Corrían los años cincuenta y el Castillo sobre el que se celebraban las Embajadas en Fiestas de Moros y Cristianos, que era de madera, se encontraba en estado calamitoso, casi destrozado por el tiempo y el no muy buen trato. En 1953 se inaugura el nuevo Castillo de Embajadas.
José Íñiguez Sansano por la Puerta Almansa
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