EL MERCADO MEDIEVAL... por Juan José Torres (EPDV)
Cuando el concepto, o anhelo, de Participación Ciudadana queda a mitad de camino, tenemos aquí, en Villena, el mejor ejemplo de cómo se pueden implicar los vecinos. Ciudadanos de un barrio con gentes dispares: asalariados, desocupados, creyentes, ateos, votantes de derechas y de izquierdas, jóvenes, viejos, mujeres y hombres para revolucionar, aunque sea unos pocos días, la dignidad y la historia de su arrabal. Es verdad que la idea de Participación Ciudadana pretende involucrarse en la solución política de los problemas de las barriadas, reivindicando partidas económicas, seleccionando las preferencias para satisfacer las demandas pendientes y dotarlas de mejoras.Pero el esfuerzo de todo un distrito, como el Rabal, donde buena parte de sus moradores se vuelcan por un acontecimiento extraordinario es un modelo de Participación, Solidaridad, Imaginación, Arrimar el hombro, Compartir habilidades, Apelar a su pasado, Proponer en el presente y Reivindicar su futuro. Si para ello, porque la crisis golpea sin piedad las ayudas oficiales, tienen que remangarse sus vecinos y colaborar con sus bolsillos, mayor admiración me produce; porque ya se sabe que cuando se trata de solicitar la cartera, los abrazos se convierten en saludos. Así, año tras año, nos deleita el Rabal con un colosal trabajo organizativo para encalar las calles, engalanar sus ramblas y mostrar su orgullo.Este año, en su XI edición, ha seguido superándose. Si alguien pensaba que las dificultades monetarias iban a debilitarlo se equivocaron. Más sacrificios, pero también más ilusión y mayor experiencia. Han dado sus organizadores y sus residentes una lección magistral de trabajo bien hecho, ofertando una gama de actividades diferentes y simultáneas que ha hechizado a los visitantes. Magia, juglares y trobadores, aves rapaces, teatro, conciertos, procesión de las antorchas, pintura mural, exposiciones en la Tercia y en San Antón, orfebrería y cestería, fabricación de toneles, espectáculos callejeros y recuperación de juegos desaprendidos…
El Rabal ha conseguido con su MERCADO MEDIEVAL que el callejeo sea un paseo delicioso, el bullicio no resulte irritante, los olores a inciensos tranquilicen, los ornatos exteriores recreen las miradas y los centenares de atuendos rememoren el pasado. Si además ha sido posible el acceso al campanario de Santa María, con excelentes panorámicas, y en el Castillo de la Atalaya se podía practicar el tiro con arco y tomarse un aperitivo después de la ronda, bien que ha valido la pena el itinerario. Sin embargo lo más transformador no es ya que abra el Rabal sus puertas de par en par, sino que seduzca a otras gentes ajenas al barrio, que amigos de otros lugares, familiares de otros lares, personas desde otras zonas de la población se involucren en la causa, la hagan suya y la vivan como propia, como la generosa complicidad de diferentes grupos y personas.Por tanto no puedo más que felicitar públicamente a los responsables del milagro. Primero a la Asociación de Vecinos del Rabal por no decaer en su entusiasmo; después a todos y cada uno de los que se han implicado para mostrar todo lo que hay, para demostrar lo que se puede hacer cuando se quiere y para convencernos de que los guetos malditos, aquellos a los que nadie se acerca porque pillan lejos o por etiquetas asustadizas, son perfectamente habitables. Retratos sociales que iniciativas como el Concurso de Fotografía, impulsado por Villena Cuéntame, ayudarán a conservarlos.Pero este trabajo tan elocuente y laborioso, que ha cautivado hasta los medios periodísticos de media España, viene de mucho atrás. Mucho antes del éxito actual del MERCADO hubo personas, encabezadas por Ángel Giner y ahora por Pepe Cabanes, que creyeron que sus calles merecían mejores suertes, que se rebelaron contra los dedos acusadores, que no querían un barrio muerto; se sacudieron los fantasmas condenatorios y soñaron que el amor propio no permite humillaciones.
Publicado en... El Periódico de Villena
Publicado en... El Periódico de Villena
6 comentarios:
Soy un "rabalero" en "el exilio" que este año no pudo asistir al Mercado Medieval, pese a que suele ser cita obligada para mí. No puedo describir el sentimiento que tuve, el sábado a mediodía, al encontrarme con la noticia mientras veía tranquilamente el informativo de La Sexta. Por inesperada y por demostrativa de lo que son la gente de mi pueblo y de mi barrio. Me emocionó ver mi barrio lleno de vida.
Siempre he pensado que el Rabal es un diamante en bruto. Después de verlo por televisión, lo creo todavía más.
¡Enhorabuena! y a seguir trabajando por recuperar uno de los barrios más bonitos que puedan haber.
Mas vale que los organizadores de la feria piensen más en los mercaderes. Ellos son los que de verdad sustentan los eventos como este.
Y cuál es la queja?
En que se les trata mal?
Di!!!!
Pregunta y habla con los mercaderes.
Yo, ya hablo con algunos.
Eres tú el que malmetes.
Si sabes algo debes de decirlo, y si lo que quieres es que alguien te preste atención pero no sabes de lo que hablas, lo lógico es que quedes como queda cualquiera que haga comentarios infundados.
Habla de lo que sepas y sino te callas
Tienes falta de cariño y de información.
La organización del mercado está formada por gente voluntaria, y pone a disposición de los mercaderes un escenario apropiado para que ellos hagan negocio.
Esto tiene un costo económico que los mercaderes comparten, pero en mucha menor medida que en la inmensa mayoría de otros mercados.
Los voluntarios dan su tiempo, y en ocasiones materiales y desplazamiento, etc que les cuesta de su bolsillo.
El que hizo ese comentario no puede ser ni saber lo que piensan los mercaderes, y si lo fuera es un desagradecido o un ignorante.
La organización trabaja para mejorar la situación del mercader. Se le prepara espacio, se le asesora, le ponen seguridad, se publicita el evento para que venga publico todo lo necesario para que ellos planten sus puestos y vendan.
Quiere este señor que les aporten personal para atender su negocio?
Es lo único que faltaría.
Conozco el tema.
He estado muy implicado desde el principio y todavía ayudo menos de lo que quisiera.
Siempre han habido sujetos como este que no aportan nada, que no representan a nadie, y que como bien se indica malmeten porque seguro necesitan atención.
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