EL PRÍNCIPE D. JUAN MANUEL Y LA CETRERÍA
Por M. GOMEZ HERNANDEZ
Mari-Sol con un joven "CERNÍCALO COMÚN"
preparado para la caza
Cuentan las fábulas cetreras que un rey Mongol desterró al desierto a dos de sus hijos, sin armas con que cazar su sustento y al ver éstos cómo el halcón cazaba, pensaron en capturarlo para su servicio.
Y así fue como nació la cetrería.
'Lo que sí es cierto es que este arte está extendido por todo el mundo y que tanto Mongoles, Chinos, Wikingos, etc., lo practicaron y así a través de Europa nos llegó a España.
Se decía en aquel entonces que España entera era un gran bosque y que una ardilla podía atravesarla de árbol en árbol sin posar sus patas en el suelo.
En este país alcanza todo su esplendor la cetrería en la Edad Media, al igual que en toda 'Eu-ropa.
Era el halcón compañero ineludible de reyes y grandes señores y hasta incluso marcaban su rango, por ejemplo un Obispo podía tener halcones, pero no así un simple sacerdote, que debía de conformarse con un cernícalo o gavilán.
La historia relata cómo el Rey Sancho, Guzmán el Bueno, Alfonso X el Sabio, los Manueles, padre e hijo, Zúñiga Sotomayor, Luis Zapata, Pero López de Ayala, entre otros, eran practicantes de la cetrería.
Es digno de mención y curioso como en la Iglesia y junto al Altar, habían alcándaras para que situaran los señores sus aves durante las homilías, y en sus dormitorios y en el de sus concubinas existían lugares destinados al halcón; era un ave de caza y de compañía, en salones, fiestas y paseos, era normal ver a los señores con el pájaro en el puño sobre el guante.
El príncipe D. Juan Manuel tuyo la fortuna de que a través de los árabes amplió conocimientos sobre este arte y así es como se decidió a desvelar los secretos del adiestramiento y las técnicas de caza con ave, así como curar sus enfermedades, todas estas cosas eran «tabú» en aquel entonces que pasaba de padres a hijos con gran secreto.
Escribió el Príncipe D. Juan Manuel «El libro de la caza» que le honró y nos dejó como muestra de su gran saber, y así se le reconoció al pasar todos estos años y hasta el presente por todos los que buscamos conocimiento en cetrería.
Es quizás el mejor libro que sobre este arte se ha escrito y así lo reconoció también el malogrado amigo Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, que lo nombra como gran maestro en su libro «El arte de la cetrería».
Este arte decae con la aparición de las armas de fuego en la caza.
Rodríguez de la Fuente en sus viajes por el mundo se sorprendió y admiró al ver su auge en Alemania, Inglaterra, Francia, etc. Lo recupera para España, le da nuevo empuje y lo hace renacer, pues ve como la variedad de «Halcón peregrino» de España es codiciada, perseguida, capturada por su fortaleza y belleza por otras naciones que todos los años vienen a nuestro país y se los llevan a los suyos.
Observa con gran pesar cómo en España, tanto el halcón como otras aves rapaces, son perseguidas y destruidas por cazadores, alimañeros, pesticidas, colombicultores, etc.
Lucha por ello, porque lo ve injusto y puede conseguir su protección por medio de ICONA.
Hoy día la cetrería en España está resurgiendo, es un arte digno y difícil, se trata de tener un ave rapaz al cual le enseña lo que le enseña la naturaleza, a cazar, se le ejercita diariamente, no se le quita su instinto animal, aunque esté en cautividad se puede reintegrar perfectamente a la naturaleza, pues en eso consiste el juego, ya que se le da la libertad cada día de vuelo.
Se tiene un largo aprendizaje como cetrero, hay que saber algo de medicina y traumatología, cuidar su plumaje, no le debe faltar ni una sola pluma, si se le rompe hay que injertar, es como un atleta que hay que ejercitar y vigilar su peso y dieta diariamente.
La compensación su compañía, fidelidad en el campo y en libertad como un perro, pero en el aire, verlo alto, muy alto y a la orden del cetrero caer en picado a velocidad sorprendente sobre su pieza.
Estas aves están protegidas porque están en muy triste extinción.
La tenencia ilícita de aves rapaces, su captura o caza y hasta su disecación, está penada por ICONA con multas hasta de 100.000 pesetas.
Para su tenencia para las prácticas cetreras es preciso pertenecer a un Club o asociación, están la Balear, Canaria, Catalana, Zamorana, Española y están en proyecto algunas más regionales como la Valenciana, etc. y pasar un duro examen por maestros cetreros. ICONA autoriza anualmente la desnificación de un pequeño número de aves en las zonas más pobladas y siempre dejando pollos en el nido, que da a los Clubs oficiales y éstos pasan a los socios por riguroso turno, estas aves van numeradas.
En la zona de Levante desgraciadamente se le declaró la guerra al halcón hace tiempo, los colombófilos ven un enemigo terrible en el halcón y yo pienso que lo conocen poco, pues este ave prefiere otras aves más lentas y menos sabias y menos competitivas que la paloma para su alimento y además mata para comer y una paloma diaria supone mucha comida, a no ser que esté en período de criar sus polluelos.
Para su tranquilidad les diré que normalmente los cetreros compramos las piezas que echamos para la caza de nuestros pájaros.
Lo más triste es que en Villena queda una pareja o dos todo lo más de halcones que su valor es incalculable, material y como especie en extinción, cuando esta ciudad fue una sede en cetrería.
En Levante se practica cetrería, hay grandes maestros cetreros anteriores a Rodríguez de la Fuente.
En Villena habemos seguidores cetreros, los cuales nos juntamos y vamos a volar nuestras aves y seguimos las vicisitudes y desarrollo de nuestra trabajosa cetrería.
Yo soy miembro de la Regia Asociación Española de Cetrería y me siento muy orgullosa de saber que en Villena vivió un príncipe que era un fenómeno en cetrería y que los moros le enseñaron más y nos dejó un gran legado escrito.
Ahora intento que se reedite el libro del príncipe D. Juan Manuel en Villena, pues sigue siendo éste uno de los mejores del mundo.
El halcón es una joya viviente, es parte de nuestra historia conocerlo y lo amareis.
¡Por favor no maltratéis al halcón!
Extraído de la Revista Villena de 1981
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