Luciano López Ferrer
Abogado, diplomático, López Ferrer fue el único civil que desempeñó el cometido de Alto Comisario de España en Marruecos. Designado para esta función por el gobierno de la República en 1931, la desempeñó hasta 1933, año en que pasó a ser embajador en Cuba. Cesó en este cometido en la primavera de 1936, al llegar su reglamentaria jubilación.
Abogado, diplomático, López Ferrer fue el único civil que desempeñó el cometido de Alto Comisario de España en Marruecos. Designado para esta función por el gobierno de la República en 1931, la desempeñó hasta 1933, año en que pasó a ser embajador en Cuba. Cesó en este cometido en la primavera de 1936, al llegar su reglamentaria jubilación.
Había nacido en Valencia el 22 de agosto de 1869, y era nieto del político villenense Joaquín María López y López. En 1896 ingresó en el cuerpo diplomático, y su biografía constituye una larga relación de destinos en diversos lugares del mundo. Aunque realizó algunas misiones en el extranjero durante la guerra civil para el gobierno de Franco, al término de la campaña abandonó totalmente el servicio activo.Pocos años después, en 1945, murió en Madrid. López Ferrer desempeñó durante los años 1921 a 1923 la secretaría de la Alta Comisaría de España en Marruecos como Comisario interino, y tuvo un destacado cometido en las negociaciones que, a principios del año últimamente citado, dieron lugar al rescate de un importante contingente de prisioneros españoles en manos de Abdel-Krim, jefe de los marroquíes que combatían en el Protectorado al ejército español.
La satisfacción general que produjo en España este hecho, llevó a que tuviera lugar en Villena, en el seno de la Corporación municipal, un debate sobre la conveniencia, ante el éxito logrado por la decisiva participación de López en las negociaciones, de nombrarle Hijo Adoptivo de la Ciudad. Hubo quienes se decantaron por tributarle mayores homenajes todavía, mientras se manifestaron otros en sentido contrario a la nominación. Argumentaban éstos que la liberación de los cautivos había tenido la contrapartida de unas duras condiciones, humillantes incluso, para nuestro país.
El asunto fue motivo de un amplio debate, al que podemos acceder por la lectura del acta, que lleva fecha de 2 de febrero de 1923, y finalmente se llegó al acuerdo del nombramiento por unanimidad. El Ayuntamiento villenense estaba entonces presidido por Emilio López Santonja, y figuraban como concejales José Maruenda Sentana, Maximiliano Silvestre Guijarro, Fulgencio Romero Bernabé, Pedro Galipienzo Perpiñán, Joaquín Sandoval Amorós, Joaquín Tomás Hernández, Joaquín Galipienzo Navarro, Bartolomé Hernández Catalán, José María Menor y Menor, Joaquín Herrero Valdés, Francisco Ferriz García, Juan García Hurtado, Miguel Caturla García, Fernando Amorós Amorós y José Cañizares Domene.
Carecemos de otros datos en relación con la fecha y circunstancias en que fue entregado el título a López. Nada hemos encontrado en las actas municipales y en la prensa local en este aspecto.
El asunto fue motivo de un amplio debate, al que podemos acceder por la lectura del acta, que lleva fecha de 2 de febrero de 1923, y finalmente se llegó al acuerdo del nombramiento por unanimidad. El Ayuntamiento villenense estaba entonces presidido por Emilio López Santonja, y figuraban como concejales José Maruenda Sentana, Maximiliano Silvestre Guijarro, Fulgencio Romero Bernabé, Pedro Galipienzo Perpiñán, Joaquín Sandoval Amorós, Joaquín Tomás Hernández, Joaquín Galipienzo Navarro, Bartolomé Hernández Catalán, José María Menor y Menor, Joaquín Herrero Valdés, Francisco Ferriz García, Juan García Hurtado, Miguel Caturla García, Fernando Amorós Amorós y José Cañizares Domene.
Carecemos de otros datos en relación con la fecha y circunstancias en que fue entregado el título a López. Nada hemos encontrado en las actas municipales y en la prensa local en este aspecto.
Texto extraído del libro... De Villena y los villeneros.
Alfredo Rojas y Vicente Prats.
Alfredo Rojas y Vicente Prats.
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