiento de las nuevas generaciones a aquellos que han hecho que la Comparsa de Moros Realistas signifique algo para nosotros.
NOTAS Ángel Pérez (Cronista)
(1)—Para una mejor comprensión del hecho remito al artículo publicado el pasado año en la revista correspondiente al mes de agosto: «Centenario de la Caballería Realista».
(2)—Ver revista «Villena», año 1978, el artículo de Alfredo Rojas: «Cincuenta años de Moros Realistas».
(3)—Exceptuando las realizaciones de los miniaturistas de las escuelas orientales.
Extraído de la Revista Día 4 que fuera de 1987

No hay comentarios:

..... CONTINUAR... PASAR PÁGINA Pinchar en... (entradas antiguas)
Esta Web no se hace responsable de las opiniones de sus lectores. Todo el contenido es público. Usted puede copiar y distribuir o comunicar públicamente esta obra siempre y cuando se indique la procedencia del contenido. No puede utilizar esta obra para fines comerciales o generar una nueva a partir de esta..
Web: www.villenacuentame.com
E-Mail:
villenacuentame@gmail.com