Villena y Chapí
Mi ilustre camarada Joaquín Selva Lorenzo, director de PATRIA CHICA, solicita unas cuartillas para el número extraordinario que dará a la luz pública con motivo de las próximas fiestas de Villena. Acepto gustoso requerimiento tan gentil.
Mi ilustre camarada Joaquín Selva Lorenzo, director de PATRIA CHICA, solicita unas cuartillas para el número extraordinario que dará a la luz pública con motivo de las próximas fiestas de Villena. Acepto gustoso requerimiento tan gentil.
Quisiera tener la pluma de oro de Becquer, de Gabriel Miró, de mi querido paisano Pepe Milego, de Corradi o Azorín, unos que pasaron a mejor vida y otros que todavía viven para gloria de las letras españolas, a fin de cumplir en la forma enjundiosa, brillante y de inspiración peregrina, que merece la amable petición de que he sido objeto. Pero, ¡ay!, intelecto obscuro no puede dar a la estampa pensamientos luminosos y de ropaje literario engarzado con las perlas de la inspiración divina y tendrán que contentarse quienes estos renglones lean, con la concepción de mis medios, que, desgraciadamente para mí, son de escaso valer. Villena, la hermosa, ciudad rodeada de campos floridos y perfumados, cuenta con otros perfumes y otras flores más exquisitas y de valor más insuperable. Muestra de ellas, esplendentes, de cuerpo juncal, y divinas, como los rostros. que concibió, con su pincel inmortal, el gran Murillo, aprecié, las ví de cerca, aspiré sus aromas y admiré, también, su cultura y su ingenio chispeante. La feliz casualidad de actuar como Corregidor del Municipio alicantino en los días en que terminó el insigne escultor Bañuls, el monumento a la memoria inmortal del gran Chapí, hijo de Villena, y que colocó el nombre de su patria chica a gran altura, cual el ilustre tribuno don Joaquín María López, que en uno de sus discursos famosos, con su cálido y cincelado verbo, como el de Cristino Martos, supo narrar con colores vividos, la lucha sangrienta, entre la reacción y la libertad, venciendo ésta a las huestes del oscurantismo en la reconquista de Estella, durante la última guerra carlista, púsome en contacto con las hermosas villenenses, que en grupo numeroso rodearon el monumento, en el instante de dirigir la palabra a mi pueblo, para cantar las glorias de aquel gran maestro en el arte sublime de la concepción musical, con la inspiración que surgió de mi mente al conjuro de una olorosa flor colocada en el ojal de mi levita por una de aquellas angelicales criaturas, que daban magnificencia y esplendor solemne al acto imborrable de descubrir el busto de Chapí en el que se apreciarán su cabeza señorial y sus ojos con mirada a las alturas sublimes del arte, al que arrancó sus secretos más hondos, emocionando a los públicos con las sensaciones vibrantes de su creadora fantasía.
¡Villena!: Yo te saludo con devoción, por lo que vales en todas las manifestaciones del saber humano. El lazo espiritual que nos unía, se ha fortalecido en grado máximo, con motivo de la visita a este solar hospitalario, de la magnifica representación del bello sexo.
Florentino de Elizaícin y España
Director de «El Correo»
Extraído de la revista Patria Chica de 1930
Florentino de Elizaícin y España
Director de «El Correo»
Extraído de la revista Patria Chica de 1930
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