“La Mahoma de Biar, menja rotllets i fogasses, se l´emporten a Villena i la inflen a remolatjes”. Con este dicho despidieron los biarenses a La Mahoma.
El 12 de mayo, finalizadas las fiestas de Moros y Cristianos de Biar, la efigie de Mahoma (La Mahoma) es trasladada ritualmente a Villena donde permanecerá hasta el día ocho de septiembre en que, conquistado el castillo por los Cristianos, es devuelta con el mismo ritual a los moros de Biar.
La "Mahoma" es una tradición que tiene su origen en la Edad Media y está relacionada con los Gigantes y Cabezudos aragoneses y catalanes y con la utilización de un gran muñeco que representa a Sansón en algunos lugares de Hungría. Como representación de Mahoma ya se utilizó en las fiestas de moros y cristianos que se celebraron en Jaén en 1463 y se documenta también con los nombres de Aduar o Papaz en el siglo XVIII en algunas fiestas de moros y cristianos como las de Alicante o Alcoy. En Biar y Villena se documenta ya en 1838 y existió en toda la comarca del Alto Vinalopó hasta que se eliminó desgraciadamente en algunas poblaciones (Sax, Petrer, etc.) tras el Concilio Vaticano II.
Video... Josse Peluquero (2020)
2 comentarios:
Hay tradiciones de las que conviene ir desprendiéndose. En 1.981 publiqué un artículo en el periódico "Villena" donde argumentaba que la "tradición o costumbre" de no dejar que las mujeres desfilaran en las fiestas iba en contra de los tiempos, de la realidad social y de la Constitución. Me llovieron chuzos de punta, pero gracias a Dios hoy en día las mujeres participan en las fiestas con plena igualdad y merecimiento. La costumbre de sacar una figura representado a Mahoma, aun siendo costumbre antigua, puede herir sensibilidades de personas que profesan una religión distinta a la nuestra y que tienen igual derecho que nosotros, los cristianos, a la libertad religiosa. Como dije entonces, en relación a las mujeres, la costumbre no lo puede todo: se ha de adecuar a los tiempos. Y ahora, la libertad religiosa está consagrada en la Constitución y han que respetarse todas las confesiones, igual que hay que respetar a los no creyentes, agnósticos y ateos. Miguel Hernández, Villenero de pura cepa, residente en Alicante.
Creo que tiene razón. Esta costumbre es antigua pero inadecuada por razones evidentes.
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