ESQUEMA HITÓRICO DE LAS COMPARSAS DE "MOROS Y CRISTIANOS"
Por José Mª Soler García
Desde finales del siglo XV, que es cuando la tradición señala la aparición de la Virgen, venían celebrándose en Villena dos romerías anuales al Santuario de las Virtudes, una, el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación, y otra, el 8 de septiembre, día de la Natividad de Nuestra Señora. La primera de ellas se convirtió con el tiempo en el día del «Voto», en conmemoración del que, en 1624, prestó el clero de la Ciudad de defender pública y particularmente la Purísima Concepción de la Virgen.
Más adelante, a fines del siglo XVII, la fundación de la cofradía de «Esclavos de María Santísima» llevó aparejada la de una nueva romería al Santuario el domingo infraoctava de la Natividad de Nuestra Señora, romería que sigue celebrándose en la actualidad durante el llamado día de la «Esclavitud».
Con ella había quedado perfilada la sucesión anual de festividades en honor de la Patrona: día del «Voto», fiesta de septiembre y día de la «Esclavitud». Tenía que transcurrir todavía más de un siglo para que se produjese la transformación definitiva, origen de las fiestas actuales. Fue en el ario de 1838, en que se trajo la Imagen a Villena el día 8 de septiembre para celebrar en la ciudad un festejo cuyo escenario, hasta entonces, había sido el Santuario y sus alrededores. Nos referimos, claro está, a la fiesta principal en honor de la Patrona el día de su advocación, sin tener en cuenta los agasajos que se le han tributado en sus visitas esporádicas de acción de gracias, rogativas, etc., muy numerosas en las cuatro centurias transcurridas desde su tradicional aparición. A partir de aquel momento, la evolución prosigue con ritmo más o menos acelerado: en 1839, se forma la primera Junta encargada de los festejos, que determina traer la Imagen el día 6 en lugar del 8, para ser devuelta a su morada el día 9, como en la actualidad, y. en 1848, se cierra el ciclo evolutivo con la designación del día 5 como fecha inicial de los festejos.
Moros Viejos
Moros Nuevos
Marroquíes
Romanos
Moros con caballos de cartón
La antigua «soldadesca».—Las fuentes que pueden utilizarse para el estudio de las fiestas antiguas no mencionan para nada el empleo de la pólvora, elemento esencial en toda festividad de «moros y cristianos». Es ya en pleno siglo XVII (año de 1780) cuando la vemos citada por primera vez con ocasión del recurso de queja presentado por el Concejo contra el Corregidor, don Pedro Moscoso y Figueroa, que había nombrado depositarios de las limosnas que se recogían en el Santuario a los curas de las dos parroquias de la ciudad, ordenando que los gastos de cera, misas, sermones, «pólvora» y de. más que ocurriesen en las Fiestas en honor de la Virgen, se pagasen de los fondos de propios del Ayuntamiento, disposición arbitraria que vulneraba los derechos de patronazgo del Concejo y no pudo prosperar.
I o que no se nos aclara es el empleo que se daba a la pólvora en aquella centuria, y a este respecto, quizá sea útil recordar que. desde mediados del siglo XVII, la vecina población de Yecla solemniza los festejos en honor de su Patrona con abundantes salvas de arcabucería disparadas por la «soldadesca», que es una compañía de paisanos ataviados al estilo militar de la época. Y aún más interesante a nuestro objeto es el caso de Caudete, en donde se señala que, a una procesión celebrada en 1758, concurrió «una compañía de devotos que repetidamente dispararon más de treinta mosquetes con pólvora». Hay que añadir que, en la actualidad, una de las comparsas caudetanas se denomina la «Antigua', cuyo atuendo, compuesto de frac, calzón corto y sombrero de tres picos, denuncia bien a las claras su origen dieciochesco y su perduración en un ambiente de «moros y cristianos» evidentemente posterior.
Algo semejante debió ocurrir en nuestra ciudad, donde también vemos mencionar a la «soldadesca» en la romería de la «Esclavitud» de 1834 y en el «Paseo» de acción de gracias a la «Morenica» por haber finalizado la epidemia de cólera en 1835. En ninguno de estos dos casos se trata de las Fiestas por antonomasia, que son las del 8 de septiembre, por lo que se hace difícil admitir la identificación de esta primitiva «soldadesca» con los antiguos «moros y cristianos», como pretende don José Zapater en su «Historia de la Imagen de Nuestra Señora de las Virtudes».
De todos modos, la aparición de la primera comparsa de «moros» no se haría esperar mucho, pese a la oposición que sus introductores no pudieron por menos de encontrar en los enemigos de toda innovación, y es casi seguro que, al conjunto formado al principio con los antiguos arcabuceros, transformados en la comparsa de «Cristianos», y con aquellos «moros», que hoy denominamos «viejos», se le siguiese dando durante algún tiempo el nombre de «soldadesca», lo cual halla plena confirmación en sendos acuerdos del Ayuntamiento de los arios 1863 y 1865, en que se habla taxativamente de la «soldadesca de Moros y Cristianos», a la cual debía referirse don José Zapater.
Cristianos con caballos de cartón
Tercios de Flandes
Marineros
Estudiantes
Caballeros Cristianos
Las comparsas antiguas y el primitivo castillo de embajadas.-Este mismo autor señala que, en 1843, se levantó en la Puerta de Almansa el primitivo castillo de embajadas, a iniciativa de dos entusiastas villenenses, llamados Clemente Sáez y Manuel Fita, «con el fin de dar forma—dice—a las escaramuzas de «moros» y «cristianos» y que tuviesen un punto que combatir». Esto parece asegurar que ambas comparsas existían ya antes de la erección del castillo, y no sería de extrañar que constituyesen la «soldadesca» que vemos todavía citada en 1841.
Se ve por lo que antecede que el problema de fijar la fecha exacta en que aparecieron las primeras comparsas requiere todavía una más apurada investigación. Lo que podemos asegurar, por el momento, es que, en 1845, existían solamente dos: uní de « moros » y otra de « cristianos » , y que doce arios después, es decir, en 1857, se habían incorporado a la fiesta los « Romanos » El armazón general estaba en pie, pero aún había muchas cosas que perfeccionar y corregir, y fueron los mismos componentes de las comparsas los que, en 186o, solicitaron del Ayuntamiento nombrase « perso¬nas de carácter y representación para que les dirijan en las operaciones que tienen que practicar, a fin de que se haga todo con el mayor orden y brillantez posible » . El Ayuntamiento designó, para dicho objeto, a Regino Marín, Joaquín Ferriz y Pascual Cerdán.
Tres fueron también los « Capitanes de la Soldadesca de Moros y Cristianos » que solicitaron permiso del Ayuntamiento para salir disparando con los arcabuces en las fiestas en 1863. Se llamaban Diego Ballester, Martín Hernández y Diego Valiente, y es de presumir que no existiera por entonces ninguno más.
Jalón importante para la historia de las Fiestas es el ario de 1884, en que se conmemoró el Cuarto Centenario de la aparición de la Patrona. Según el ilustre canónigo don Gaspar Archent, la conmemoración debió celebrarse diez arios antes, pero hubo de retrasarse a causa de los disturbios políticos de la época y del estado sanitario de la Nación, invadida por el cólera. La excepcional importancia de aquella fecha estriba, para nosotros, en la aparición simultánea de la « Historia » de Zapater y del Primer Programa Oficial de los festejos. Ambos nos suministran pormenores detallados de las comparsas que intervinieron en aquellas fiestas centenarias. Son las siguientes, citadas por el orden de antigüedad relativa dentro de cada bando que les asigna Zapater:
« Moros Viejos » , « Moros Nuevos » o « Turcos » , « Marroquíes » , « Moros Guerreros » , « Caballeros Cristianos » , « Marineros » , « Romanos » , « Estudiantes » , « Tercios de Flandes » .
Esta última, en la que figuraba como Alférez el gran poeta Aquilino Juan Ocaria, autor de « La Torre de Orejón » , pudo ser fundada en aquel año, propicio, como todos los conmemorativos, a iniciativas novedosas. De los « Moros Guerreros » no volvemos a tener después noticia alguna.
Andaluces (1923)
Moros Realistas (1929)
Piratas (1939)
Labradores (1926)
Americanos (1928)
Comparsas de «Enanos» y de «Caballos de Cartón».—La corrida de vacas en la Corredera.—
Con las primeras comparsas de « moros », se incorporaron a la fiesta los « Enanos » y los « Caballos de Cartón » , según nos informa el benemérito investigador de nuestro pasado don Salvador Avellán. El dato es sumamente interesante, porque señala el posible límite de expansión meridional de una danza tan antigua como el « ball de cavallets » , estudiado por Milán y Fontanals en sus « Orígenes del Teatro Catalán » . Lástima grande que haya desaparecido sin dejar más rastro, esta interesante muestra del « folklore » musical de la Edad Media, documentada también, dentro de nuestra provincia, en Alcoy, Petrel y Callosa de Ensarriá.
Tampoco hemos podido averiguar cuándo se inició la costumbre de soltar una vaca o novillo por la Corredera durante las primeras horas de la tarde del día 6, festejo en el que se distinguió el famoso « Chinales » , que hizo las delicias de nuestros abuelos tocado con un brazo de ajos a guisa de coleta. El espectáculo debía contar con una remota tradición, vestigio de la cual pudiera ser el mismo nombre— « Corredera » —de la calle en que se celebraba. Consta que, en 1774, el Regidor don José Selva se opuso a- la petición de que se celebrasen « vacas, toros y comedias » en las fiestas conmemorativas del tercer centenario de aparición de la Virgen, en consideración a la miseria, aflicción y estrechez de los vecinos y a que, « semejantes medios más irritarán la Justicia Divina que la aplacarán » . El Programa Oficial de 1904, señala que la pintoresca corrida se venía celebrando « de inmemorial » , y es segura su existencia desde 1884, por lo menos.
La rudeza del espectáculo y las inevitables molestias que su celebración causaba en una de las más transitadas vías de la ciudad, provocaron reiteradas campañas de los periodistas locales, el tono de las cuales puede apreciarse en la siguiente copla, aparecida en uno de los números de « El Bordoño » del año 1906:
Es un casico estupendo
el toro en la Corredera,
porque es lucha de un berrendo
con cuatro o cinco mil fieras.
En 1907, se consiguió, por fin, la desaparición del antiguo y pintoresco espectáculo.
Almogávares (1954)
Moros Nazaríes (1955)
Moros Bereberes (1956)
Árabes (1960)
Las comparsas modernas.— Sin novedades dignas de comentario y con los altibajos naturales en toda empresa humana de larga andadura, continuó celebrándose la Fiesta durante cerca de medio siglo. Hubo de llegar el ario de 1923 para que se produjese la aparición de una nueva comparsa: la de los « Andaluces » o « Contrabandistas » , surgida al calor de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de las Virtudes. Es el prólogo de una nueva etapa de crecimiento y renovación. En 1925, se reorganiza la comparsa de los « Estudiantes » , que había llegado a un grado extremo de depauperación. En 1926, aparecen los « Labradores » o « Maseros » ; en 1928, los « Americanos » , y en 1929, los « Moros Realistas » , ya en el umbral del período republicano, poco propicio al desarrollo de esta clase de festividades.
En 1939, tras el total colapso de las Fiestas durante los tres arios de guerra civil, aparece la comparsa de los « Piratas » , hoy en el bando « moro » , pero asignada en un principio al de los « cristianos » . Y adviene luego un período de relajación e indisciplina que logra superarse en las extraordinarias Fiestas de 1948, tras una intensa campaña realizada desde las páginas de « Bodas de Plata » , boletín mensual lanzado por la Comisión encargada de organizar los festejos conmemorativos del XXV aniversario de la Coronación.
Todavía estamos saboreando los frutos de aquella memorable y fecunda campaña. En 1951, sale a luz el primer número de la revista VILLENA, que logra dar forma oficial y periódica a los antiguos extraordinarios de Fiestas de los semanarios locales y a los Programas más o menos literarios de los años anteriores. En 1953, gracias a los desvelos de Ricardo Guillén, Presidente de la Comisión de Fiestas, se inaugura el nuevo « castillo de embajadas » . En 1954, se funda la comparsa de los « Almogávares » . En 1955. José García Galbis, Presidente de la nueva Comisión, intensifica la participación de la mujer en la Fiesta con la institución de la « Regidora » y su Corte de Honor, al mismo tiempo que sustituye la « Retreta » del día 6 por la « Cabalgata » , que, de año en año, adquiere mayor arraigo en la preferencia de las gentes. En el mismo año de 1955, se funda la comparsa de los « Moros Nazaríes » , y en 1956, la de los « Bereberes »
Las Fiestas han llegado a su punto culminante. Son ahora cerca de dos millares los « festeros » encuadrados en las catorce comparsas que integran un espectáculo de gran prestancia, brillantez y colorido, puestos de manifiesto en el sensacional desfile realizado en la capital de la provincia con ocasión de las « Hogueras de San Juan » de 196o.
Y como la evolución no se ha cerrado, pues todavía en el pasado año de 196o ha surgido la comparsa de los « Árabes » , que ha venido a sustituir a la de los « Americanos » , dejemos para el futuro la prosecución de esta pequeña historia, no sin volver la mirada, plena de emoción y reconocimiento, hacia aquellos magníficos « adelantados » de la Fiesta, Clemente Sáez y Manuel Fita, que en 1843, a fuerza de desvelos, levantaron en la Puerta de Almansa un modesto castillo de madera para que los « Moros Viejos » y los « Cristianos » tuviesen « un punto que combatir »
(Dibujos de Blas)
Extraído de la Revista Villena de 1961
Cedido por… Avelina y Natalia García
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