LA ESTÉTICA EN LA FIESTA
Veinticinco años de una escuadra se pueden valorar desde distintos aspectos; en mi memoria están esas primeras fotos de escuadras especiales. La estética en la fiesta también evoluciona, la gente educa su sensibilidad ante un desfile y sus escuadras, hace 30 años se podía salir casi improvisando un traje, dos toques de carbón en la cara y purpurina en el pelo, actualmente los diseñadores cuentan ya con una trayectoria y lo que yo considero más importante, personalidad.
Existen escuadras que ya rondan sus Bodas de Plata y que mantienen una identidad, naturalmente gracias a todos sus componentes, pero es inevitable, al ver su puesta en escena, pensar en su diseñador y asociar por ejemplo ver a los Omeyas en Paco Martínez, ver a los Escorpiones en Vicente Rodes, ver a los Tuareg en el que esto escribe, o ver a los Sarracenos y relacionarlo con Joaquín Sánchez, etc., etc. Por supuesto si se conoce a sus creadores, de lo contrario se entendería sencillamente por sus características, como esa estética y singular manera de vestir y desfilar de la escuadra de Salvajes, o la magia oculta del Tuareg o la riqueza del Sarraceno, también existen anacronismos como escuadras bellamente logradas, pero al estar fuera de su contexto consiguen un efecto negativo dentro de la comparsa de Piratas, y por condicionantes de alquilarlas posteriormente. Ocurre similar impacto ver a la comparsa de Moros Nuevos desfilar con una marcha americana y vistiendo el traje oficial más perfecto y equilibrado que para mí existe en una comparsa del bando moro.
Actualmente con la participación total de la mujer en la fiesta, los diseñadores han tenido que afinar sobre la adaptación del traje oficial de sus respectivas comparsas, personalidad e identidad, interpretándolo lo más femeninamente posible con mejor o peor resultado variando la lectura del traje desde la tradición a la evolución; en mi experiencia personal, al realizar y adaptar el traje oficial de las Nazaríes y contar con demasiado color se rogó a la Directiva si podía cambiar el pantalón de verde a negro, concediéndolo valientemente con una aceptación total de las festeras, ya que el negro es una garantía de elegancia en un mundo de tanto color, la prueba está en los Estudiantes, si analizamos a fondo el éxito de su grandeza.
Pero volvamos a la carismática fantasía de las escuadras especiales y su aportación a la plástica festero tan necesaria en esos desfiles donde dan una nota distinta cada año y donde deben complementarse con la comparsa, aunque existe el peligro en algunas de ellas de excesiva autonomía en perjuicio de disgregar el propio núcleo de la comparsa en sí, y creo que es perfecto el matrimonio escuadra especial—comparsa ya que ésta conserva y mantiene la columna de tradición e identidad, mientras que la escuadra aporta evolución y fantasía, esperemos que proliferen estas escuadras y lo hagan con tanta dignidad como los Sarracenos, escuadra especial de la comparsa de Realistas que tanto ha aportado con su singular estética a la fiesta de moros y cristianos de nuestra ciudad.
Pedro Marco
Extraído del Libro 25 Aniversario Sarracenos 1967/1991
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