COSAS QUE SE VAN
Muy evocador es para un villenense el grabado que ilustra esta página. Recuerda, en primer lugar, las series de personajes populares cuyos nombres perduran en la memoria de las gentes casi indisolublemente unidos: el «Coque» y «Miguelera»; «Pijoto» y «Antón»; «Cachano» y «Caratorta...», tipos todos de acusada personalidad y con cuyos agudos decires podría formarse una sabrosa antología.
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Recuerda también que, al menos en lo externo, el tipo humano evoluciona y cambia. No es aventurado predecir que, dentro de algunos años—treinta, veinte, quizás menos—será difícil encontrar la «blusa» de un castizo «campero»; tan difícil como hallar en la actualidad el «rebocillo» o el «jubón» de una «villenera» antigua.
Es signo de los tiempos la uniformidad. El mismo sastre viste hoy al linajudo aristócrata que al burgués adinerado, al productor fabril o al más modesto labrador.
Por eso nosotros hemos querido dejar constancia de un signo diferencial que se pierde irremediablemente.
Extraído de la Revista Villena de 1953
Cedido por... Avelina y Natalia García
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