UN RUEGO de la Junta de la Virgen
Otro año más la Virgen de las Virtudes visita su pueblo. Un año más la Sagrada Imagen de la Virgen llega a Villena. Al comenzar los días dorados de septiembre, La Morenica abandona su Santuario y peregrina a la dudad, su manto se cubre con el polvo del camino y su trono de olorosa albahaca, va a pasar tres días junto a sus hijos.
Tenemos que hacer un alto en el quehacer diario, un alto en ese tejer y destejer de todos los días. La Virgen nos espera. No podernos ahora alegar la distancia que nos separa del Santuario. Ahora está en la ciudad, muy cerca de todos.
Entre todos tenemos que hacer que las fiestas vuelvan a su cauce normal, que las aguas desbordadas vuelvan otra vez a convertirse en tranquilo y suave remanso. Y sobre todo, que la VIRGEN DE LAS VIRTUDES ocupe, en estos días que nos visita, el lugar que por antonomasia le corresponde: el de la MADRE de todos.
No nos dejemos llevar por la vorágine de las fiestas, que se han desbordado, se han disparatado. En el término medio está la VIRTUD, la verdad de las cosas. Las fiestas ya no responden al fin para que fueron creadas: En honor de la Virgen.
No somos mojigatos, no está mal la diversión honesta, la expansión, el descanso en estos días, para romper la rutina del trabajo de todo un año, pero desde algunos años a esta parte parece que, a la MADRE, se le olvida un poco, se le da de lado, no la tenemos primordialmente en el centro de nuestros amores, y nos olvidarnos con frecuencia que las fiestas se crea ron solamente con un fin: por la Virgen y para la Virgen.
Como Presidente de la Junta de la Virgen os invito a todos a los actos programados en Honor de nuestra Madre, la Santísima Virgen de las Virtudes, que en estos días nos visita. No la olvideis; Ella, desde su trono, nos bendice.
ANTONIO HERNANDEZ
Presidente de la Junta de la Virgen
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