El romanticismo, visto como pareja de novios, no estaba prohibido en aquellos lejanos años. Y tenía que estar presente en lugares que nos fuesen sentimentales, no porque el lugar elegido no lo fuera; ni nos fuese atrayente su entorno y que nos embobara para dar un paseo cogiditos de la mano, manera permitida de estar más juntos, además de decir con este ademán que éramos novios... No, no era eso. Más bien sería por un sentimentalismo que nos recordase que ya estuvimos cuando niños, quizás...
Y con esa premisa, nos fuimos un soleado día a pasear por LAS CRUCES. A estar juntos. A mirarnos y sonreírnos. Y todo eso. Y elegimos este lugar, por donde, antes que nosotros, pasearon otros con las mismas ilusiones.*
Pedro Martínez Martínez y Encarnación López Cruzado nos envían esta serie de fotografías tomadas en un paseo por el paraje de las Cruces en el año 1966, el Castillo, el déposito de agua y las tres Cruces. Anímate a enviar fotos como estas.... villenacuentame@gmail.com
Pedro Martínez y el castillo al fondo...
Pedro y Encarnación en el antiguo déposito de agua de las cruces.
Pedro y Encarnación en las tres cruces junto a la ermita.
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El romanticismo, visto como pareja de novios, no estaba prohibido en aquellos lejanos años. Y tenía que estar presente en lugares que nos fuesen sentimentales, no porque el lugar elegido no lo fuera; ni nos fuese atrayente su entorno y que nos embobara para dar un paseo cogiditos de la mano, manera permitida de estar más juntos, además de decir con este ademán que éramos novios.. No, no era eso. Más bien sería por un sentimentalismo que nos recordase que ya estuvimos cuando niños, quizás...
Y con esa premisa, nos fuimos un soleado día a pasear por LAS CRUCES. A estar juntos. A mirarnos y sonreirnos. Y todo eso. Y elegimos este lugar, por donde, antes que nosotros, pasearon otros con las mismas ilusiones.*
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