1987 ... Y DE LAS FIESTAS ¿QUE?

... Y DE LAS FIESTAS ¿QUE?

Las Fiestas siempre han tenido varias vertientes en su motivación, por un lado su aspecto lúdico, por otro el marcado interés en señalar una o varias fechas de alto sentido político, o simplemente el culto a un Patrón o Patrona.

De todos es sabido que los días utilizados por los cristianos para determinadas celebraciones, nos vienen de los antiguos Romanos, que así resaltaban los distintos solsticios del calendario natural, con tal motivo agradecían a la sabia naturaleza y a los dioses que la representaban, los beneficios que de ellos y la tierra obtenían, montando en su honor grandes fiestas en las que no faltaban ninguno de los ingredientes que hoy todavía utilizamos: Música, Vino, Alegría, Amistad y ¿Por qué no? Amor.

La transformación que España sufrió con la invasión árabe, la posterior reconquista, sin olvidar lo que supuso el cambio de siglo con su marcado acento místico, nos abocó a un sentido nuevo como motivo de la Fiesta.

La reconquista, en algunos pueblos, y según las leyendas se realizó con la protección o intervención celestial de alguna Virgen o Santo: La Virgen de Covadonga, Santiago mata moros, San Jorge y otros. Esta protección alcanzó tal dimensión en alguna población, que sus Fiestas se celebran haciéndolas coincidir con la conmemoración del día de este Santo.

Podemos suponer que en Alcoy, la celebración de los Moros y los Cristianos, serviría de mofa y escarnio a la población morisca que en la ciudad existía, recordando el triunfo del ejército de cristianos en la batalla del Barranco con la participación de su Santo Patrón San Jorge.

En nuestro pueblo, sin embargo, esta transformación se produciría más tarde y con otros motivos. Villena y después de aquellas pestes que diezmaron la población, decidió buscar la protección divina en la Virgen de las Virtudes y celebrar el día ocho de Septiembre su Fiesta. Fiesta en la que participaron los ministriles (músicos), las alegrías, el jolgorio de la población que se trasladaba a las inmediaciones del Santuario de su Patrona y claro está el clero, que rendía culto a la Virgen con sermones y actos litúrgicos. En estas celebraciones aparecen unos elementos indispensables en la actual Fiesta de moros y cristianos, los arcabuceros. La compañía de Soldadesca que en Villena existía y de la que formaban parte como sus jefes o directores los más grandes personajes de la población y de las más rancias familias, que tenían como misión en la Fiesta la protección del Clero en su traslado de ida y vuelta al Santuario, como así mismo hacer resonar sus arcabuces al paso de la sagrada Imagen en su paseo-procesión por los aledaños de su ermita.

Las guerras como siempre cambian el curso de la vida y en muchas ocasiones desvían notablemente el sentido y el sentir de la celebración en ocasiones para bien y en otras para mal. La guerra de la Independencia, cambió la forma de expresión en muchos pueblos y Villena no fue una excepción; aquellas antiguas soldadescas se transformaron en Comparsas, tal vez por la influencia valenciana próxima y que Biar nos trasmitía año tras año. Los moros adoptaron la indumentaria que las tropas francesas utilizaban, más concretamente aquellas fuerzas de choque que eran los eunucos turcos; los pantalones abonbachados, los turbantes grandes, voluminosos, las chaquetas cortas, chalecos, los delantales de piel de cabra curtidas al sol y las mochilas donde portaban sus enseres particulares y la manta para protegerse del frío de la noche.

Los cristianos sin embargo supieron abstraerse de las modas afrancesadas que por aquellos tiempos corrían, y adoptaron como uniforme el que las compañías de soldadesca usaban y que sin duda alguien guardaba como recuerdo en casa.

Con el tiempo nacieron como comparsas los Moros musulmanes (Nuevos) y los Estudiantes, estas dos comparsas siguieron en la misma línea que las dos anteriores y solamente en sus uniformes variaron los colores de sus antecesoras, muchos años después se incorporarían a la Fiesta los Romanos y los Marineros, el Bando Marroquí lo haría a principio de nuestro siglo, tal vez su creación estuvo marcada por la influencia del protectorado que España ejercía en esta zona de África del norte.

Como decía antes, las guerras, influyen grandemente en las personas y las cosas. Después de la contienda civil, las gentes, en su necesidad de relacionarse y de olvidarse de la nueva situación socio-política, se reúnen en torno a la Fiesta y aparecen los Piratas, los Andaluces, los Moros Realistas, los Moros Nazaríes, los Labradores, los Almogávares, los Moros Bereberes y los Ballesteros, que con anterioridad actuaron en la Fiesta como Americanos primero y como Moros Árabes después, así mismo los Marineros se transformaron en Marinos Corsarios, desapareciendo de la escena festera definitivamente los Romanos.

Estos nuevos tiempos, junto con el relanzamiento industrial, nos ha traído la verdadera explosión participativa de nuestra festividad; los problemas organizativos como así mismo la gran fuerza la Fiesta había tomado, hizo solicitar la independencia a nivel administrativo al Ayuntamiento en el año 1970, a lo que este accedió, supeditando la decisión final de todos los temas a la supervisión política, y así fue como en ese año la Junta Central de Fiestas de Moros y Cristianos de Villena, que así es como se denomina.

Este hecho histórico, marcó profundamente la marcha de la Fiesta en nuestra población, por un lado la participación en la solución de los problemas festeros, con la opinión de los propios responsables de la Fiesta a nivel Comparsas y por otro la gran masificación festera que en estos momentos existe, acoplándola a horarios y actos, a la vez que conservando su contenido tradicional.

Yo diría, que, en estos momentos se abre una nueva etapa; como todas por desconocidas inquietantes, pero atractivas a la vez, con un buen sentido de igualdad a todos los niveles sociales, sin distinción sexológicas, y esto nos va a llevar a una profunda reforma, con un estudio hecho con el mayor de los sentidos festero. La Fiesta y su transformación se han ido produciendo sin traumas, con naturalidad y creo que no podemos ni debemos llegar a un punto en el que tengamos que preguntarnos... y de la Fiesta ¿Qué?.

Extraído de la Revista Día 4 que fuera de 1987