1962 ELECCIÓN DE REGIDORA DE FIESTAS "MOROS Y CRISTIANOS 1962"

ELECCIÓN DE REGIDORA DE FIESTAS "MOROS Y CRISTIANOS 1962"

DIECIOCHO de Agosto. Las Fiestas están ahí —gozosas, próximas, eternamente nuevas—al doblar el recodo de un mes que parece no acabarse nunca y que la ilusión cruza anhelante una y otra vez, enredándose, ahilándose, deshaciéndose gloriosamente, de manera que cuando llegan desfallece en el paroxismo de un goce íntimo y definitivo. Noche levantina, clara, rotunda, oreada por un vientecillo que hace ondular suavemente las cortinas del escenario levantado en la Plaza de toros. La arena abarrotada y los graderíos rebosantes atestiguan la entraña auténticamente popular de las Fiestas que hunden sus raíces en el vivero de una tradición centenaria, remozada por un entusiasmo único, nato, total.

Los Coros y Danzas de la Sección Femenina inician su actuación. Gracia y señorío, delicadeza y majestuosidad en las «Seguidillas de Alcoy». Alegre tipismo, viveza juvenil, una copla no exenta de sátira. castiza, animan las airosas evoluciones de la «Malagueña de Villena». Arte exquisito, sentido de la uniformidad, maestría inigualable resplandecen en el armónico conjunto al ejecutar —sin un fallo— el pausado y difícil «Baile de tres».

La Banda Municipal no podía estar ausente del acto— interpreta «Paso a la Kabila», vigorosa marcha mora en la que el monorrítmico contrapunto de los timbales hace revivir prístinamente un momento clave de las Fiestas, orlado de luz y color, de Corredera con arcos, de sol de día cinco; «Amparito Roca», el fino y vibrante pasodoble, emblema y símbolo de un modo personalísimo de desfilar, cuyo fogoso principio eriza el pelo hasta la raíz para. suavizarse después de unos compases sobrios, deliciosos, contenidos, en los que se anuncia, con todo, el apoteótico final, inolvidable, pleno, desgarradamente festero; y, por último, «Los Piratas», la popular marcha de José María Soler, orquestada por Luis Hernández, sonora y dinámica.

Antoñita Moreno presenta su espectáculo «Los Reinos de España» dentro del Ciclo de Folklore de Festivales de España del Ministerio de Información y Turismo, cuidadosamente montado, de gran altura artística y en el que destacan «Los Chimberos», conjunto vasco aplaudidísimo en todas sus intervenciones; el primer bailarín Andrés Monte-mar que hace una verdadera creación de «El Peregrino»; el ballet de la compañía que llevó a cabo números como el «Cuadro Maragat» original y melódico, la «Jota Popular», el goyesco «Bolero Madroñero» y el magnífico alarde coreo-gráfico de las «Seguidillas de Leciñeña»; y la propia Antoñita Moreno, mujer de extraordinaria prestancia, en la plenitud de su arte, nostálgica en «El Dulce Amor», irónica y deliciosa en «Aragón Marinero», seductora y genial —más ella que nunca— en «El cordón de mi corpiño».

Y por fin la presentación de Madrinas de Comparsas. Avanzan con garbo entre el público, acompañadas por los abanderados. Los trajes de villenera, los uniformes de los festeros, las banderas alzadas componen una estampa cromática de primer orden al llegar al estrado cuajado de luces. Las Madrinas del año anterior les imponen las bandas y desfilan seguidamente precediendo a la Regidora de Fiestas 1961. Suben a votar los Presidentes de Comparsas y la Comisión de Fiestas. El momento es emocionante. Se procede al escrutinio y es elegida la señorita María Pilar García Hernández, Madrina de la Comparsa de Estudiantes, proclamada Regidora de Fiestas de Moros y Cristianos 1962 en la brillante apoteosis final. Ante el abigarrado grupo bailan los Coros y Danzas la «Jota de Villena», mientras que retumban las tracas, deslumbran las bengalas, la gente canta puesta en pie el Himno a Villena y aparece en lo alto —digno remate del plástico cuadro la imagen de nuestra Señora la Virgen de las Virtudes.

Extraído de la Revista Villena de 1962