Después del tiempo transcurrido, y de lo dicho y oído sobre el particular, en prensa y radio, parece ser que el conocimiento total del “coronavirus”, llamado Covid-19, declarado pandemia, ha conseguido que la mayor parte de la humanidad, por responsabilidad o en algunos casos por temor, tomemos una serie de precauciones personales para evitar el contagio de tan mortal virus.
Esto, amigo lector, nos ha hecho, quizá sin pretenderlo, encontrarnos en situaciones novedosas a las que hemos tenido que dar solución de “motu propio”, con acierto unas veces y en otras con fiascos de no gran importancia. Situaciones estas que al día de la fecha, y espero que se perpetúen en el tiempo han conseguido unir a los vecinos, por lo menos a las ocho de la tarde con las ”palmas de admiración desde los balcones”. Y también con el saludo, que tan sencillo parece y que hasta el día de la fecha no teníamos costumbre de practicar.
Tomemos de esta dolorosa situación la parte humana para que nos sirva de nexo de unión y tratemos de conseguir que quien vive cerca de nosotros no sea un desconocido sino por el contrario sea nuestro “amigo”.
Ernesto Pardo Pastor
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