LA ANTIGUA CRUZ DE SAN BENITO
Se levantaba, hace ya muchos años, en una de las entradas de la población.
Era una cruz esbelta, artística y de primoroso estilo ojival.
Se divisaba desde toda la parte sur de la huerta, y con sus brazos extendidos parecía proteger los frutos de la misma.
Un querido amigo nos ha facilitado un clisé fotográfico, gracias al cual podemos ofrecer a nuestros lectores los grabados que ilustran estas páginas.
Cierto día un carro que venía de la huerta, excesivamente cargado, la derribó con uno de los delanteros, haciéndola añicos.
La caridad nos obliga a creer que aquello sucedió involuntariamente, y sabemos que el conductor del carro contribuyó pecuniariamente a la erección de la nueva cruz.
Se nos dice que alguien recogió los fragmentos de la parte labrada de la cruz, pero no sabemos si se conservan todavía.
¡Lástima de cruz!
Críticos prestigiosos de arte aseguran que pertenece a los últimos años del siglo XIV, o a primeros del XV, y afirman también, a la vista de la fotografía, que el fuste es mucho más antiguo que la cruz.
En los adjuntos medallones aparece ampliada la parte tallada y pueden apreciarse los primores de ejecución, adornos, follaje, filigranas y motivos de ornamentación propios del estilo ojival.
En el anverso destaca la imagen de Cristo crucificado por la salvación del mundo.
En el reverso se descubre la de la Virgen Santísima, cogiendo de la mano a su Divino Hijo, siendo de admirar los graciosos pliegues del vestido de la imagen.
Desconocemos en absoluto el origen de esta cruz y el motivo de la erección.
¿Sería una de tantas cruces que levantaban los pueblos cristianos a la entrada de las poblaciones como testimonio de su fe arraigada e indestructible? ¿O sería un "humilladero" donde violentamente muriera algún célebre personaje?
No lo sabemos.
Nueva cruz erigida en el mismo lugar al desaparecer la primera.
¡También Derribada!
Después se levantó la cruz nueva que todos hemos conocido y que también, reproducimos.
Era una cruz sencilla, lisa, pero esbelta y graciosa, cuya blancura destacaba sobre el azul del cielo y se erguía como un índice anunciador que nos señalaba la patria inmortal.
¡Esta cruz también ha sido recientemente derribada!
Terminaremos diciendo que al pie de ambas cruces iba procesionalmente todos los años, el día 3 de mayo, la Parroquia de Santa María, "a bendecir los términos", a pedir a Dios que bendijese los frutos de la huerta y del campo, para que no se malograse el sudor vertido por tantos trabajadores...
X.
Extraído de la Revista El Olivo de 1934
Cedida por... Isabel Forte
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