Con la solemnidad acostumbrada se ha verificado la apertura del célebre balneario situado en la popular Fuente de los burros, que tan concurrido se ha visto en años anteriores. Como las vistas son al público y los transeúntes de ambos sexos pueden presenciar gratuitamente edificantes cuadros al natural, no estaría de más que las autoridades suplicaran el taparrabos a varios frescos que ya hace años abandonaron las lactancia.
Pequeña reseña humorística publicada en el periódico local El Bordoño el 8 de Julio de 1906 sobre la costumbre practicada por algunos (no exclusivamente niños por lo que parece) de bañarse con poca ropa en aquella fuente cuando comenzaba a apretar el calor, lo que provocaba el consiguiente escándalo.
Cedido por… José Sánchez Ferrándiz
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