SANDALIO GARCÍA CONVIVE CON LOS DOS SOBREROS QUE HAY EN LOS CORRALES DE LA PLAZA
AL MAYOR LE DA DE COMER EN LA MANO; AL MÁS PEQUEÑO LO CRIO CON BIBERÓN
Mucho trabajo nos ha costado entrevistar a un hombre popular y a la vez humano y sencillo por los cuatro costados. Nos referimos a Sandalio García Menor, que a sus 65 años sigue al pie del cañón en esa faceta tan difícil como es cuidar los toros bravos y convivir con ellos. Porque todo lo hace por pura afición y no quería dar a la luz pública sus impresiones. Cualquiera que leyera esta entrevista pondría en tela de juicio, la veracidad de las respuestas; para evitarlo hemos conseguido un documento gráfico que no admite dudas, gracias a la gentileza que ha tenido para nuestro periódico, el representante de la plaza de toros.
Caso inédito: el señor García Menor da de comer a un bravo toro de 600 kilos. (Foto CANO)
“CUANTO MÁS NOBLE ES EL TORO, MÁS BRAVO RESULTA PARA LA LIDIA: ESTOS DARAN LA VUELTA AL RUEDO…”
—¿Cuánto tiempo lleva en su cargo?
--Doce años y nunca he tenido el más leve percance. Todo lo hago por afición y seguiría gratis hasta que quieran los dueños, y mis fuerzas me lo permitan.
—¿Desde cuándo están en los corrales los dos sobreros de la fotografía?
---Llevan aquí nueve meses. Al más pequeño, cuando entró le daban biberón; luego se volvió desconfiado y le tomé precauciones. Como es muy listo, ahora somos bue- nos amigos y me conoce perfectamente. Al grande llevo dándole pienso con la mano desde hace tres meses.
—¿Cómo se llaman?
–El mayor que es de la ganadería de Higuero, cuando lo trajeron me dijeron que su nombre era Moro. Del pequeño, como no me dijeron nada, yo le puse Morico. —¿Cuál de los dos le da más trabajo?
--El grande, porque tiene el vicio de hacer hoyos en los corrales para luego acostarse. Quiero decirle también que en cuanto ven gente por los corrales yo nunca salgo, pues entonces no conocen a nadie; por ello muchos me dicen que no se creen que les pueda dar de comer en la mano.
—Muchas personas dicen que el toro grande está muy pesado y con tanto tiempo en los corrales no será bueno para la, lidia, ¿qué opina Sandalio?
—Puedo decirle que la experiencia me ha enseñado que cuanto más noble es un toro, más bravo es para la lidia Yo sé que a estos tendrán que darles la vuelta al ruedo. He visto muchos toros aquí y todos los que eran más insociables y aparentaban bravura, en la plaza han resultado peores. De todas formas no quisiera que llegara el momento de demostrar lo que digo, pues el día que los maten sentiré gran pena.
REDONDEL
Extraído del periódico La Verdad del 5 de septiembre de 1969
Cedido por... Avelina y Natalia García
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