Con estas palabras resumimos una realidad, un ser querido acaba de fallecer y la pena, el dolor, nos invade porque esa frase abarca una amplia realidad, resume toda una vida de alegrías y penas de dolor y paciencia.
Antoñita fue a lo largo de su vida todo un ejemplo de amor a su pueblo y a sus tradiciones, fue parte integrante de Las Fiestas de Moros y Cristianos, representando como Madrina a varias Comparsas.
El Rabal en su ermita de San José la ha visto presente en sus Fiestas del Medievo y nuestra Patrona tiene en propiedad el manto de las Mil Gracias regalo de quien nos abandona. Y nos abandona con espíritu firme, casi con una sonrisa para evitar el dolor de sus allegados.
Antoñita nos deja, diciéndonos con su característica sonrisa, “Adiós” todos sabéis que os llevo en el corazón y que siento produciros este dolor.
Villena 12 de enero de 2020. Por... Ernesto Pardo Pastor
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